Como en toda elección, hubo quienes quedaron muy bien parados y otros a los que les fue verdaderamente mal. Un repaso de todos los legisladores que ingresaron en esos rubros el domingo 27.
Sonrisas y caras tristes dejaron los comicios legislativos, aunque queda claro que todos optaron por poner las caras de felicidad más grandes, así hubieran perdido. Fue lo que se vio por ejemplo en el acto central del Frente para la Victoria en esta capital. Pero amén de ello, hubo claros ganadores y perdedores; algunos se repondrán, seguramente -la política, como el fútbol, siempre da revancha-, aunque otros difícilmente puedan revertir la cuesta.
Pum para arriba
Veamos las caras de felicidad genuinas que se registraron el domingo y todavía persisten. En primer lugar, obviamente, habrá que ubicar al intendente de Tigre y líder del Frente Renovador Sergio Massa, quien fue portada de todos los diarios del país el lunes y cuyo nombre recorrió los medios del mundo a la hora de reflejar el resultado de las elecciones argentinas. Está claro que lo suyo no será la labor legislativa, que el hombre está para las grandes ligas y que ya ha emprendido un camino presidencial, pero por sus pergaminos será un protagonista central de los próximos dos años en la Cámara de Diputados.
En la Capital Federal, por las luces del centro, hubo varias figuras iluminadas y otras que quedaron claramente opacadas. Entre las primeras, en el punto más alto del podio, Gabriela Michetti, convertida en senadora nacional con un 39,25% que superó largamente lo alcanzado en las PASO. La actual diputada salió muy bien posicionada de cara a su objetivo de suceder en dos años al jefe de Gobierno, y si bien casi nadie se acuerda del tema, se le debe iluminar la cara cuando le recuerdan su decisión de no mudarse electoralmente hablando a la provincia de Buenos Aires.
En el mismo rubro se destaca Fernando “Pino” Solanas. La senaduría por la minoría en la Ciudad de Buenos Aires era una de las grandes incógnitas de esta elección y, por lo tanto, el líder de Proyecto Sur fue una de las figuras centrales, al truncar un tercer mandato de Daniel Filmus. Su ahora aliada política Elisa Carrió fue también protagonista central del comicio, y a ella Solanas sin dudas le debe la senaduría. Aunque no le alcanzó para ganarle a Sergio Bergman, de quien quedó a dos puntos en el resultado final. Pero lo cierto es que UNEN logró la misma cantidad de diputados que el ganador Pro, por lo que no hay dudas que la experiencia fue más que meritoria.
En Santa Fe, el ganador cantado era Hermes Binner, quien con su 42,37% logró una arrasadora victoria, si bien no consiguió duplicar al segundo, como anticipaban las encuestas. Tal vez le faltó al Frente Progresista Cívico y Social lograr un diputado más -consiguió 4- para dar más brillantez al resultado, pero está más que bien para los socialistas, que ya llevan seis años al frente de esa provincia.
Quien salió segundo, Miguel Del Sel, es otro de los grandes ganadores sin haberse impuesto en la elección. Consiguió 24,17% de los votos, casi cinco más que el Frente para la Victoria, y tres diputados para la causa. Más que bien para la segunda experiencia electoral del exMidachi.
Vayamos al oficialismo y ahí encontraremos a dos gobernadores victoriosos: Jorge Capitanich y Sergio Urribarri, quienes si bien no ingresaron al Parlamento, figuraron en estas elecciones por haber puesto sus nombres como candidatos a senadores suplentes, de ahí que los resultados de sus provincias hayan potenciado sus figuras. En el caso del chaqueño, desde temprano el Gobierno nacional lo había elegido como una de las caras a exponer a la hora de mirar la mitad del vaso lleno, pues había mejorado notoriamente el resultado de las PASO, llegando al 59,31% para diputados (contra el 36,21 de Unión por Chaco) y 60,60% para el Senado (34,92 Angel Rozas).
En el caso del gobernador entrerriano, no le fue tan bien como en las PASO, pero siguió siendo holgada su victoria: 46,24 para senadores (25,70 el segundo) y 46,61 en Diputados (23,43). Los nombres de ambos están al tope de los kirchneristas que no ven a Daniel Scioli para una eventual sucesión para continuar “el modelo”.
Alfredo De Angeli deberá ser incluido en esta lista, habida cuenta de que si bien tampoco ganó, sí derrotó nada menos que al radicalismo, relegándolo por seis puntos en la provincia de Entre Ríos. Otro caso de una primera experiencia más que meritoria.
El radical Julio Cobos emerge como otra de las grandes figuras ganadoras de esta elección. Tampoco logró la proeza de alcanzar el 50% de los votos que en algún momento las encuestas le diagnosticaron, pero el 47,72% no es para nada desdeñable, sobre todo si se tiene en cuenta que le sacó 20 puntos al gobernante Frente para la Victoria. El exvicepresidente emerge así como uno de los presidenciables de 2015.
Sí pasó el 50% Mario Das Neves en Chubut. 52,67, para ser más precisos, y en este caso más que duplicó al segundo (23,24%). Dicen que la venganza es el placer de los dioses y es lo que debe haber sentido el exmandatario por partida doble: porque venció nada menos que al gobernador que él había promovido y luego se fue a los brazos presidenciales, y por derrotar al Gobierno nacional, representado por uno de sus ministros al frente de la lista kirchnerista.
Siguiendo en la Patagonia, uno de los grandes ganadores del oficialismo fue sin dudas el jefe del bloque kirchnerista del Senado Miguel Pichetto, quien consiguió revalidar su banca con un resultado contundente y ya es considerado como uno de los hombres de peso para la transición y el futuro.
El radical Eduardo Costa volvió a resultar victorioso en Santa Cruz, nada menos que la cuna del kirchnerismo. Como en 2009, el actual diputado nacional volvió a derrotar al kirchnerismo, en este caso por casi 20 puntos. Costa alcanzó un 42,13% de los votos. Se verá si esta vez sí le sirve como trampolín para en dos años alzarse con la gobernación.
En el oficialismo, el formoseño Juan Carlos Díaz Roig volvió a alardear -como en las PASO- con haber sido el candidato kirchnerista más votado en todo el país, solo superado por el 76 por ciento que cosechó la lista de diputados del Frente Cívico de Santiago del Estero, un aliado K. Díaz Roig logró el 60,11%.
En Jujuy, los radicales del Frente Jujeño se habían quedado en las PASO con la amargura de haber perdido por el canto de una uña. Esta vez en cambio lograron imponerse por casi dos puntos, sumando nada menos que el 40,15% y poniendo un diputado más que el Frente para la Victoria. Aquí las caras de la victoria fueron Mario Fiad, cabeza de lista, y el referente jujeño radical Gerardo Morales.
Otro radical de meritoria actuación fue el riojano Julio César Martínez, quien había derrotado nada menos que al peronismo por primera vez en esa provincia. Ahora no lo consiguió, pero quedó apenas a medio punto del FpV y repartió en partes iguales los diputados.
En Neuquén, el gremialista petrolero Guillermo Pereyra logró imponerse nuevamente para el Senado, duplicando con su 41,92% los votos del Frente para la Victoria, y quedando muy bien posicionado para la gobernación en dos años.
Los derrotados
Así como fue el gran ganador de 2009, Francisco de Narváez reafirmó este año la derrota que ya había tenido en 2011. Jamás debe haber imaginado en las negociaciones para la confirmación de listas que terminaría consiguiendo apenas dos diputados, y sólo 4 décimas más que el Frente de Izquierda. Su magro 5,46% lo deja muy herido políticamente para su futuro y difícilmente pueda soñar en lo inmediato liderar algún proyecto. Aunque el espejo de Elisa Carrió puede servirle para fortalecer su espíritu.
Daniel Filmus no pudo lograr su objetivo de conseguir al menos la banca por la minoría en el Senado y quedó a más de 4 puntos del segundo. Debe haberlo afectado el affaire Cabandié, aunque no podrá endilgársele al diputado electo la responsabilidad de la derrota de Filmus. Igual, Juan Cabandié es otro de los derrotados del domingo.
Jorge Obeid es reconocido por propios y extraños como uno de los mejores gobernadores que tuvo Santa Fe. Sin embargo, ese dato ni mucho menos su reconversión al kirchnerismo para encabezar la lista del FpV en esa provincia le dio resultado y terminó tercero en la elección.
Claramente el ministro de Agricultura Norberto Yauhar fue uno de los grandes derrotados, sobre todo por los guarismos registrados en Chubut, donde Das Neves le pasó literalmente por arriba. Habrá que ver si sobrevive ahora dentro del gabinete cristinista.
En Río Negro, uno de los más golpeados fue el exgobernador Miguel Saiz, quien impensadamente no llegó a quedarse ni siquiera con la senaduría por la minoría.
Una sensación ambivalente podrá asistirle a Eugenio “Nito” Artaza, quien siendo senador fue candidato a diputado nacional y logró un 10,30% de los votos, 32 menos que el segundo, el FpV y a 36 del ganador Encuentro por Corrientes. Pero el senador correntino prefirió resaltar que mejoró su performance con respecto a las elecciones para gobernador y que la suya es una construcción que va avanzando. Se verá qué resultados logra.
Y por último, tenemos al hiperpromocionado Martín Insaurralde, el candidato principal del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires. No logró siquiera el objetivo de limitar a un dígito la diferencia con Sergio Massa. Y sobre todo quedaron “granos” en su campaña por los que ahora le pasan facturas, tales como haber apelado a hacer campaña con su “romance” con Jesica Cirio, la baja de la edad de imputabilidad y hasta la foto con el papa Francisco. Lo que es peor, no puede volver sobre sus pasos y continuar como intendente de Lomas de Zamora. Habrá que ver qué lugar le dejan sus futuros compañeros en la Cámara de Diputados.
