El senador Salvador Cabral, una de las siete espadas de Maurice Closs en el Congreso Nacional, confirmó que permanecerá en el Frente para la Victoria, pese a que el gobernador de Misiones había anunciado hace algunos meses que sus legisladores se escindirían del oficialismo para formar una bancada aliada.
Por Pablo Riveros
No voy a formar un bloque aparte, porque estoy absolutamente de acuerdo con el proyecto kirchnerista”, afirmó sin titubear el senador nacional Salvador Cabral ante Semanario Parlamentario. No obstante, el legislador oriundo del Frente Renovador de la Concordia Social (FRCS) -la agrupación que gobierna Misiones desde 2003- no ocultó sus objeciones a la Casa Rosada. Y a diferencia de muchos de sus pares del kirchnerismo, se atrevió a cuestionar con dureza al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, tanto por sus modales como por sus medidas económicas.
Precisamente la semana pasada, el mandatario misionero reactivó sus críticas al supersecretario por el tema de la inflación. “La industria yerbatera depende directamente de las políticas de precios de la Secretaría de Comercio Interior de la Nación, que en muchos casos, desincentivan la producción”, dijo Maurice Closs.
Más explícito, Cabral aseguró que “Moreno le está haciendo un gran daño a la presidenta y al proyecto popular que queremos fortificar entre todos”.
En tanto, en relación al tema de los precios, el senador oficialista consideró que la Casa Rosada debe reproducir el “pacto social” que implementó Néstor Kirchner para que la inflación no desborde al Estado. Sin embargo, Cabral afirmó que “no hay una inflación descontrolada, pero hay una evidente intención de descontrolarla” por parte de algunos sectores económicos.
– ¿Se va a ir del Frente para la Victoria?
– Nosotros somos independientes, defendemos los intereses de Misiones, pero votamos las iniciativas del proyecto nacional kirchnerista con el cual estamos de acuerdo, por eso integramos el bloque del Frente para la Victoria. Hubo diputados que dijeron que iban a armar un bloque aparte. Pero yo no voy a formar un bloque aparte porque estoy absolutamente de acuerdo con el proyecto kirchnerista, independientemente de que pueda disentir con algunas declaraciones de algún funcionario; eso es secundario en política. Jamás recibí alguna directiva del gobernador sobre el tema. Tengo decisión propia y por eso ya le confirmé al presidente del bloque (Miguel Pichetto) que no me voy.
– El anuncio de la escisión del FRCS del FpV en el Congreso se efectuó luego de que el oficialismo misionero disminuyera su caudal de votos en las elecciones provinciales de junio y en las PASO de agosto. Sin embargo, se recuperó en las elecciones de octubre y retuvo las dos bancas que ponía en juego en Diputados. ¿A qué se debieron estos cambios?
– El Frente Renovador de la Concordia nació a fines de 2002, con el entonces gobernador (Carlos) Rovira, el partido que yo presidía -que era el de Abelardo Ramos-, y 19 intendentes radicales más el presidente de la UCR de la provincia, que abandonan el partido y se incorporan a este frente. En ese momento todavía no existía el kirchnerismo. Luego se producen cambios en el Gobierno nacional y el gobernador produce cambios en el gabinete para que nos incorporemos los representantes del FRCS. En nuestra primera elección, en 2003, sacamos 250.000 votos, contra 150.000 del PJ y 60.000 de la UCR. Desde entonces nuestro número histórico es siempre ese. Aunque hubo dos excepciones. Una, en la elección provincial de 2011, donde hubo una polarización tal que nos llevó a sacar 370.000 votos; fue cuando Maurice Closs obtuvo la reelección y nos llevamos 18 de los 20 diputados provinciales que se elegían. La otra excepción fue este año, en las elecciones legislativas de junio, cuando el FRCS baja a 200.000 votos y la UCR sigue con 60.000 votos. Sin embargo, en las elecciones legislativas nacionales de octubre, volvimos al punto histórico, con 260.000 votos, es decir, el mismo caudal desde hace 10 años. Nosotros, como somos anteriores, no formamos parte del Frente para la Victoria, que es una minoría en Misiones. Fíjese que cuando el FRCS sacó 350.000 votos, el FpV sacó 15.000. Y cuando se eligieron los senadores nacionales en 2011, el partido decidió repartir en algunos departamentos las boletas del FpV porque corríamos el peligro de que la UCR se quedara con la senaduría por la minoría, ya que estaba a 1.000 votos del FpV. De esta manera garantizamos los tres senadores de Misiones para el poder nacional. A partir de eso, el FpV vuelve entre 20.000 y 30.000 votos; el PJ vive la misma crisis desde hace 10 años, no puede salir de ese caudal.
– Cuando el FRCS disminuyó su cantidad de votos en las elecciones legislativas provinciales de junio, algunos lo justificaron por retrasos en el giro de fondos del tabaco. ¿Fue así?
– Es una interpretación de varios dirigentes de la provincia, pero no creo que haya sido por eso. Todo el mundo sabe que el kirchnerismo en Misiones es el Frente Renovador de la Concordia. Lo que bajamos en este caso fue el mismo porcentaje que bajó el kirchnerismo en toda la Nación. Eso de mandar dinero me parece una explicación un poco simplista. Acá hay una verdadera política a favor de los sectores populares; y si se retrasa unas semanas el fondo, no por eso la gente te va a votar en contra.
– Hay muchas expectativas por la conformación de una estructura nacional que sustente la candidatura presidencial de Sergio Massa. ¿Cuál fue su impacto en Misiones?
– No sé que va a pasar con Massa. Los porteños por lo general no crecen; el último presidente oriundo de la Capital Federal fue Bartolomé Mitre. Después de él, todos fueron provincianos, incluyendo a los bonaerenses. Y Massa se fue de Capital a la provincia de Buenos Aires. Por ahora Massa tiene el mismo peso que tuvo el amigo colombiano (por Francisco de Narváez) en 2009. No me extrañaría que en Misiones Massa se alíe a Ramón Puerta, a quien no le fue bien tras ponerse a las órdenes de Mauricio Macri (el exgobernador compitió sin éxito en las elecciones para senador en 2011 y para diputado en octubre pasado). Macri es otro que tampoco tuvo mucho impacto en Misiones, como tampoco lo tuvo en el resto del país. Lo de Santa Fe con (Miguel) Del Sel fue un accidente de la política, como el caso del colombiano en la provincia de Buenos Aires: un chispazo. Ahora, no sé si Massa lo va a cooptar a Puerta, porque realmente éste va en caída libre en cantidad de votos: de 150.000 se fue a 60.000.
PANORAMA ECONOMICO
– ¿Cuánto le preocupa la cuestión de la inflación?
– Uno de los índices de peligro es cuando no hay inflación. El otro es cuando la inflación se escapa al control del Estado; en ese caso suele ser una de las características de lo que hoy puede llamarse “golpes económicos”: los grandes factores de poder, los formadores de precios, cuando quieren sacarse un Gobierno de encima ponen en juego la inflación o el desabastecimiento. Algo que ya conocemos porque ocurrió durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón -que lo solucionó-; durante el gobierno de Isabel (Perón) -terminamos con un golpe de Estado-; y también pasó con (Raúl) Alfonsín cuando tuvo que abandonar el Gobierno. En ese momento, hasta ahora, más o menos hay un equilibrio entre las paritarias y la inflación; lo que se arregla en las paritarias es casi lo que aumentan los precios. No hay una inflación descontrolada, pero hay una evidente intención de descontrolarla. Lo que pasa es que como hay un mercado en crecimiento no puede haber desabastecimiento y descontrol. Yo creo que si el Gobierno mantiene su control, no va a ser la inflación una variable de peligro.
– ¿Qué medidas debe adoptar el Gobierno para controlar la inflación?
– Esto ya lo hizo (Néstor) Kirchner: llamó a los formadores de precios, que fueron los principales supermercados, los principales industriales, también a los obreros –ahora es más difícil porque no hay una sola CGT-. Así se pactaron los precios; y cuando salieron las inspecciones a los quince días se vieron que una de estas firmas incumplió con el pacto, se la penó y cerró. Así se paró la inflación en ese momento, porque se tomó en serio ese pacto social que hay que hacer devuelta, de manera urgente.
– El Gobierno ya implementó una mesa de diálogo con empresarios y sindicalistas.
– Pero los que están sentados en las mesas de diálogo no representan a todos los sectores. Creo que hay que hacer una apuesta más amplia y tomarse en serio que el Estado no tiene que dejar que la inflación se le escape.
– ¿Comparte las críticas del gobernador Maurice Closs al secretario de Comercio?
– Me parece que esta es una vieja “pica” entre el secretario de Comercio y el gobernador, porque el primero una vez se refirió al segundo diciendo que para hablar con él tenía que venir de rodillas desde Misiones, algo que hizo públicamente. Me parece que esta fue una declaración desmedida y mal educada por parte del secretario. Porque al secretario de Comercio no lo eligió nadie y al gobernador lo eligió el 77 por ciento de la población de Misiones, por lo que el insulto fue a toda esta población. Moreno es una persona desubicada y mal educada. Tiene que aprender educación para poder dirigir una sección tan importante como es la Secretaría de Comercio. Ya bastante tenemos con sus actitudes. Le está haciendo un gran daño a la presidenta y al proyecto popular que queremos fortificar entre todos.
– ¿Qué le hacen daño: sus modos de ejercer el poder o sus políticas concretas?
– Sus medidas. Porque él es un nacionalista pre-peronista. Perón decía que había que levantar las barreras aduaneras con Brasil y él con sus prohibiciones llevó a dejar cerrada la fábrica de zapatillas del Eldorado durante seis meses porque no se podía importar una parte de las zapatillas. Así se dejó a cinco mil personas sin trabajo que terminaron tomando la fábrica y desatando conflictos sociales por una medida que sin lugar a dudas demuestra un desconocimiento del tema. Ahora tenemos un problema con el puerto de Montevideo que tiene el mismo problema. Siempre en el fondo hay un problema de desconocimiento.
– ¿Mantuvo contactos con el funcionario por estos temas?
– Soy un representante de la provincia de Misiones ante el Senado y no tengo ninguna obligación de tener diálogo con él; esto corresponde a los poderes ejecutivos nacional y provincial. Pero él trata a los gobernadores como ya le conté. Entonces me parece que se transforma en un obstáculo.
