En referencia a los hechos ocurridos en la previa al partido San Lorenzo – Boca, el diputado Hugo Maldonado pidió terminar con las “asociaciones ilícitas” y reflotó el debate acerca de dos iniciativas de su autoría que nunca fueron tratadas en el recinto.
El legislador radical e integrante de la Comisión de Deportes de la Cámara baja Hugo Maldonado, ante los hechos acontecidos en las inmediaciones del club San Lorenzo de Almagro, aseguró que se está frente a una acción organizada de “verdaderas asociaciones ilícitas” que exceden a la actividad deportiva y que “juegan en las internas políticas y sindicales”. Además, se quejó por la falta de tratamiento de dos proyectos de su autoría que buscan poner freno a la violencia deportiva.
El diputado chaqueño presentó en su momento dos proyectos para erradicar la violencia en el fútbol argentino. La primer iniciativa propone formar una comisión bicameral que tenga como propósito prevenir la violencia y la intolerancia en los espectáculos deportivos. Dicha comisión, indica la propuesta, estará integrada por doce senadores nacional y doce diputados naciones que serán elegidos por sus respectivos cuerpos y además deberá respetar la pluralidad de representación política de ambas cámaras.
El otro proyecto es consecuencia del anterior y apunta a inhabilitar a funcionarios públicos que tengan relación con barras como así también a dirigentes que participen de hechos violentos o que sean infractores del régimen penal y contravencional en el marco de actividades y eventos deportivos que se lleven adelante en el país.
“Este accionar mafioso debe detenerse ya mismo, con la acción del Estado por medio de sus instituciones, porque ha superado largamente la violencia deportiva y amenaza a la sociedad que ve atemorizada como estos grupos organizados para el delito no tienen freno”, afirma Maldonado.
El legislador radical entiende que la violencia en las canchas no es sólo una cuestión de riña entre barra bravas sino que cree que en los enfrentamientos entre hinchadas de distintos equipos de fútbol o incluso de facciones de una misma institución, se esconden ciertos intereses que van por fuera del deporte y de una nimia pelea por el espacio o el respeto.
“Esta gravísima situación excede a la actividad deportiva, porque estamos frente a en donde se han entretejido intereses de un mundo oscuro que juegan en las internas políticas y sindicales como fuerza de choque, que explotan el negocio de la droga, la reventa de entradas explotación ilegal de espacios públicos, la elección de dirigentes, técnicos y compra venta de jugadores”, argumenta el diputado nacional.
Por esa misma razón, sostiene que se debe investigar los indicios de complicidad existentes entre funcionarios públicos y grupos de violentos, como también las acciones y el desinterés de esclarecimiento por parte del Estado ante este tipo de situaciones.
