Por Agustín Alvarez Parisi

La historia va a recordar como el Gobierno que ha tenido el mayor índice de hechos de corrupción”. Semejante frase plantea el tono de la entrevista que Parlamentario mantuvo con el senador nacional Emilio Rached, en la que el legislador santiagueño cuestionó duramente al paquete de proyectos para “democratizar” a la Justicia. A su juicio, la mejor manera de refutar esa propuesta es utilizando los argumentos que supo enarbolar en el Senado la actual presidenta de la Nación.

Al respecto, dijo sobre Cristina Kirchner que “sus incoherencias políticas que van mutando permanentemente de acuerdo con las necesidades de sus tiempos y fundamentalmente orientadas a sus necesidades electorales”.

– ¿Con los proyectos que envió el PE al Congreso considera que realmente se va a democratizar la justicia?

– En primer lugar, creo que esto fue absolutamente mal enfocado y que en el fondo no se está buscando una reforma de la Justicia, sino que lo que se busca es definitivamente poder postrar el último poder que le queda a la República con cierto grado de independencia y ponerlo a disposición, de alguna manera en la persona de la presidenta de la República que de esta forma estaría asumiendo lo que desde hace tiempo se discute en la Argentina, como una tendencia casi permanente y que es la suma del poder público. No solamente para gobernar a su antojo y desconociendo a las minorías, como a otros sectores, sino que por sobre todas las cosas logra una impunidad ante lo que seguramente la historia va a recordar como el Gobierno que ha tenido el mayor índice de hechos de corrupción.

– Es muy serio que lo usted asevera…

– El tema es muy grave, pero a la vez creo que el Gobierno, así como ha hecho algo que nos tiene acostumbrado a apostar fuerte, hizo una apuesta con pocas posibilidades de triunfo.

– ¿Van a prosperar estas reformas?

– Estas reformas corren el camino de encontrarse con la inconstitucionalidad en la vía judicial y van a desencadenar una carrera de conflictos judiciales que también van a entorpecer el sistema judicial argentino. En definitiva, creo que esta ha sido la última gran apuesta del kirchnerismo y para mi manera de entender la política, creo que en este hecho están encontrando su sepultura como movimiento político.

– ¿Todos estos proyectos son inconstitucionales?

– Hay algunos de los proyectos que seguramente si se hubieran encarado como en cualquier democracia, buscando un consenso un sano debate, seguramente hubieran salido por un consenso absoluto de ambas Cámaras. Pero al Gobierno no le gusta esto, el único escenario que entiende es precisamente la confrontación, algo que se opone a lo que debería ser; la política es debate, es consenso, es acordar, y el Gobierno nunca quiso buscar este camino de la buena política. Pero el proyecto central de este paquete que envío el Poder Ejecutivo al Congreso es el nuevo Consejo de la Magistratura. Este proyecto técnicamente es un mamarracho; es más, ningún sector de la oposición tendría que usar otro argumento que no sean los que la misma presidenta de la Nación, en su calidad de senadora, utilizó entonces como fundamentos para ese mismo Consejo de la Magistratura. Es algo que nos tiene acostumbrado la propia presidenta: sus incoherencias políticas que van mutando permanentemente de acuerdo con las necesidades de sus tiempos y fundamentalmente orientadas a sus necesidades electorales. Creo que el relato está en su último capítulo, el relato ha quedado al descubierto y que los hechos que están por encima del propio relato y que se corresponden con la cotidianidad con los problemas que tienen la gente se lo van a llevar puesto.

– ¿Cómo percibe usted el humor de la gente en estos tiempos?

– Los hechos demuestran que el humor de la gente está en su peor momento, creo que el Gobierno básicamente perdió la calle y creo que no tiene forma de recuperarla y la ha perdido ante una masa.

– ¿La oposición está a la altura de los últimos acontecimientos?

– Si bien es cierto que las obligaciones que nosotros tenemos como partido de la oposición son convertir esa enorme energía política en una energía conducente que sirva para transformar el país y convertir otra vez a la Argentina en una verdadera República con calidades políticas y con una agenda que tenga que ver con las autenticas necesidades de los argentinos y que sepa resolver los problemas de fondo. La oposición está teniendo el diagnóstico, algo que es importante como trampolín, pero todavía aún no ha materializado un deseo de la gente que cada vez es más exigente.

– ¿Qué va a pasar con la oposición? Desde el oficialismo se dice que no tiene candidatos…

– Si hay una fuerza política que está caracterizada por no tener candidatos es el propio Gobierno. De todas maneras, está claro que en la oposición hay una diversidad de liderazgos que van desde distintos dirigentes y también distintas concesiones ideológicas. Me parece que la Argentina del futuro tiene que ser una Argentina con sentido común, que pueda encontrar los denominadores comunes, denominadores comunes que ya los principales dirigentes del país lo habían convocado en el propio nacimiento de la democracia, a principio de los ochentas. A partir de estos entendimientos mutuos entre distintas fuerzas políticas e ideologías, creo que vamos a estar sentando las bases de una verdadera y futura democracia de los argentinos.
A pesar de la adversidad y de tener un pronóstico duro de los tiempos y del futuro inmediato, tengo una enorme confianza que de todos estos desaguisados que hemos vivido podamos encontrar definitivamente un camino de ascensos que ya no tengan ninguna crisis por delante, más allá de las que pudiesen surgir por un escenario internacional que puede ser ajeno a la Argentina.

– Habló usted de la década del ochenta, donde el radicalismo fue Gobierno. ¿Podrá el radicalismo recuperar fuerzas y volver a ser una alternativa de gobierno?

– Hay muchos dirigentes que están en esa búsqueda y creo que se han dado signos que nos llevan a una recuperación. Ahora, si recuperarse significa acceder a la presidencia de la Nación, bueno esto puede tener un nivel de relatividad, porque las fuerzas políticas acceden o no al Gobierno. Tengo perfectamente claro que el próximo Gobierno nacional debe tener al radicalismo como una de sus fuerzas más importantes, por la cantidad de recursos humanos que tiene el radicalismo y por la calidad y la experiencia de muchos de sus dirigentes. Indefectiblemente el próximo Gobierno nacional tiene que ser una fuerza que esté integrada por el radicalismo y con esto quiero dejar en claro que el próximo Gobierno nacional que persiga todos estos grandes objetivos frustrados en el país tienen que comenzar a entender que los liderazgos no pueden ser absolutos, no pueden ser mesiánicos, no pueden ser autoritarios, deben ser liderazgos que construyan equipos, que construyan consensos y que sobre todas las cosas sean capaces de armonizar un país.

Las elecciones en Santiago

– ¿Usted va por su reelección como senador?

– Nosotros tenemos elecciones de senadores nacionales y gobernador y vice. En el distrito tenemos un intervención, pero hay una armonía absoluta entre mis correligionarios en la Provincia, armonía que se ha hecho evidente en la forma de trabajar y en la manera que hemos encarado los desafíos con un diálogo muy fuerte con todas las fuerzas políticas que no adhieren al proyecto de la presidente Cristina Kirchner, como así tampoco al de Gerardo Zamora.

– ¿Qué significa esto?

– Significa que vamos a dialogar para poder conformar una fuerza política que vaya más allá de lo electoral con el Partido Socialista, con el Movimiento Libres del Sur, GEN y un sector importante del Peronismo Federal que no forma de ninguno de los dos oficialismos, tanto a nivel nacional como provincial. Realmente estamos notando un crecimiento que nos sorprende mucho. Hay algunos dirigentes y amigos que están trabajando con nosotros, que han hecho la propuesta para que yo encabece la lista de senador nacional por la UCR, y eventualmente también, porque son elecciones separadas la de gobernador.

– ¿Entonces usted encabezaría las dos listas?

– Esto lo vamos analizar, porque es algo que aún no está resuelto pero yo en definitiva voy a ser funcional a los intereses de todos estos sectores políticos que me avalan, que me respaldan y que me alientan por sobre todas las cosas. Lo que decida el grupo lo acataré con gusto como tantas veces lo he hecho en mi larga trayectoria política.

– Teniendo en cuenta lo fuerte que es el oficialismo santiagueño, esto para usted será un gran desafío…

– Sí, es un desafío muy grande, pero nosotros queremos demostrarles que somos capaces y estamos convencidos que podemos cambiar una historia, que si bien ha tenido algunos matices más favorables en los últimos años, como puede ser la obra pública como herramienta para favorecer a los sectores más privilegiados de la Provincia, lo cierto es que no ha podido combatir la po0breza y sobre todas las cosas no hemos podido romper el cerco de estos caudillismos provinciales ejercidos de manera autoritaria y antidemocrática.

En Santiago han cambiado los personajes, pero el guión de estas historias ha sido repetido perfectamente. No hay diferencias entre las formas que ejerce el poder Zamora con cualquier otro caudillo de otros tiempos como pudo haber sido el propio Carlos Juárez.

– Usted habló de pobreza en su Provincia, y el INDEC acaba de dar a conocer datos que ponen a la ciudad de Santiago del Estero con el mayor índice de pobreza en el país.

– Bueno, esa es una prueba cierta y absoluta de los que estamos diciendo, Santiago ha dispuesto de una masa de presupuesto y de recursos económicos en los últimos diez años, pero desgraciadamente esto se trasladó a una serie de obras que no han sido las necesarias para rescatar fundamentalmente a las clases desposeídas sino que han sido obras que no tendrían que haber estado nunca en el principal lugar de la agenda, con esto podría citar una veintena de obras que no formaban parte de las prioridades del hombre común.

– ¿Cuáles por ejemplo?

– Se han hecho innecesariamente autódromos con gastos millonarios, más de cien millones de pesos en un aeropuerto a 60 kilómetros de otro aeropuerto como es el de Termas de Río Hondo para que pueda tener un solo vuelo por semana, ahora se va a construir un campo de golf a un costo 46 millones de pesos, un nuevo edificio para una Legislatura que lo primero que debería hacer es empezar a funcionar como un poder real del Estado y no como una escribanía como realmente sucede, palacios de convenciones, nuevos edificios y torres para ministerios que no necesitaban de estas obras. La lista es muy larga y si estos recursos hubieran sido volcados a los problemas reales de la gente que siguen siendo los mismos que hace cincuenta años, hoy cuando usted transita Santiago del Estero la gente le sigue reclamando agua, reclamado luz, cloacas. Es la Provincia con menor cantidad de cloacas en todo el país, tiene más de 60 mil viviendas precarias, en su mayoría viviendas-rancho, el 20 por ciento de los santiagueños no tiene heladeras, en una provincia caracterizada por el rigor de sus temperaturas de sus calores… Esto es tener a un sector de su población bajo un riesgo sanitario muy grande.

Reitero, a la larga lista de estos equívocos hay que comenzar a superarla planteando nuevas ideas, nuevas propuestas y a partir de este diagnóstico que desde nuestra fuerza política lo tenemos poderlo trasladar al pueblo y que esas energías puedan significar el cambio que todos deseamos para un futuro cercano.