El ministro Hernán Lorenzino presentó en el Senado el proyecto enviado por la Casa Rosada para suspender la Ley Cerrojo y reabrir el canje de deuda externa, con el objetivo de que pueda adherir el siete por ciento de los tenedores de bonos que litigan en los tribunales estadounidenses el pago nominal de los títulos argentinos defolteados en 2001.

El funcionario nacional encuadró la iniciativa en la política de desendeudamiento iniciativa por Néstor Kirchner en 2003 y que, aseguró, ha permitido que la economía argentina crezca. Lorenzino recordó que el país pagó “a los tenedores de bonos de deuda 21 millones de dólares desde 2005” y que canceló su deuda con el FMI. “Hoy esa política nos permite decir que la deuda en moneda extranjera con el sector privado representa menos del 10 por ciento del PBI”, dijo.

Agregó en ese sentido que a partir de un nuevo pago de 270 millones de dólares que se realizará en septiembre próximo la deuda externa estará por “debajo del ocho y medio por ciento en términos de PBI”.

“Lo que queremos resaltar es que todos los argentinos desde hace 10 años venimos pagando nuestra deuda, los compromisos que asumimos a partir, fundamentalmente, de la reestructuración de los inconvenientes que en materia de deuda se derivaron de la crisis del año 2001 y 2002”, precisó Lorenzino y resaltó que esta “política de desendeudamiento no registra un antecedente similar en el mundo” en la última década.

“Esta capacidad de gestionar la deuda es lo que nos ha permitido crecer. Crecimos porque no desendeudamos”, resumió el ministro de Economía y consideró que “esta política de Estado debe seguir siendo acompañada (a partir de este proyecto de ley) porque los resultados están a la vista”.

El litigio con los fondos buitres

Lorenzino sostuvo que el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York que obliga a Argentina a pagarle a los fondos buitres la totalidad de la deuda significa que quieren llevar al país al default de 2001 y que “nos quieren condicionar nuestro futuro”.

“Por eso -dijo- seguimos férreamente confiando en esta nueva instancia judicial que se abre ante la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos -quien tendrá la palabra final sobre el caso- y esperamos en ese sentido una resolución que esté en función de los argumentos que esgrimimos en nuestra defensa y que tienen como argumento la defensa de nuestra soberanía y de las decisiones emanadas de este Congreso”.

En relación al proyecto de ley en cuestión, el ministro de Economía sostuvo: “Sin perjuicio de los hechos que demuestran nuestras obligaciones con acreedores externos e internos que confiaron en el país (con la reestructuración del canje de la deuda) en 2005 y 2010, (…) queremos demostrar que existe una profunda vocación de seguir haciendo frente a los compromisos que Argentina ha asumido”.

Aseguró en tal sentido que “no queremos patear los problemas” y cuestionó a los economistas que piden al Gobierno nacional esperar el fallo de la Corte de Estados Unidos para una vez luego reestructurar la deuda.

Asimismo criticó a los “comentaristas” que aseguran que el Gobierno intenta “evadir” a la Justicia estadounidense al plantear pagar la deuda en Argentina, y no en Estados Unidos. “No aceptamos el planteo de los lobbistas, de los buitres, que plantean que hay un nuevo plan para evadir a la Justicia. Este no es un intento de evadir a la Justicia de los Estados Unidos sino, al contrario, una propuesta concreta para ratificar que Argentina tiene capacidad de pago sino que además mantiene esa voluntad de pago que hemos manifestado”, aseguró Lorenzino.

El ministro se refirió así al proyecto enviado por la Casa Rosada que propone que los pagos se cancelen en Buenos Aires para evitar posibles embargos en caso de que la Corte Suprema de los Estados Unidos falle a favor de los fondos buitre.

El funcionario explicó que la intención de esta nueva reestructuración de la deuda es “asegurar que aquellos que entraron en el canje (de 2005 y 2010) no sean traicionados con aquellos que no habían entrado”, es decir, los fondos buitres. “Les queremos brindar a esos acreedores de 2005 y 2010 la seguridad de que ese tratamiento igualitario se va a seguir mantenido”, insistió.

“(Este proyecto es la) reafirmación de esta capacidad y voluntad de pago”, aseguró Lorenzino, que enfatizó en reiteradas oportunidades que “no fue este Gobierno el que contrajo la deuda” en cuestión.

Finalmente el ministro pronosticó que “a este juicio va a seguirle otro juicio” y “por eso el mensaje es que quien quiera cobrar en términos absolutamente equitativos con el 93 por ciento (que adhirió al canje) podrá sumarse y cobrar de forma regular como lo viene haciendo quienes entraron en 2005 y 2010, en los mismos términos”.

“Quienes quieran seguir haciendo juicios nos encontrarán defendiendo los intereses del país con todas la herramientas legales posibles”, concluyó el titular de la cartera de Economía.