Hace exactamente sesenta y seis años, la Cámara de Diputados que hoy tengo el honor de integrar, votaba favorablemente y por unanimidad una ley que sería central para el reconocimiento y ejercicio de derechos fundamentales para el género femenino.

Se trató de la Ley 13.010, que otorgó a las mujeres de todo el país el derecho a voto, producto de una esforzada y valiente lucha de muchísimas de ellas por conseguirlo desde inicios del siglo XX.

Si bien en la actualidad nos resulta difícil pensar en una sociedad en la que las mujeres careciéramos de un derecho tan elemental como el de poder elegir a nuestros representantes, ciertamente previo a la sanción de la ley ello era una triste realidad, motivada por el pensamiento machista de época que consideraba a la mujer una entidad inferior al hombre. Ella, según se decía, no podía entender cabalmente las responsabilidades del voto, y por eso no debía participar de tan alto privilegio.

Gracias a una metódica e incansable labor, con el reconocimiento de varios diputados que impulsaron proyectos pro voto femenino primero, y con el impulso que significó la entrada en escena de una figura como la de Eva Duarte de Perón, que tomó la bandera de esta causa luego, se logró lo que jamás debiera haber estado en duda; un derecho cívico fundamental, irrenunciable, y básico de toda persona humana.

Este hecho histórico, del cual hoy se cumple un nuevo aniversario, es un colorido y triunfal logro de la democracia, pero además constituye una firme señal de avance y progreso de las mujeres argentinas, que aquí estamos una vez más intentando mostrar al mundo que una realidad más pacífica, humana, donde prime la vida y el respeto por el otro, es posible en tanto tenga los rasgos de la sensibilidad y la entrega femeninas.

¡Por ello, salud, mis queridas connacionales!

Olga Elizabeth Guzmán es diputada de la Nación Argentina