Legisladores fueguinos emitieron un emotivo comunicado recordando la memoria de quien falleciera cuando ocupaba una banca por esa provincia.
Los diputados María Rosa Díaz y Osvaldo López recordaron al senador José Martínez, a dos años de su fallecimiento. Como se recordará, Martínez falleció el jueves 7 de julio de 2011 como consecuencia de un trágico accidente sufrido en la ruta 3.
El accidente ocurrió en la ruta nacional 3, a 20 kilómetros de Tolhuin, entre las ciudades fueguinas de Usuahia y Río Grande. En el auto el senador viajaba con dos asesores, que resultaron con heridas.
Oriundo de la provincia de Córdoba, de 48 años, Martínez se radicó definitivamente en Río Grande, Tierra del Fuego en 1985. Casado y padre de cuatro hijos, llegó a la política en el marco de su militancia en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Se consagró senador nacional en 2007, a través del ARI, y tenía mandato hasta 2013.
En la que fue su último acto político, Martínez fue candidato a gobernador por su partido en las elecciones del 26 de junio pasado, donde resultó reelecta la actual gobernadora Fabiana Ríos.
Sus comprovincianos María Rosa Díaz y Osvaldo López difundieron el comunicado que a continuación parlamentario.com transcribe textualmente:
El 7 de julio de 2011, en un accidente de tránsito, se nos iba José Martínez. El compañero, el senador, “pancrudo” para los amigos.
José quiso mucho a Tierra del Fuego. Pensó, elaboró y llevó a la práctica muchísimos proyectos, cuyo denominador común era la planificación a largo plazo, el objetivo estructural, la mejora de la calidad de vida de las personas. Sin parches, otorgando soluciones reales, tomando a veces el camino más complicado, que es el que lleva al mejor destino.
El senador Martínez fue un luchador incansable. Presentó el proyecto para crear una Universidad Nacional en Tierra del Fuego, y no paró hasta verlo concretado, convertido en ley. Pensó que para un desarrollo sustentable de la provincia hacía falta concretar el cruce al continente por aguas argentinas y la extensión de la ruta nacional 40 en la Isla, y puso sus energías en esa iniciativa, que hoy podemos decir con orgullo que es ley y avanza hacia su realización efectiva.
José caminó pasillos y recorrió oficinas, y aportó todo su conocimiento para que el Fideicomiso Austral fuese una realidad, para que se pensaran obras de infraestructura que ayuden a sostener el crecimiento con inclusión.
José tenía planes, que siempre estaba dispuesto a explicar en su pizarra, a mostrar sus papeles, a compartir. José fue un hombre digno y generoso.
Nos imaginamos lo orgulloso que estaría de ver cómo algunos de sus sueños se van concretando. Estamos seguros, también, de lo indignado que estaría viendo cómo la que él llamaba siempre “la corporación política fueguina” entrega vergonzosamente los recursos naturales de Tierra del Fuego a empresas multinacionales, en condiciones poco claras e hipotecando parte de nuestro futuro.
Los que lo acompañamos en su militancia, no solamente en el Senado sino anteriormente en el IPAUSS, en la vida política y sindical, sentimos el enorme orgullo y la responsabilidad que nos confiere haber caminado junto a un hombre grande, como fue José Martínez.
