El Congreso convirtió en ley una iniciativa que busca garantizar el derecho de no videntes a transitar libremente junto a canes de compañía. Se trata del proyecto de ley que autoriza el derecho de acceso, deambulación y permanencia a lugares públicos y privados de acceso público y a los servicios de transporte público de toda persona con discapacidad acompañada por un perro guía o de asistencia.

La norma tiene por objeto afianzar el derecho de gratuidad para su usuario, y dentro del marco de convivencia, higiene y salubridad, y exige como único requisito para acreditar al perro como guía, un certificado de una institución nacional o internacional oficial u homologada que así lo avale.

El proyecto venía en revisión de la Cámara baja y apunta a asegurar otros dos aspectos, que el ingreso de una persona no vidente a cualquier espacio está integrado a la presencia constante del perro de asistencia y a la gratuidad de este acompañamiento, siempre y cuando el can no requiera la prestación de un servicio específico económicamente evaluable.

“Con este proyecto buscamos salvar el vacío legal debido a la falta de una ley nacional que permita a todos los usuarios de estos canes a ingresar a un lugar de acceso público como lo hace cualquier otro ciudadano”, afirmó la diputada Mariana Juri, autora de uno de los proyectos en los que se basa esta ley, basada también en iniciativas de las diputadas Ivana Bianchi y Silvia Majdalani y del senador Horacio Lores.

Autora del proyecto original, la puntana Ivana Bianchi expresó su emoción por la aprobación del proyecto, resaltando que “cuando ingresé en la representación política en mi caso fue para mejorar las condiciones de vida de mis pares, de los ciudadanos y de los argentinos”. Bianchi destacó que esta ley “tiene como objetivo que las personas con capacidad visual y/o motriz podrán acceder a lugares públicos y privados sin restricción alguna, con sus perros guía, o de asistencia”.

“Ojalá los ciudadanos logren vislumbrar la lucha que conlleva, el esfuerzo de las ONG, de mi equipo de trabajo y el propio -dijo-. Uno está políticamente en una posición muy difícil, donde siendo minoría, existen muchas imposiciones y ninguneos, pero hoy siento que tanto sacrificio valió la pena. Siento que estoy trabajando para mi país, y beneficiando a las personas que necesitan que la política les dé soluciones, y respuestas a sus necesidades diarias, teniendo en cuenta uno de los paradigmas fundamentales en el cual todos debemos pensar, la inclusión social, la igualdad y el respeto por las minorías. Este proyecto nos acerca a ser una sociedad más justa, más igualitaria y basada en el principio de la inclusión”.