Claudio Lozano aseguró que “el aumento del pan a 20 pesos el kilo demuestra una vez más el fracaso de la política de ‘congelamiento’ de precios dispuesto por el Gobierno nacional” y explicó que es “consecuencia” de que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, “autorizó un cupo de compra de trigo a los exportadores en junio de 2012 de hasta seis millones de toneladas”, en el “contexto de una cosecha de solo nueve millones”.

“Moreno esgrime la Ley de Abastecimiento amenazando productores pero no se pelea con quien debe pelearse, la trasnacional Cargill es la clave del problema”, explicó el diputado de Unidad Popular.

Y precisó: “Los precios no se congelan por arte de magia sino que es el resultado de una intervención política sobre los actores fundamentales que definen el precio de cada producto. En el caso específico al que nos abocamos, son un conjunto reducido de firmas, no más de cinco exportadoras de trigo y no más de tres procesadoras de harina de trigo, los actores principales sobre los que el Gobierno debe intervenir para llevar el pan a precios razonables en la mesa de los Argentinos”.

Lozano señaló que “entre estas empresas sobresale una por estar en los dos negocios, tanto del procesamiento de la harina como de la exportación de trigo, con una participación central”. “Se trata de la trasnacional Cargill, que es la principal procesadora de harina de trigo (con el 17 por ciento de la molienda) y la principal exportadora de trigo (con el 19,4 por ciento de exportación)”, indicó.

El legislador porteño sostuvo que “esta empresa es la tercera empresa de mayor facturación del país (solo superada por YPF y Tenaris)”.

“Es sobre el modo en que esta empresa, y también las restantes firmas (Molino Cañuelas y Andrés Lagomarsino en la molienda; y Bunge, ADM, Louis Dreyfus y Nidera en la exportación), construye sus rentabilidades disociando el precio de la harina de su costo de producción donde el Gobierno debe controlar y regular (y para eso no hace falta militantes sociales en los supermercados) para no solo congelar sino bajar drásticamente el precio de un alimento básico como el pan”, aseguró el economista.

En ese sentido, Lozano dijo que “lamentablemente el Gobierno parece tomarnos el pelo con la propuesta de que amasemos el pan en casa, mientras Cargill y un puñado más de firmas la amasa en pala a costas de la sociedad argentina”.

“Hoy, mientras el precio del pan vuela por las nubes, los exportadores son dueños del 70 por ciento del trigo disponible hasta la próxima cosecha”, concluyó.