El radicalismo llega a fin de año forzado a modificar las autoridades de sus bloques en ambas cámaras. Pasa que sus dos presidentes dejan las cámaras que habitan, curiosamente por razones contrapuestas: uno porque no logró ser reelecto y el otro porque sí lo fue.

Sucede que el titular en Diputados, Ricardo Gil Lavedra, quedó fuera de carrera directamente en las PASO, ya que en esas elecciones la lista que encabezaba no logró el número de adhesiones suficientes como para que el jurista pudiera integrarse a la lista definitiva de UNEN, con lo que tempranamente se supo que a fin de año daría las hurras.

En el caso del Senado, el tucumano José Cano se jugó una patriada en su provincia para ver si podía obtener un resonante triunfo que lo posicionara para 2015 frente al alperochismo, y si bien hizo una buena elección, no le alcanzó para vencer. Con todo, logró dos de las cinco bancas en disputa, y por lo tanto se consagró diputado. Así las cosas, con dos años más de mandato como senador, el actual presidente del bloque radical de la Cámara alta dejará su lugar allí y será reemplazado por quien lo secundaba en la lista para diputados, posibilitando así un nuevo mandato de José Casañas como diputado.

Fuera de carrera en el Senado, Cano le deja el camino libre al jujeño Gerardo Morales, quien según confiaron a parlamentario.com todas las fuentes consultadas, es número puesto para volver a presidir esa bancada. Ya lo hizo cuando en 2010 reemplazó a Ernesto Sanz, al dejarle al mendocino la conducción del radicalismo. Luego ocupó ese puesto el formoseño Luis Petcoff Naidenoff, al que sucedió el tucumano José Cano.

En Diputados está más complicada la sucesión. En su momento Ricardo Gil Lavedra fue ungido a partir de un acuerdo establecido entre el cordobés Oscar Aguad y el bonaerense Ricardo Alfonsín. El hijo del expresidente de la Nación era entonces una figura ascendente en su partido al punto tal de ser finalmente consagrado candidato presidencial en 2011, y estableció con Aguad un acuerdo para alternar la presidencia del bloque y la vicepresidencia segunda de la Cámara. Aguad encabezó la bancada y conforme lo acordado le dejó su lugar al alfonsinismo para ser autoridad de la Cámara; cuando tocó invertir los roles, Alfonsín estaba en campaña presidencial y delegó el cargo a manos de Ricardo Gil Lavedra.

Ahora Aguad considera tener sobrados méritos para volver a presidir el bloque ante la salida del diputado porteño. El alfonsinismo no lo apoya, apostando en cambio a otro cordobés, Mario Negri, justamente actual vicepresidente segundo de la Cámara baja.

Entre las figuras que llegan al Parlamento en el mundo radical, una de las principales es sin dudas el mendocino Julio Cobos. Pero ni pensar en él para presidir la bancada, pues el exvicepresidente de la Nación tiene otras aspiraciones por lo que no tendría tiempo para conducir el bloque. Sus diputados apoyan a Aguad.

Sin embargo, un conteo realizado para parlamentario.com por un legislador del partido centenario permite inferir que Negri sumaría más voluntades para ser ungido al frente de la bancada. Contaría con los votos de los diputados jujeños, los riojanos y los chaqueños, entre otros.

Para la vicepresidencia segunda que le corresponde a la UCR, suena Julio Cobos, pero todavía el mendocino no ha dado señales de si le interesa o no ese cargo, luego de haber sido vicepresidente de la Nación. “Si no es él, será quien él señale”, señaló un radical consultado.