El secretario general de la Asociación del Personal Legislativo (APL) acaba de regresar de El Vaticano donde el martes, integrando la delegación de la Confederación General del Trabajo que lidera Antonio Caló, fue recibido por el papa Francisco en la primera audiencia oficial que el Sumo Pontífice concedió a una entidad gremial.

Norberto Di Próspero destacó ante todo la calidez con la que Francisco recibió al grupo de sindicalistas a los que reunió en la residencia de Santa Marta, el lugar donde él vive, en vez de hacerlo en los ceremoniosos salones del Palacio Apostólico. El titular de APL dijo además que el papa saludó a cada uno de los integrantes de la comitiva y hasta les pidió que se identificaran, pese a que ya conocía a muchos de ellos. También, el obispo de Roma se mostró predispuesto a hacer bromas y habló largo tiempo de uno de sus temas preferidos, el fútbol.

En lo formal, y sobre el final de la charla de casi una hora y media, Di Próspero narró que el papa le pidió “trabajar por la unidad de la Argentina”. También expresó una suerte de mandato, aunque de muy buenos modos: “Basta de tantas internas, tratemos de encontrarnos”, dijo el pontífice.

De acuerdo con lo expresado por el titular de APL, todos los gremialistas que participaron del encuentro quedaron “asombrados” y “fascinados” por el trato tan llano y tan cálido de Bergoglio, quien incluso no puso ningún reparo cuando los dirigentes le preguntaron si podía bendecir los diversos y numerosos objetos religiosos que habían llevado con ese fin.

Finalmente, cabe destacar un hecho no menor: esta audiencia de los sindicalistas con el papa fue la primera que el líder de los católicos concedió a una entidad gremial. Y es que los diversos encuentros anteriores de dirigentes con el Pontífice -incluido aquel del que participó Di Próspero junto a otros miembros de la CGT a mediados de año-, en todos los casos habían sido a título personal.