La estrategia de la oposición de avanzar sobre el puesto de Julián Domínguez para el caso de que los números de las elecciones de octubre sean aun más favorables que en las PASO, fue apoyada por el jefe de Gobierno porteño y líder del Pro.
Mauricio Macri descartó el argumento oficial expresado por diversas fuentes esta semana respecto a que la intención de la oposición de quedarse con la presidencia de la Cámara baja en caso de ser mayoría en ese Cuerpo a partir de diciembre, sea “desestabilizadora”.
Por el contrario, el jefe de Gobierno dijo que no le parece “un problema” que la Cámara de Diputados quede en manos de la oposición. A su juicio, “no puede ser una amenaza la desestabilización”.
Tras rechazar de plano que eso represente “un golpe institucional”, como esbozó la diputada Juliana Di Tullio el lunes, Macri dijo por radio Vorterix que tomar la presidencia de la Cámara de Diputados sería “una forma lógica de ejercer la dinámica democrática”. A su juicio, “si el Gobierno nacional entiende que el resultado lo llama a una actitud más dialoguista, no creo que haya ningún problema”.
