El diputado nacional Jorge Yoma arrancó su discurso refiriéndose a la carta del titular de la Corte Suprema y se permitió discrepar con su colega Elisa Carrió por las denuncias que formuló contra Ricardo Lorenzetti, puntualizando que desde ese Tribunal no pueden adelantar opinión alguna sobre la causa. Aclaró además que “no tengo dudas sobre la honorabilidad de cada uno de los integrantes de la Corte”.

Tras ello, el legislador riojano se metió de lleno en la cuestión de los proyectos, puntualizando “desde el vamos” que no compartía la filosofía adelantada por la presidenta al enviar los proyectos, por cuanto “el Estado no somos todos”, dijo. En caso de compartir esa opinión, el Estado hubiéramos sido todos, dijo, cuando los tiempos de la dictadura.

Tras rechazar esa filosofía, Yoma dijo que plantear esa concepción del Estado “es totalitarismo”.

Rechazó también lo que consideró una degradación de los conceptos, ante la utilización del término “democratización” para esta reforma. “Es la manipulación, la degradación del lenguaje”, dijo el legislador que aún integra el Frente para la Victoria.

A su juicio, el término “democratización” esconde la búsqueda de una “domesticación” del Poder Judicial.

Yoma cargó duramente contra el proyecto, señalando que “nunca estuvo en duda la representatividad de los integrantes del Consejo de la Magistratura”, recordando su papel como convencional constituyente. “Yo se lo que quisimos poner” en la Constitución, enfatizó. Ahora, dijo, “todos los representantes pasan a la bolsa de la política, todos serán representantes políticos”, se quejó.

“Nunca estuvo en duda la mayoría necesaria para suspender a un magistrado”, señaló, advirtiendo que poner una mayoría flexibilizada pone “en riesgo la libertad de conciencia de un juez al momento de fallar”.

“El poder político va a pasar a manejar el Consejo de la Magistratura”, estimó.

Remitiéndose a la Convención Constituyente de Santa Fe, dijo que entonces se advirtió que ningún sector debía tener en el Consejo de la Magistratura una mayoría, hablando de la necesidad de “asegurar el pluralismo”. Esa es, dijo, “la voluntad de la Convención Constituyente”.

Yoma se preocupó por resaltar la voluntad se los constituyentes que reformaron la Constitución en 1994 en que se mantuviera en el Consejo de la Magistratura el equilibrio. Para eso se basó en miembros informantes de la comisión redactora de la Convención Constituyente, alertando que detrás de ese proyecto de ley hay “una reforma constitucional”.

El único cargo que se elige por voto directo y distrito único es el presidente de la República, dijo; los demás son por distritos, ante lo cual estimó que se está equiparando a los futuros consejeros con el presidente de la República, “un funcionario menor que sólo va a tener la tarea de designar y remover los jueces”.

“Los legisladores que integran el Consejo de la Magistratura vamos a tener una menor legitimación que los abogados y jueces, porque nosotros tenemos una elección indirecta, siendo que somos los que surgimos del voto popular… Carece de sentido”, se quejó.

En su discurso, Jorge Yoma dijo que cuando no existía el Consejo de la Magistratura y la remoción corría por cuenta del poder político, “se requerían los dos tercios de la Cámara de Diputados para hacerlo”. Se preguntó entonces qué “libertad de conciencia va a tener un juez”.

“Un buen servicio de justicia se asegura por la independencia del juzgador”, sostuvo.

Yoma concluyó su exposición pidiendo que “no perdamos la libertad ni el sentido de las cosas”.