En una reunión que mantuvo con la titular de la Sociedad Israelita de Beneficencia de Mendoza, Graciela Roiz; el delegado local de DAIA, Marcos Horenstein, y el rabino Ari Bursztein, entre otros dirigentes comunitarios, el presidente del bloque de diputados nacionales Frente Peronista, Enrique Thomas, escuchó las objeciones de la colectividad judía de la provincia al memorando de entendimiento por la causa AMIA.

“No hay fundamentos sólidos para aprobar este acuerdo y como dirigente político siento mucha preocupación por esta medida, que traerá consecuencias negativas para nuestro país en el contexto internacional”, dijo el legislador.

Agregó que “el apuro y la ansiedad que muestra el oficialismo en aprobarlo, sin darle el tiempo necesario a la comunidad nacional para interiorizarse de lo que representa este acuerdo en términos jurídicos y políticos, genera muchas dudas sobre su auténtica finalidad”.

El peronista opositor no descartó la existencia de intereses extra jurídicos en la “increíble decisión oficial de negociar con los acusados, poniendo a víctimas y victimarios en el mismo nivel”. Entre tales posibles motivaciones, Thomas se refirió a “la búsqueda de una medida de impacto mediático, que posicione a la presidente como líder de los países de la región alineados con el bloque comercial y político que integra Irán, lo que podría conducirnos a un mayor aislamiento internacional”.

Por su parte, los representantes de comunidad judía mendocina expresaron su rechazo a la iniciativa por considerar que “hay cierta oscuridad jurídica en el acuerdo”, al tiempo que advirtieron su desazón por los términos del debate planteado. “Un tema que debería ser abordado como política de Estado, se ha convertido en política partidaria”, afirmaron.

“Nuestro objetivo es que el atentado se esclarezca y no vemos cómo podemos lograrlo con medidas como estas. Queremos que la causa no muera”, afirmaron enfáticamente.