El jefe de campaña del Pro en Santa Fe, Jorge Triaca, consideró hoy que “hay mucha gente que tiene prejuicio con Miguel del Sel (Unión Pro-San Fe Federal) y se pregunta si estará a la altura de las circunstancias. Y eso no se le reclama a Hermes Binner o a Jorge Obeid, quienes ya fueron gobernadores y la provincia no está bien por sus mandatos. Se le exige un poco más que al resto”.

En declaraciones a la radio La 2×4/FM 92.7, añadió: “Ahora, cuando la gente conoce personalmente a Del Sel y ve que cada día aprende más no sólo para representarlo en el Congreso sino que tiene un proyecto provincial, siente que es la mejor representación. Le va perdiendo el miedo y se da cuenta que es una opción válida y nueva y por eso lo va a acompañar en octubre”, al hacer referencia al ex Midachi que en las PASO quedó en segundo lugar detrás de Binner pero delante del kirchnerismo, en la carrera para diputado nacional.

En este marco, Triaca reveló que quien en 2011 quedó al borde de ganar la elección para gobernador de Santa Fe “recorrió 54.000 kilómetros en unos tres meses de campaña. La verdad, es un tipo que le pone el cuerpo, que quiere estar con la gente, visita a todos y eso después se ve en los resultados”. Y en esa dirección, puntualizó que acompañar a Del Sel “es muy atípico para cualquier dirigente político porque por su procedencia y su forma de ser establece un contacto con la gente que es único. Desde el más humilde hasta el más pudiente se conectan con él de una manera muy especial y valoran su transparencia y sus ganas de transformar la realidad santafesina. Eso se transmitió en el voto, más allá de lo que decían algunas encuestas, que nos marcarnos terceros y que fue una operación”.

Al ser consultado que puede ocurrir en las elecciones generales de octubre, el diputado nacional señaló: “Creo que con Del Sel a la cabeza, vamos a lograr una polarización con Binner porque me parece que el Frente Cívico y Social ya no tiene cosas para aportar. La gestión no es buena y en los últimos días vimos conflictos grandes de control y de seguimiento, en los que no han dado respuesta. Y con mucha tristeza porque hay un clima muy lúgubre en Rosario. Queremos demostrar que estas cosas se pueden hacer de otra manera, apostando por la vida y controlar al Estado para que funcione razonablemente”.