El oficialismo consiguió aprobar con 40 votos el proyecto que prolonga la vigencia de este tributo. La oposición exigió en vano su coparticipación plena.
Dentro del paquete económico que se debatió este miércoles en el Senado, el Frente para la Victoria se alzó con la sanción de una nueva prórroga del Impuesto a los Créditos y Débitos Bancarios, más conocido como Impuesto al Cheque.
El proyecto del Poder Ejecutivo fue convertido en ley con 40 votos, contra los 27 del arco opositor, que reclamó sin éxito que el tributo se coparticipe en su totalidad.
El Impuesto a los Créditos y Débitos Bancarios se implementó tras la crisis de 2001 junto con la emergencia económica.
A través de este tributo, el Estado nacional recauda el 0,6 por ciento de cada cheque que se deposita y el mismo porcentaje del que se cobra, de manera que el cliente no puede evadir el pago.
Algunas operaciones están exentas, como la cuenta sueldos o de jubilados, y en algunos casos se puede computar parte del impuesto como pago a cuenta de otros impuestos, como Ganancias y Ganancia Mínima Presunta.
Con el esquema actual, el Gobierno nacional se queda con el 80,3 por ciento de los 69.990 millones de pesos presupuestados, la ANSES recibe el 4,5 por ciento y los Aportes del Tesoro Nacional (A.T.N.) un 0,2, mientras que las provincias receptan el 15 por ciento.
Otros impuestos
La Cámara alta también avaló, con igual cantidad de votos, la prórroga del Impuesto al Precio Final de Venta de Cigarrillos, al Impuesto de Capital sobre las Cooperativas, y del Monotributo, todos remitidos por el Ejecutivo.
