Este 4 de junio, quisiera manifestar y hacerle llegar a los compañeros militantes, afiliados y simpatizantes de toda la provincia, mi más profundo amor y respeto por el Movimiento Popular Neuquino. Reafirmo hoy más que nunca mi convicción para mantener bien alto los principios de creación del MPN, en defensa de los derechos humanos y de la vida democrática en nuestro país.

Recordar a sus fundadores, que sintieron a nuestro querido partido provincial, como el espacio en donde poder trabajar incansablemente para mejorar la calidad de vida a los habitantes de la provincia. Debemos recordar que Neuquén era un territorio abandonado por el Estado nacional, detentaba el mayor índice de analfabetismo del país y lo mismo ocurría con la salud de la población; destaco y subrayo las políticas públicas que se llevaron a cabo para estas dos áreas.

Sabemos que aún quedan deudas pendientes por saldar y los desafíos son muchos, pero estamos convencidos que somos una propuesta válida para los próximos años, volviendo a hacer presentes una vez más, lo que pensaron e hicieron quienes fundaron y recrearon nuestro querido MPN.

El Movimiento Popular Neuquino no es un simple partido político, no es uno más. Se ha mantenido como la mejor alternativa en la consideración de la ciudadanía, que llama a participar a todos los ciudadanos de esta provincia, especialmente a los jóvenes, de un proyecto encaminado a alcanzar nuevas metas para el desarrollo social y consolidar las instituciones de la República, la libertad y la justicia para los argentinos.