El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, defendió ante las comisiones de Finanzas y Presupuesto de la Cámara de Diputados el proyecto para reabrir el canje de deuda, al destacar “la reafirmación de la capacidad y la voluntad de pago” de nuestro país y criticar el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York.

“Hace diez años que la Argentina viene pagando sin recurrir a endeudarse con el sistema financiero y sin descuidar el mercado interno”, explicó el funcionario, tras un repaso por los canjes de 2005 y 2010.

En esta línea, sostuvo que la reestructuración de los títulos públicos “ha permitido que la deuda deje de ser un condicionante para la Argentina” y recalcó que esta negociación, destinada al siete por ciento de los tenedores de bonos que quedaron afuera, se hará “en las mismas condiciones” que las dos anteriores.

“No aceptamos el planteo de algunos lobbistas respecto de que hay un plan para evadir a la Justicia de Estados Unidos”, enfatizó Lorenzino, y añadió que “el fallo (del juez Thomas Griesa) no sólo es un ataque que pretende generar incertidumbre sobre la voluntad de pago, sino que busca perjudicar la imagen de la Argentina frente a los acreedores”.

Asimismo, consideró que “los fondos buitre no tienen un genuino ánimo de lucro, sino que pretenden ganancias extraordinarias a costo del crecimiento de la Argentina”. “En esta materia debe seguir habiendo una política de Estado”, concluyó.

Sentado a su lado, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, indicó que “la política de desendeudamiento de este gobierno tiene una íntima relación con el crecimiento y la inclusión social”, y destacó que “es uno de los pilares de la última década”.