La diputada oficialista Griselda Herrera manifestó su “beneplácito” por al lucha por la “democratización” de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLAR), pero rechazó la propuesta del radicalismo para intervenir la institución.

Docentes y estudiantes tomaron esta semana la Escuela de Arquitectura de la UNLAR en rechazo al despido de profesores próximos a jubilarse, a la falta de becas y de un comedor universitario, así como a la “persecución” al estudiantado por parte de las autoridades de la casa de estudios.

También reclaman al cese de la reelección indefinida del rector, Enrique Tello Roldán, quien conduce la UNLAR desde 1995.

Frente a esta situación, la diputada Herrera señaló que este conflicto “viene desde hace muchos años” y reconoció que “no hubo tanto espectro político apoyando la recuperación de la fuente laboral de esos docentes”

La legisladora riojana señaló que con el pasar de los años fue formándose “esta olla de explosión”, y vio con beneplácito que los alumnos hayan salido a reclamar “la verdadera democratización de la universidad”.

“Lo que todos sabemos es que a lo largo de los años, cuando se elige a los docentes, codocentes y a la cúpula de la universidad, siempre hubo presiones y situaciones engorrosas para llegar a las actuales autoridades”, recordó Herrera, como exalumna de la UNLAR.

La diputada del Frente para la Victoria sostuvo que “el tiempo pasa” y que “nuestros docentes y alumnos han tomado la firmeza de defender sus puestos que necesitan para seguir perfeccionándose”.

“La UNLAR, es orgullo de los riojanos; lo que no será orgullo es el manejo y la forma de dirigirla. Creo que eso se tiene que terminar, porque las instituciones no se deben convertir en unicato”, reflexionó.

Y remarcó que esta lucha la llevan desde hace años muchos docentes, y “hoy esto ha empezado a mostrar la participación masiva de nuestra sociedad, y creo que es bueno, pero sí creo, que hay que llegar a una instancia de diálogo”.

Finalmente Herrera pidió “racionalidad y equilibrio”, y denostó “el oportunismo político de aquellos que están en distintas fuerzas” y “que utilizan esta instancia de superación en la casa de los docentes y alumnos para tomar banderías políticas, y pretender hacer proyectos de intervención a la universidad”, en alusión a la propuesta de los diputado de la UCR Inés Brizuela y Doria y Julio Martínez.