A pesar de haber disminuido considerablemente la cantidad de muertos por accidentes de tránsito en la Ciudad en 2012, el Gobierno macrista intenta incorporar la enseñanza de la educación vial en el sistema educativo formal, no formal e informal que funciona en el distrito.
Enfrentar el terrible flagelo de la “inseguridad vial”, no es más que enfrentar en buena medida el problema de la inseguridad de todos los ciudadanos que transitan la Ciudad de Buenos Aires. La pérdida de vidas humanas, los lesionados e incapacitados y por ende la ruina familiar, no son más que el reflejo de una preocupante realidad: La continua incidencia de accidentes de tránsito.
Es común y casi lógico pensar que este problema sólo puede ser atacado desde la óptica de la penalización al infractor, es decir, imponiendo la sanción según sea el caso; pero es innegable e imperiosa la necesidad de educar permanentemente a los usuarios de la vía pública para que se rijan por las normas que regulan su comportamiento, independientemente de su condición de conductor, pasajero o peatón. De ese modo, sin lugar a dudas, se aborda la problemática vial desde sus orígenes.
Ciertamente las estadísticas hablan de un constante incremento de accidentes de tránsito de toda índole. Se cuentan los fallecidos, se tabulan los lesionados y se precisan los daños materiales, pero lamentablemente no se puede cuantificar cuántas colisiones se han evitado gracias a la educación vial impartida a tiempo, considerándola una orientación que llega a la conciencia de la ciudadanía para que cuide y proteja su vida.
Al respecto cabe destacar que por educación vial debemos entender el proceso sistemático mediante el cual se adquieren conocimientos, y se desarrollan hábitos y actitudes favorables en relación con el sentido común y las normas que regulan la circulación de vehículos y personas en la vía pública.
La educación vial es fundamentalmente un tema social y por consiguiente nos interesa a todos. Refiere el hecho de que las normas deben interiorizarse en hábitos y actitudes hacia un buen comportamiento vial. Esas normas de tránsito deben ser apreciadas, respetadas y consideradas como un bien social, en pro de la defensa de la vida. Es por ello un tema de educación cívica y ciudadana, de suma importancia para la formación integral del educando.
La educación vial permite distinguir claramente los derechos y deberes de los actores del escenario vial y adquirir un compromiso de respeto para asegurar la asimilación de estos valores de convivencia ciudadana. Entre ellos podemos mencionar: percepción del riesgo, respeto a las señales y normas, solidaridad, tolerancia, responsabilidad, libertad, autonomía personal, salud y vida.
En línea con lo expuesto, se puede sostener que la finalidad de la educación vial debe lógicamente buscarse en el ámbito escolar; que es donde encuentra un suelo fértil y se constituye en piedra angular para la formación cívica del usuario de la vía. Sin embargo, no debemos olvidar que el niño y la niña no sólo se desenvuelven en el entorno escolar; sino también en el seno familiar. De allí la importancia de dirigir los esfuerzos también hacia la participación de todas las personas que están en condiciones de recibir dicha enseñanza.
Por ello es necesario tener conciencia que la educación vial debe abarcar desde el niño y la niña en sus primeros años de escolarización, el maestro, la maestra, profesores y la comunidad educativa en pleno, hasta los padres y las madres que son los principales educadores en el hogar.
Enseñanza. En consonancia con lo aquí expresado y acorde con lo que establece el Código de Tránsito y Transporte porteño en su Título III, Capitulo 3.4, punto 1 “a” del Anexo I de esa norma, el diputado del Pro, Bruno Screnci Silva presentó un proyecto de ley a través del cual impulsa la implementación de la enseñanza de la educación vial en el sistema educativo formal, no formal e informal que funciona en la Ciudad de Buenos Aires. Con ello se pretende garantizar la promoción de la educación vial en todas las modalidades y niveles de enseñanza.
Según se especifica en el texto de la iniciativa de Screnci Silva se entenderá como educación formal a todas las actividades realizadas en los centros educativos públicos o privados dependientes del Gobierno de la Ciudad, incluyendo a la educación inicial, primaria, media y la superior en todas sus formas y niveles.
En esa línea, el proyecto también aclara que se comprende como educación no formal, a las actividades extracurriculares y de extensión relacionadas dentro de los establecimientos educativos con intervención de la dirección de cada establecimiento y la educación no formal comunitaria que incluye a las Organizaciones no Gubernamentales, las empresas públicas y privadas, los sindicatos, y aquellas otras instituciones cuyos objetivos y finalidades acuerden los preceptos que persigue la propuesta de ley.
La presentación, que también hace alusión a la educación informal, define a la misma como aquélla que se realiza a través de medios masivos de comunicación e información.
Los contenidos
En cuanto al contenido la propuesta señala que el Gobierno porteño a través del Ministerio de Educación en forma conjunta con la Subsecretaría de Transporte elaborará un contenido curricular obligatorio para cada nivel de enseñanza debiendo garantizar como mínimo el cumplimiento de los siguientes objetivos: a) Promover el conocimiento de las leyes, normas, ordenanzas y señales de tránsito; b) Fomentar un cambio cultural hacia el respeto de la normativa de tránsito; c) Promover la adquisición de prácticas viales seguras y solidarias que permitan disminuir considerablemente el número de accidentes de tránsito y reducir a niveles medios internacionales el número de víctimas; d) Transmitir los valores de respeto por la vida y la convivencia vial; e) Reducir considerablemente los conflictos viales adoptando criterios de movilidad adecuados en cada circunstancia.
La propuesta determina que a los efectos de asegurar la calidad de la enseñanza, el Ministerio de Educación garantizará y determinará los contenidos mínimos de la capacitación docente, la que debe ser gratuita y obligatoria para los educadores y previa a la implementación de los desarrollos curriculares. Asimismo compromete los medios y dispone los recursos necesarios para que los docentes cuenten con la asistencia técnica, el material didáctico y de apoyo, y cualquier otro recurso considerado necesario para el desarrollo de sus tareas.
La capacitación y asistencia técnica estará a cargo de especialistas en temática vial e integrantes de la Subsecretaría de Transporte.
En esa línea, la iniciativa indica que a los efectos de asegurar que los objetivos de enseñanza de la educación vial dentro de los niveles de educación no formal e informal sean alcanzados, la autoridad de aplicación generará material didáctico, colaborará en la capacitación no formal en cada comuna, facilitará la interacción entre los diferentes actores sociales, estimulará la articulación de recursos, programas y proyectos existentes para su optimización y difundirá información educativa para el tratamiento por los medios de difusión masiva.
Asimismo determina la incorporación del denominado “Semestre de la Educación Vial”, que se extenderá desde el 1º de febrero de cada año hasta el receso invernal, a los efectos de cumplimentar lo establecido en el Código de Tránsito y Transporte en su Título III, Capítulo 3.4, punto 1 “b”, en el ámbito específico de la comunidad educativa, consistente en la realización de actividades complementarias vinculadas a la temática.
Cada unidad educativa definirá las actividades a realizar durante el “Semestre de la Educación Vial” teniendo en cuenta la finalidad de incentivar la participación de toda la comunidad escolar. El Ministerio de Educación conjuntamente con los directivos de las unidades educativas participantes, establecerá anualmente el cronograma de implementación del “Semestre de la Educación Vial”, tomando en cuenta la articulación del mencionado semestre, con programas o actividades que se estén implementando o se prevean organizar en la ciudad.
Consecuentemente durante el “Semestre de la Educación Vial”, todos los establecimientos de educación preescolar, primaria o secundaria dependientes del Ministerio de Educación de la Ciudad podrán acceder sin cargo alguno a talleres, seminarios, representaciones teatrales y guías prácticas en materia de tránsito y seguridad vial, como también a los materiales que necesiten para la realización de las tareas. Los talleres y seminarios en las escuelas de educación secundaria serán impartidos por personal idóneo en la materia a cargo de los organismos locales y nacionales con competencia en la materia. En las escuelas de educación preescolar y primaria se promoverá el desarrollo de talleres y juegos interactivos y actividades recreativas, con personajes animados, sobre manejo y respeto de leyes y señales de tránsito.
Como complemento de lo que establece el proyecto de ley del diputado Pro, Bruno Screnci Silva la autoridad de aplicación llevará a cabo, desde el mes de agosto hasta el 1º de diciembre de cada año, campañas de educación y prevención vial destinadas a concientizar a la población sobre la temática a través de medios masivos de comunicación. Para su desarrollo se deberá tener en cuenta la articulación con los programas o actividades que se estén implementando o se prevean implementar en los establecimientos educativos.
