Ernesto Sanz fue uno de los primeros legisladores opositores que se quejaron por la premura oficial por aprobar el nuevo Código Civil y Comercial, advirtiendo sobre algún tipo de acuerdo entre el Gobierno y otros sectores, ya fueran la Corte o la Iglesia. Sin embargo, tras ver lo presentado este jueves en el seno de la comisión bicameral, aclaró que no veía demasiados cambios respecto del texto original.

En diálogo con radio Continental, admitió “el apuro del oficialismo para aprobar las reformas, ya que no pudimos conocer con anticipación el texto”, aunque se diferenció de Elisa Carrió, al no cuestionar el procedimiento adoptado para el análisis del nuevo código.

En ese sentido destacó que “no podemos mandar” cada ítem del código a una comisión diferente. “El Código es un todo, por eso se formó una bicameral”, dijo.

El senador radical señaló que “estamos analizándolo, cotejándolo, el lunes viene el ministro de Justicia, y vendrá también el titular de la Corte Suprema y otras personas” para discutir el tema. Aclaró eso sí que “frenamos cualquier intento de sacarlo ayer mismo en la comisión, he sido protagonista de otras ocasiones en que el mismo día se presentaba el proyecto y se sacaba el dictamen. Eso no sucedió ayer, ni hoy, ni pasará el lunes, ni el martes”.

“Lo que debo decirle es después de una lectura, no hay demasiadas diferencias con lo que la comisión bicameral discutió y recorrió el país el año pasado”, aclaró, para admitir luego que hubo algunas cuestiones de mucho peso que fueron sacadas, y mencionó fundamentalmente el tema de la responsabilidad civil del Estado, que anticipó que será motivo de un fuerte debate, pues “es un disparate” lo propuesto. Contó que “lo llevan a una cuestión en la que habrá 24 leyes, más la del Estado nacional, la responsabilidad del Estado tiene que ser igual para todo el país”, afirmó.

“No veo un acuerdo entre el Gobierno y la Corte”, aclaró también el senador nacional, advirtiendo que “de lo que leí ayer, es el tronco común, el 90% de lo que discutimos el año pasado, con algunas modificaciones”.

Sanz comentó que fue sacado “lo del alquiler de vientre” y por el contrario algunas cosas que pensó que podrían ser motivo de un acuerdo con la Iglesia han sido mantenidas. Señaló que “lo que hay que hacer es meternos de lleno a analizar cada uno de los capítulos y tratar de sacar el mejor Código, porque es un Código para los próximos 30 o 50 años”.