El nuevo jefe del Ejército, César Milani, quedó en el ojo de la tormenta desde que informaciones periodísticas advirtieron sobre un presunto pasado vinculado a la última dictadura militar y al levantamiento carapintada de 1987 contra el expresidente Raúl Alfonsín.

La presidenta de la Nación, Cristina Fernández, dispuso a fines de junio la renovación de la cúpula militar y ascendió a Milani al grado máximo de la escala del Ejército. Desde entonces, el nombramiento fue cuestionado por la oposición.

Este martes, la UCR pidió la interpelación del ministro de Defensa, Agustín Rossi, para que dé explicaciones sobre las acciones de Milani por ese entonces y las tareas que desarrolla hoy el Ejército en el área de inteligencia.

“En lugar de destinar los recursos para investigar el delito organizado, narcotráfico y trata de personas, entre otros, se los destina a realizar tareas de inteligencia sobre dirigentes opositores del gremialismo, la política, de organizaciones sociales, empresarios y periodistas. Para esto quiere el gobierno al general Milani al frente del Ejército”, consideró el diputado radical Miguel Bazze.

Por otra parte, Margarita Stolbizer (GEN) abogó por que el Senado no avale el pliego de Milani –lo haría a fines de este mes- y opinó que “Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto deberían estar a la cabeza de los reclamos al Gobierno” frente a la designación de Milani.

“Ellas también deben ellas manifestarse a favor del esclarecimiento y de los pedidos de apartamiento para el cargo”, manifestó la diputada, aunque observó que “lo más indicado sería que la propia presidenta resignara ese nombramiento para no seguir dividiendo a los argentinos en la consideración de las responsabilidades del pasado”.

Gerardo Milman, ladero de Stolbizer, también pidió convocar a Rossi al Congreso por el mismo tema y advirtió sobe la participación de Milani en el Operativo Independencia en Tucumán entre 1976 y 1977, además de su aparición en el informe final de la Comisión Provincial de Derechos Humanos de 1984 de La Rioja.

“La designación de Milani no sólo encuentra quicio en la lógica coherente que este gobierno mantiene a partir de la sanción de la Ley Antiterrorista, el montaje del proyecto de espionaje del que han sido objeto las organizaciones populares, conocido como Proyecto X, en el que también habría participado en su diseño, sino que es la consagración de la impunidad de un participe en la dictadura genocida”, alertó.

En tanto, Patricia Bullrich (Unión por Todos) denunció que el senador kirchnerista Marcelo Fuentes “cajoneó por casi un año” la denuncia que presentó “por las pinchaduras a los mails de periodistas”, en la cual se encontraba involucrado Milani.

Bullrich recordó que el 12 de octubre del año pasado había realizado, junto a otros diputados, una denuncia ante la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia del Congreso de la Nación (CBI) por el “accionar ilegal” de agentes y ex agentes de la Secretaria de Inteligencia (ex SIDE) a través de la interceptación de correos electrónicos.