La diputada nacional Claudia Rucci presentó un proyecto de declaración en el que solicita que la Cámara que integra repudie “las manifestaciones agraviantes efectuadas por distintas personas públicas, como el ex funcionario Luis D’Elía, Florencia Saintout (decana de la Facultad de Periodismo de La Plata), el gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck, la periodista Cynthia García y el pensador Horacio Verbitsky, en relación con el reciente pontificado de quien fuera Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio”.

El proyecto pide que se condenen “las expresiones descalificantes vertidas por los antedichos empleados públicos, funcionarios o ex funcionarios y allegados al Gobierno nacional”, que han incurrido en “ofensas, imputaciones sin pruebas y descalificación ad hominem”, como cuando D’Elía aseveró que “Francisco es a América Latina lo que Juan Pablo II fue a la Unión Soviética. El nuevo intento del imperio por destruir la unidad suramericana”.

La legisladora concluye diciendo que “el respeto que exige la libertad religiosa –bien jurídico tan valioso como la libertad de expresión- hace que no puedan sino condenarse las expresiones descalificantes que han sido vertidas. No es obligatorio ser católico en nuestro país como tampoco lo es adscribir a una corriente política determinada. Lo que sí es exigible es que se respeten los derechos de los demás a profesar o no libremente su culto, y ello incluye claramente el respeto a los símbolos y autoridades religiosas”.