Rige en la Ciudad de Buenos Aires la ley a través de la cual se regulan los inmuebles que tengan un destino turístico. La medida contempla a toda propiedad que se utilice para alquiler temporario turístico en los que se alojan huéspedes que pasen desde una noche hasta seis meses en el lugar y obliga a su titular a registrarlo en el Registro de Bienes Inmuebles para Locación con Fines Turísticos; órgano creado específicamente para las inscripciones inmobiliarias.

A través de la norma impulsada por los legisladores porteños Jorge Garayalde y Alejandro Amor, todo aquel que decida alquilar una propiedad a turistas en la Ciudad deberá cumplir con ciertas obligaciones que serán verificadas por el Estado porteño. El propietario deberá informar al inquilino la tarifa de su estadía, brindar los servicios pactados según el contrato firmado por ambas partes, cumplir con disposiciones de seguridad técnico-constructivas, los horarios de ingreso y egreso y también se verá en la obligación de presentar el certificado de inscripción del inmueble.

Por último, el contrato de alquiler debe redactarse en idioma castellano, con una copia en idioma inglés o del idioma nativo del huésped y, a su vez, explicitará las normas básicas de convivencia del edificio.