Legisladores de todo el arco político participaron de la ceremonia de inicio del pontificado de Francisco, en la plaza de San Pedro del Vaticano. La delegación argentina estuvo encabezada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner además del titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.

Presente en el evento, el vicepresidente segundo de la Cámara baja, el radical Mario Negri, saludó la elección del cardenal Jorge Bergoglio como sumo pontífice y resaltó su compromiso con la justicia social, su predilección por los marginados, la disposición al diálogo y su austeridad ejemplar.

“Estamos felices de que un argentino y latinoamericano sea el encargado de tomar el timón de la Iglesia Católica, con todo su significado y sus implicancias. En momentos de grandes cambios, su elección -en sí misma- es un gran cambio. Sabemos que la sabiduría, sencillez y serenidad -virtudes ligadas íntimamente al nombre elegido para su misión pastoral- serán una guía para bregar por los más necesitados y los excluidos y no dudamos que su aporte será fundamental para el trabajo indispensable por la unidad de los pueblos, el respeto mutuo y por la paz”, aseguró Negri.

Además de Domínguez y Negri, por la Cámara baja concurrieron Agustín Rossi (FpV), Juan Carlos Zabalza (FAP), Ricardo Gil Lavedra, Ricardo Alfonsín (UCR), Alfredo Olmedo (Salta Somos Todos), Federico Pinedo (PRO) y Enrique Thomas (Frente Peronista).

En representación del Senado concurrieron Rubén Giustiniani (FAP), Juan Carlos Marino, José Cano (UCR), Aníbal Fernández y Mario Colazo (FpV).

También fueron parte de la comitiva oficial el canciller Héctor Timerman; el secretario general de la CGT oficialista, Antonio Caló; el titular del gremio de taxistas, Omar Viviani; el jefe del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), Omar “Caballo” Suárez; y José María Arancedo y Carlos Accaputo, por la Comisión Episcopal Argentina; entre otros.