El senador nacional Ernesto Sanz consideró que “la tozudez del Gobierno nacional en pretender seguir con César Milani como jefe del Ejército le va a traer muchos problemas porque, en este caso, no está peleando contra conspiraciones de extraños sino que hay organismos de derechos humanos que lo cuestionan duramente. Ya no puede mantener la cantinela de decir que es el que más hizo por los derechos humanos”.

En declaraciones a la radio La 2×4/ FM 92.7, añadió: “Resulta sorprendente que en el atril, la Presidenta la emprenda contra cualquiera, arme conspiraciones acusando a diestra y siniestra y no mire su propio ombligo, observa hacia dentro del Estado que ella representa para ver qué pasó”, al hacer referencia al respaldo público de Cristina Fernández al jefe militar cuestionado y sus críticas al CELS y a la UCR.

En este marco, el legislador mendocino, advirtió:”Muchas pruebas contra Milani aparecen recién ahora porque ha habido inacción oficial. Y también de la Secretaría de Derechos Humanos, que pertenece al Estado. Esto no lo denuncio yo sino Horacio Verbitsky desde el CELS: había documentación en la Secretaría y no la hizo saber al Senado oportunamente. Esto amerita abrir una investigación paralela a lo de Milani para ver que ha pasado con las pruebas que han estado dando vuelta por ahí, entre el Ejército, la secretaria, los juzgados. Pero nadie ha hecho nada”.

Más adelante, San fue categórico: “Falló el Gobierno que se encerró en su error de mantenerlo a rajatabla. Es probable que lo sostengan porque la tozudez siempre ha sido la misma: frente al error, persisten y le echan las culpas al otro”. Y en esa dirección, Sanz pronosticó “Cristina no lo va a remover y la consecuencia es un mayor deterioro hacia afuera y hacia adentro. En la opinión pública porque se desluce la bandera de los derechos humanos que siempre anda mostrando el oficialismo. Y también va a tener problemas hacia adentro porque uno lo ve en las caras de los senadores oficialistas. Empieza a haber grietas y no va a ser la misma relación del Gobierno con algunos organismos de derechos humanos”.

Tras sostener que “en cualquier país normal y serio del mundo, Milani no hubiera durado ni cinco minutos en su cargo de jefe del Ejército después del papelón del lunes en el Senado”, el diputado radical sentenció: “Evidentemente a la Presidenta le cuesta muchísimo reconocer un error, no lo va a hacer nunca. Cree que es un síntoma de debilidad cuando en realidad reconocerlo con hidalguía es un síntoma de fortaleza y de grandeza. Aquí no hubo ninguna conspiración de nadie, salvo del propio Gobierno que, con su error, nombró a una persona con antecedentes que le impiden tener un cargo. Y en algún punto la verdad se descubrió y se impuso. Ese fue todo el problema; no hay más queso.