Negó un apuro del oficialismo por aprobarlo y, por el contrario, sostuvo que por una cuestión de respeto a los legisladores que integraron la bicameral que trabajó en el tema, se está cumpliendo con lo acordado que era presentar en esta época los predictámenes.
El titular de la Comisión Bicameral que trabaja en la unificación de los códigos Civil y Comercial rechazó la afirmación de la oposición respecto al apuro oficialista para aprobar el proyecto. Dijo que, por el contrario, la comisión “lleva adelante un trabajo intenso de dos años” y recordó “las más de 30 audiencias públicas desarrolladas por todo el país” para debatir el texto de la reforma.
En ese sentido dijo que “por respeto” a los legisladores que trabajaron todo este tiempo con los códigos, “la intención es, acorde a lo que se combino en la comisión, con motivo del curso del año electoral, que se suspendieron las reuniones de discusión plena, pero se mantuvo el trabajo de los asesores y legisladores, pero con el compromiso de que llegada esta etapa del año se presentarían los preproyectos de dictamen, para buscar consenso”.
Aclaró además que “hubo un intercambio de once mil cuestiones”.
En diálogo con radio Continental, sostuvo que durante la elaboración del borrador finalmente presentado al Senado, “hubo un intercambio de once mil cuestiones” entre la comisión de la Corte Suprema y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
“Hubo un debate abierto de dos años con más de dos mil ponencias sistematizadas, puestas en red, compartidas por asesores y legisladores. Y fundamentalmente este trabajo amerita también por el propio respeto a los miembros de la comisión que trabajaron en el texto y cuyo mandato termina a fin de año, y acorde a lo que se convino, se suspendieron las discusiones de discusión plena y se mantuvo el compromiso de buscar el mayor consenso”, expresó Fuentes.
Respecto a las modificaciones, Fuentes dijo que el oficialismo efectuó 170, y aclaró luego que no se trata respecto a la elaboración de dictámenes de “una cuestión de bloques”, por cuanto “esto afecta la vida, las relaciones privadas de todos los argentinos”.
Pese a los reclamos de la Iglesia, el oficialismo no introdujo cambios sustanciales al proyecto de modificación y unificación del Código Civil y Comercial. Según el texto dado a conocer ayer, el kirchnerismo mantendrá en pie el divorcio exprés, la fertilización asistida para matrimonios del mismo sexo, la gestación post mórtem y las uniones convivenciales, entre otros puntos, que las autoridades eclesiásticas cuestionan abiertamente. Las únicas concesiones que aceptó el oficialismo son, principalmente, dos. Una, la eliminación del texto del artículo sobre gestación por sustitución, conocido como alquiler de vientres. La otra, el reconocimiento de que la existencia de la persona humana comienza con la concepción.
El senador nacional Fuentes admitió que “se sacó el alquiler de vientre y también hubo ajustes. Entorno a embriones, estaba la discusión con sectores religiosos, cuyos pedidos fueron decepcionados”.
En cuanto a cuestiones como la adopción, el predictamen indica que el niño puede ser adoptado “por un matrimonio, una unión convivencial o por una sola persona”. Además, se subraya que “una adopción constituida en el extranjero debe ser reconocida en la Argentina cuando haya sido otorgada por los jueces del país del domicilio del adoptado”.
