Por Carolina Ramos

Alberto Roberti quedó bajo la lupa a fines del año pasado, cuando pegó el portazo en el Frente Peronista y fundó su propio bloque unipersonal bajo un pomposo nombre: el Frente Renovador Peronista, la semilla de un espacio cuyo indiscutible referente es Sergio Massa. Ante el hermetismo que empezó a dominar el entorno del intendente de Tigre, todas las miradas se posaron sobre el dirigente petrolero, que dio algunas señales en la Cámara de Diputados, pero aún sin arriesgar definiciones. “No debe ser Massa el primero que defina posiciones”, consideró, al opinar que su jefe político “hará lo que tenga que hacer y lo anunciará en el momento que sea”.

En una charla con Semanario Parlamentario, Roberti no ahorró críticas a otros dos candidatos que tantean el terreno bonaerense de cara a las legislativas. Sin pelos en la lengua, denunció que Daniel Scioli “transfiere fondos” a la campaña de Francisco de Narváez, al asegurar que “como el gobernador no va a tener una expresión electoral porque es parte del kirchnerismo, va a colocar legisladores de su dominio en la lista” del diputado. Además, planteó sus dudas sobre los movimientos que incluyen al líder de la CGT, Hugo Moyano, y descartó de plano a la figura del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri: “No le veo mayor profundidad en el destino electoral”, auguró.

– ¿Cómo va el armado del massismo de cara a las elecciones?

– Nosotros estamos trabajando con mucha fuerza en lo que es el desarrollo de Buenos Aires. Ese no es un tema chico, porque la Provincia es muy grande, y en función de ello estamos trabajando, articulando las distintas secciones electorales, trabajando sobre la base de articular una unidad en los distritos, y sobre eso preservar la figura de la conducción, a la espera de los sucesos que sobrevendrán cuando vengan las elecciones.

– ¿Cómo se maneja usted hoy por hoy en Diputados?

– Como Frente Renovador Peronista apoyamos lo que creemos que es racional para el conjunto de la sociedad y en función de ello respaldamos, y lo que no creemos que sea conveniente no lo apoyamos, así que tenemos una posición de libertad. Así son nuestras votaciones. El tema de la Justicia, por ejemplo, no lo acompañamos. Lo que sí decimos es que no nos parece que tengamos que seguir a ese grupo radicalizado de legisladores nacionales de distintas fracciones que actúa como si fuera un “grupo A”, y que en esa dirección lo único que logra es dar un mensaje de enfrentamiento.

– ¿Por ejemplo?

– De Narváez, (Ricardo) Gil Lavedra, la gente del Frente Peronista, que muchas veces asumen posiciones rígidas. Obviamente que no hay que acompañar cualquier cosa, pero no se puede estar en contra todo el tiempo y a todo momento. A la hora de llevar la votación, muchos de estos legisladores están explicando las cosas por televisión, lo cual creo que representa una hipocresía. Si están en contra, deben manifestarlo en la banca, y en los canales de televisión cuando corresponda, o cuando sea el momento. Esto lo he visto en reiteradas ocasiones este año.

– ¿Y con quiénes se siente cercano?

– Yo soy el presidente del Frente Renovador Peronista, y hay legisladores nacionales que públicamente están defendiendo posiciones cercanas a Sergio Massa, como Graciela Camaño, (Julio) Ledesma, Felipe Solá, y entiendo que hay otros que todavía no lo han manifestado, pero que prontamente lo harán.

– Usted mencionó la reforma judicial, ¿cómo se entiende que haya votado en contra, pero haya aportado al quórum en el debate para los primeros tres proyectos?

– Hubo dos sesiones en Diputados. En la primera entraron los temas que son casi de formalismo: dar o no dar quórum en las admisiones a la Justicia por concurso en la idoneidad en el cargo es irrelevante; tanto es así que terminó siendo aprobado por la gran mayoría de los distintos bloques. El tema central estuvo dado en la segunda sesión, donde el oficialismo tuvo su quórum, y además, digámoslo, no demoró mucho en tenerlo: media hora después de convocada la sesión lo tuvo. De cualquier manera, esa sesión, que terminó, como todos sabemos, a las 5.40 de la mañana, en el modo en el cual terminó, está demostrando que ha habido y hay una tensión muy importante, y que había un numeroso bloque de legisladores en contra.

– Volviendo a Sergio Massa, ¿por qué aún no se definió?

– En principio, hay una razón elemental: no debe ser Massa el primero que defina posiciones. En realidad ni siquiera el Gobierno defendió ni difundió posiciones respecto a las elecciones. Hay algunos intentos que están haciendo algunos sectores. No se entiende muy bien esto de De Narváez con Moyano como para enfrentar al Gobierno, pero a su vez Scioli, que es parte del Gobierno, apoyaría a De Narváez. No se entienden estos movimientos, y todavía debe ser que es muy temprano como para que haya en forma definitiva un posicionamiento. Eso explica el por qué. Massa hará lo que tenga que hacer y lo anunciará en el momento que sea. Él va a hacer lo que la ciudadanía quiera, de eso no hay dudas.

– ¿Pero no cree que lo que decida Massa determinará cómo jueguen los demás?

– Ya tuvimos a algunos legisladores invitando públicamente a Massa a participar de la elección. A mi me parece que no es el mecanismo idóneo. El mecanismo más claro es que existan conversaciones. Por otra parte, cuando Massa pronuncie su decisión, si la misma es con carácter de participación, no hay ninguna duda de que habrá internas.

– Entonces, ¿cómo debería armarse el peronismo?

– En realidad, en términos electorales nosotros todavía no hemos planteado con Sergio (Massa) cuál va a ser el diseño, y respetamos la prudencia con la cual él se maneja.

– ¿Cómo ve parados a De Narváez y a Scioli?

– A De Narváez y Scioli los veo actuando juntos, al menos tengo conocimiento de que hay un financiamiento en la decisión del gobernador: como él no va a tener una expresión electoral porque es parte del kirchnerismo, va a colocar legisladores de su dominio en la lista de De Narváez. A partir de ahí hay una necesidad de financiar y transferir costos a la campaña de De Narváez. Eso se ve claramente. De Narváez hace muchos años que es diputado nacional, y vuelve a presentarse para un cargo que no siente, y que tampoco cumple. Al menos yo lo veo con mucho desgano.

– ¿Y a Mauricio Macri cómo lo ve?

– Macri es una persona parecida a De Narváez en términos de que tiene vocación de poder. Siempre lo veo ausente, lejos de las decisiones. La verdad que no le veo mayor profundidad en el destino electoral, y mucho menos si no se plantea ser parte de un armado generando un frente con el peronismo. El PRO es una expresión muy menor, radicalizada en la Capital Federal.

– ¿Cómo está el panorama del massismo en la Legislatura bonaerense?

– Allí son siete diputados, y están desarrollando una tarea en lo que tiene que ver con marcar posiciones, que a veces son defender la posición de la Provincia, y en la mayoría de los casos denunciar distintas situaciones que deberían mejorar. Nosotros vemos, y también lo manifiestan nuestros legisladores, una dejadez muy importante; una Provincia que no tiene decisión de avanzar en los procesos de cambio, y desde esta perspectiva nos preocupa que haya situaciones como por ejemplo el mantenimiento de la red vial, totalmente desactualizado y abandonado. Nos preocupan no solamente los accesos urbanos, el cinturón de autopistas a la Capital, la autopista Buenos Aires-La Plata, sino también las rutas del interior, algo que es altamente preocupante. Es muy lamentable el estado de las rutas en la Provincia. Eso sumado a factores como la inseguridad y los tratamientos hídricos en las cuencas de nuestros ríos.