La UCR, el socialismo y el peronismo opositor se quejaron por el tratamiento que le impone el oficialismo al tema.
La discusión por el nuevo Código Civil y Comercial en el Senado arrancó con una arremetida de los bloques opositores por lo que consideraron un debate “a libro cerrado”.
El primero en alzar su voz fue el radical Ernesto Sanz, quien advirtió que –según el artículo 205 del reglamento- sólo se puede obviar la votación en particular cuando existe un dictamen único o no se hayan planteado disidencias, factor que no se dio en esta oportunidad.
En este sentido, tanto Sanz como Adolfo Rodríguez Saá (peronismo opositor) pidieron “no avanzar en el debate a libro cerrado, sin cambiar una coma”. “No queremos, después de que haya venido un jefe de Gabinete que muestra un cambio de estilo, que todo siga igual”, manifestó el radical.
El jefe del bloque de la UCR, José Cano, reclamó discutir en particular los artículos 19 y 561 al considerar que “son contradictorios y colisionan”, ya que el primero –referido al inicio de la vida humana “desde la concepción”- no contempla las técnicas de fertilización asistida, mientras que el segundo sí lo hace.
En la misma sintonía, Rubén Giustiniani (Partido Socialista) opinó que se produjo una “falta de respeto al Senado” y lamentó que el nuevo Código sea aprobado en esa cámara “solo con el voto del oficialismo”.
El presidente del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, retrucó las denuncias al advertir que “no hay ningún Código en el mundo que se haya debatido artículo por artículo”.
“Tiene que haber una cuota de madurez, salvo que vengan con un espíritu de obstaculizar el tratamiento. Se corre el riesgo de modificar el espíritu del codificador”, sostuvo Pichetto.
