Por Carolina Ramos

Seguro de sus convicciones y decidido a dar batalla al massismo en territorio bonaerense, el candidato a renovar su banca por el Frente para la Victoria Héctor Recalde deslizó hace poco la idea de penalizar a los postulantes que no cumplan con sus promesas electorales una vez en el poder. En una charla con Semanario Parlamentario, el diputado da detalles de sus intenciones y apunta que “hay que informar a los ciudadanos cuando en una lista hay pensamientos contradictorios”.

Por otra parte, el ex cegetista, que trabaja en una recopilación de los proyectos para gravar la renta financiera, ratifica su apoyo a la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias: “No estamos operando política o partidariamente un reclamo que es legítimo y justo”, sostiene. “Los peronistas hacemos las cosas en su medida y armoniosamente, y quien conduce elige el sentido de oportunidad”, afirma.

Escenario electoral

– ¿Cómo observa el panorama del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires?

– Yo participé de la campaña electoral de 1962 de (Andrés) Framini en la provincia de Buenos Aires. En esa campaña, el lema era “ya hemos triunfado”: es el de hoy para mí. Porque tenemos convicción, tenemos la alegría de la militancia y decimos la verdad. No tenemos nada que ocultar, nada que engañar, no usamos el silencio como un arma equívoca… decimos todo lo que tenemos que decir en altavoz. Yo mismo me asombré de todo lo que hemos hecho, de todas las leyes laborales que hemos sacado, porque con la velocidad uno se olvida.

– ¿De qué se trata su anteproyecto para sancionar a quienes incumplan promesas electorales?

– Lo pensé a partir de algunos antecedentes históricos, por ejemplo en 1989, si se hubiera dicho lo que se iba a hacer, no se habría votado así. Cuando veo cómo se componen algunas listas… por ejemplo el Frente Renovador, que tiene integrantes del PRO, del peronismo disidente, de representantes de la Unión Industrial Argentina, de quienes votaron o apoyaron la flexibilización laboral de los ’90, de quienes propusieron o promocionaron el contenido de la Ley Banelco; cuando los veo todos juntitos y veo los antecedentes de cómo votaron la nacionalización de YPF, de las AFJP, la 125, el Fondo de Desendeudamiento, la movilidad jubilatoria, el Matrimonio Igualitario, los ticket canasta, las pasantías… por ejemplo en YPF, Felipe Solá votó afirmativamente la nacionalización… ¿y los otros? ¿Qué garantías tengo? Porque no se votan candidatos, se votan listas. ¿A quién voto yo, al que nacionalizó o al que privatizó? ¿Al que votó a favor o al que votó en contra? ¿Al que dijo “ni”, al que se ausentó o al que calla? Por eso la idea es la obligación republicana de presentar una plataforma electoral, de no tener silencios donde uno tiene que hablar, y después confrontar, si ganó, qué hizo. Eso se llama rendición de cuentas. Y que un órgano jurisdiccional nacional, por ejemplo la Cámara Nacional Electoral, exija que se diga por qué se hizo una cosa y no otra, y si no hay una explicación satisfactoria, que haya una sanción. Esto no tiene nada que ver con el pase de bloque, como dijo Clarín. Yo jamás dije que penalizaría el pase de bloque.

– ¿Y en qué constaría esa sanción?

– Eso es lo que está en análisis, pero algo que duela. Hay un principio jurídico universal que dice que no hay obligación sin sanción. Se trata de la lealtad ciudadana. De todos modos, eso no es para esta elección.

– Pero se podría objetar que cada uno arma su lista como le parece…

– Sí, pero hay que informar a los ciudadanos cuando en esa lista hay pensamientos contradictorios. Pero no matices: no hay matiz cuando dicen nacionalizo o privatizo. Hay que informarle a la ciudadanía, y hay que hablar, no hay que callarse. Si callan, nosotros vamos a hablar, para que la ciudadanía sepa y elija con transparencia republicana. Además, ¿cuál es el problema en decir lo que uno piensa que va a hacer? Eso de decir “no quiero pelearme, no quiero confrontar”… cuando vos pones un impuesto le estás sacando a uno para darle al otro, ahí estás confrontando. Cuando hay que distribuir la riqueza nacional hay que confrontar. Entonces no me vengan con esa “marketinería” de hablar del millón de amigos, que somos felices, nos queremos y nos abrazamos. Sin violencia, con diálogo, con discusión de pensamientos, pero diciendo la verdad.

El gravamen de la renta financiera

– ¿Cómo va el estudio de los proyectos para gravar la renta financiera?

– Estamos avanzando, ya tengo una recopilación de casi todos los proyectos. Son un poco menos de 20. De mis compañeros de bloque fundamentalmente hay tres: uno de (Jorge) Rivas, otro de (Carlos) Heller y el mío. Ahora estamos focalizados, por el mandato que me dio la presidenta del bloque, Juliana Di Tullio, puntual y exclusivamente en cómo se puede gravar la renta financiera. No hay ningún proyecto exclusivo sobre la renta financiera, por eso estamos desagregando sólo lo que se refiere a la renta: qué tipo de rentas hay y cómo la gravan los distintos proyectos. El fin último es tratar de ver -y por eso hay que hacer estimaciones de acuerdo con las distintas variables- cuál es el resultado económico, es decir qué recursos da al Estado gravar la renta financiera.

– ¿Hay diferencias entre los proyectos?

– Hay muy pocas diferencias, matices numéricos, pero hay coincidencias filosóficas. Coincidimos en que hay que preservar el ahorro nacional, hay que preservar al pequeño ahorrista y hay que promocionar la reinversión de utilidades. Esas son las grandes coincidencias, pero la verdad que como es un trabajo en equipo, yo no quiero avanzar más que en estas afirmaciones, además es prematuro. Me estoy reuniendo con asesores economistas para ir avanzando y ya hablé con (Roberto) Feletti y con Heller, que son los presidentes de las comisiones de Presupuesto y Finanzas. Iremos avanzando y le daremos el resultado a Juliana para que se reúna el bloque y ver qué decisión tomamos.

– ¿Por qué evalúan gravar sólo la renta financiera y no, por ejemplo, la minería o el juego, como indica su proyecto?

– Tal vez es un método cartesiano, que la presidenta del bloque quiere saber cuál sería el resultado de gravar la renta financiera. A lo mejor pasado mañana me dice “por qué no gravamos tal otra cosa”. Yo tengo un proyecto general, y tengo una absoluta confianza política en que Cristina Fernández de Kirchner, más allá de los tiempos, maneja el sentido de oportunidad, porque ella representa a los 40 millones de argentinos, y como tengo esta confianza total en la direccionalidad, espero.

– El proyecto de Alfonso Prat-Gay también exime a las jubilaciones ordinarias del impuesto a las Ganancias… ¿qué le parece eso?

– No lo vi todavía, tendría que verlo. Hay jubilaciones de gente que cobró retroactividad de tres millones de pesos, que tienen jubilaciones de 93 mil… yo no los eximiría. Hipotéticamente, si hay un jubilado que cobra 93 mil pesos por mes yo no lo eximo.

– Teniendo en cuenta que el reclamo para gravar la renta financiera viene de vieja data, ¿cómo se explica que antes se hayan negado a dar ese debate y ahora lo habiliten?

– Porque como decía el general (Juan Domingo) Perón, nosotros, los peronistas, hacemos las cosas en su medida y armoniosamente, y quien conduce elige el sentido de oportunidad. Nosotros planteamos cosas y esperamos el sentido de oportunidad. Le doy ejemplos: las AFJP, la movilidad jubilatoria, la nacionalización de YPF. O los pagos no remuneratorios, con lo de las Fuerzas Armadas. Tengo varios ejemplos, otro es la Carta Orgánica del Banco Central. Mercedes Marcó del Pont, cuando era diputada, pidió la reforma del artículo tercero de la Carta Orgánica del Banco Central. Terminó su mandato y el proyecto perdió estado parlamentario. Yo lo cacé, y con la honestidad intelectual que uno tiene que tener dije “éste es el proyecto de Mercedes Marcó del Pont, yo lo tomo”. El tiempo pasó, y salió. En cuanto a las AFJP, yo toda la vida peleé contra la privatización de la seguridad social. Es más, fui secretario general del gremio de los trabajadores previsionales, APOPS. Le cuento una anécdota: una vez salíamos de un acto con Néstor (Kirchner) y otros compañeros en Paraná, e íbamos en una combi al aeropuerto. Cuando se baja Néstor nos dice “la semana que viene Cristina va a dar un anuncio espectacular”, y me mira a mi y me dice “a vos te va a gustar mucho”. Entonces, yo le digo “decime qué es”; él se ríe y no me lo dice. Da media vuelta y se va hacia el avión. Era la nacionalización de las AFJP. Con esto de la renta financiera estamos tocando lo que de jóvenes llamábamos “la patria financiera”, aquellos que tienen la capacidad de intentar corridas bancarias, desestabilizar gobiernos…

– ¿Cuánto influyó en esto el último paro de Hugo Moyano?

– Yo de Moyano no hablo.

– Pero usted sigue a favor de elevar el piso del impuesto a las Ganancias…

– En mi proyecto planteo elevar el mínimo no imponible, cambiar las alícuotas y gravar un montón de otras cosas aparte. Ese es mi pensamiento y estoy sujeto a la decisión política de la presidenta de la Nación. Estamos moviendo, pero no demagógicamente, no estamos operando política o partidariamente un reclamo que es legítimo y justo. A veces cuando uno tiene un reclamo justo y legítimo y elige un camino equivocado, malversa el objetivo. El año pasado hubo algunas cuestiones sindicales –no de Camioneros, para dejar en claro- que eligieron un camino equivocado y conspiraron contra el objetivo justo que perseguían.

– ¿Cree que el tema de la renta financiera se empezará a discutir pronto en comisiones?

– Yo manejo ideas, no tiempos. Si usted me pregunta qué quiero: lo antes posible. Pero estoy confiado en la decisión de Cristina.