Para Jorge Enríquez, la multitudinaria manifestación fue “una emocionante muestra de fervor cívico”. Pidió “una democracia republicana, con desarrollo sostenible e inclusión social”.
El exlegislador porteño Jorge Enríquez, representante de los abogados porteños en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, participó activamente de la manifestación de repudio al “intento de sometimiento de la justicia” por parte del Poder Ejecutivo nacional, junto a un grupo de abogados de la Ciudad de Buenos Aires, y otros simpatizantes.
No sin dificultad, Enríquez recorrió el trayecto desde la zona de Tribunales, punto de encuentro de los abogados -es presidente de la agrupación de abogados “Justa Causa”- hasta la Casa Rosada; y desde allí impulsó con el grueso de la gente, la última marcha hacia el Congreso Nacional.
Tanto por la originalidad de las pancartas de su agrupación, como por su anterior gestión como legislador, y en particular por el tesón en hacer el recorrido con férulas y muletas, ante su transitoria discapacidad, fue muy reconocido y saludado por la gente.
El dirigente realizó declaraciones periodísticas en las que resaltó su satisfacción con la masiva expresión popular. “Pocas veces en la historia argentina se vio una manifestación ciudadana tan multitudinaria. Las marchas de ayer ya son un hito en el devenir de nuestro país, no sólo por la enorme cantidad de familias que ganaron las calles y las plazas de la República, sino por su carácter pacífico, festivo y esperanzado”, señaló.
Enríquez celebró que “argentinos de todas las condiciones e ideas se unieran en torno a la necesidad de defender la plena vigencia de la Constitución, la libertad, el Estado de Derecho y la independencia judicial. Un pueblo que pone por encima de sus diferencias esos valores fundamentales está destinado a superar esta etapa de intolerancia, sectarismo y prepotencia, para inaugurar un tiempo de concordia y de pluralismo, con la mirada puesta en el futuro. El abuso de poder y la corrupción galopante, que signan estas horas de podredumbre moral, son ya el pasado. Que esta emocionante muestra de fervor cívico de la sociedad ilumine a los dirigentes para que logren alcanzar los consensos básicos que pongan en marcha una democracia republicana, con desarrollo sostenible e inclusión social”.
