El hombre del diálogo y el consenso
Por cuarta vez, Cristian Ritondo obtuvo el premio que entrega Semanario Parlamentario desde hace más de veinte años. Su voluntad de trabajo, de compromiso y su vocación por el diálogo lo ubicaron en lo más alto de la encuesta.

El 2013 no fue un año más para Cristian Ritondo. En materia legislativa durante estos doce meses, el vicepresidente 1° y legislador del Pro tuvo que trabajar mucho para que una infinidad de proyectos presentados por el oficialismo porteño obtuvieran el acompañamiento de la oposición y así conseguir luz verde para su puesta en práctica.
Al ser un año electoral, el tratamiento de proyectos y las sesiones se han dificultado, razón por la cual, el diálogo y el consenso con los bloques opositores al Pro fue vital. Sin embargo, fiel a su estilo, Ritondo fue decididamente a buscar el diálogo y logró que el oficialismo apruebe proyectos claves para la gestión macrista.
No es casual entonces el reconocimiento que le viene por parte de sus pares, quienes nuevamente lo erigen como el legislador más laborioso de 2013.
Todo este trabajo y acompañamiento de gestión, más la redacción e impulso de iniciativas legislativas que el macrismo entiende como “claves” levanta la figura del vicepresidente que seguirá siendo autoridad de la Legislatura durante el 2014. Sin dudas, este reconocimiento le abre las puertas para disputar otro lugar de envergadura, como podría ser la jefatura de Gobierno de la Ciudad, para lo cual ya están anotados Gabriela Michetti, Horacio Rodríguez Larreta, entre otros.
– Ha ganado nuevamente el Premio Parlamentario por cuarta vez. ¿Qué sensación le produce?
– Cuando uno recibe un reconocimiento se siente honrado y halagado, más allá de que el trabajo que realizamos no tiene que ver con la obtención de un premio o de una mención honorífica, sino con la dedicación que nos han encomendado los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires. Claro que, si esto, se ve al mismo tiempo materializado en un reconocimiento, es lógico que el que lo obtiene -y más como es mi caso, que me tomó un poco por sorpresa- se sienta gratificado, sobre todo por ser los propios pares los que de alguna manera respaldan nuestro trabajo. Primero hay que celebrar y disfrutar este premio. Luego vamos a pensar en el año próximo. Hay que tratar de prepararse y estar con la mejor forma para el año que viene.
– ¿Qué siente al saber que nuevamente sus compañeros de bloque, los legisladores opositores, periodistas especializados y asesores lo elijan como el diputado más laborioso?
– Creo que la elección se ha debido a que ellos han ameritado una línea de conducta mantenida durante todo este tiempo de trabajo dentro de la Legislatura de la Ciudad; línea trazada en base a respeto, diálogo, comunicación con los distintos bloques que componen el Cuerpo. Entiendo que será por ello, porque mi trabajo siempre ha sido silencioso y con acciones. Si eso se ve reflejado en este reconocimiento, bienvenido sea. En mi caso, tengo una responsabilidad como autoridad de la Cámara y eso permite una exposición mayor que la de otros.
– Usted ha dicho que el balance del año “es positivo” pero, ¿cómo evaluaría el trabajo con los distintos bloques durante este año? ¿Cree que fue complejo lograr consenso con las distintas fuerzas?
– Hemos trabajado con consenso, hemos acompañado tanto desde el nivel del bloque al que pertenezco, como también desde la vicepresidencia 1ra. de la Legislatura, proyectos concretos e iniciativas, tales como la vinculación de la Legislatura con otros sectores de la sociedad a través del nombramiento de Personalidad Destacadas en la Cultura, el Deporte, Derechos Humanos y de las Ciencias. El funcionamiento de la Legislatura se va adaptando a la realidad o situación que vive la Ciudad y el país. En este caso, hemos acompañado las distintas propuestas que tienden a reducir el problema de la violencia o la inseguridad. Se nota preocupación en todos los legisladores por estos temas, preocupación que también se ve reflejada en las reuniones que al respecto venimos manteniendo con los miembros del Poder Ejecutivo.
Además, en esas reuniones, los legisladores llevan la voz cantante para plantear las problemáticas que afectan a distintos ámbitos, a las que se trata de encontrar soluciones conjuntas con quienes cumplen funciones ejecutivas. Un ejemplo de esto es la convocatoria de Mauricio Macri, a todos los presidentes de bloques de la Legislatura a una reunión con el fin de intercambiar ideas y encontrar un camino que le permita a la Ciudad la posibilidad de cobrar el impuesto a los Ingresos Brutos al juego en el ámbito porteño.
– ¿Cómo cree que será el tratamiento legislativo para el año próximo? Teniendo en cuenta que se suman nombres fuertes como el de Iván Petrella, Jorge Taiana, Gustavo Vera y María Eugenia Estenssoro.
– En este campo, no creo que haya grandes cambios. Conozco a todos los legisladores, a uno más que a otros, pero sé que son gente de bien. Iván, es uno de los que mejor interpreta y transmite lo que queremos de la Argentina para el 2015, y de lo que queremos para la Ciudad. Que nos acompañe en la Legislatura es muy bueno, va a aportar inteligencia y debate. Taiana, tiene una extensa carrera dentro de la diplomacia y de los derechos humanos. Los dos somos hombres de diálogo y eso es una garantía para el entendimiento. A Vera y Estenssoro son los que menos conozco, pero la mesura de María Eugenia la ha transformado en una dirigente política de relevancia. Su pasión por el trabajo en conjunto me entusiasma.
– En esta semana, los ganadores de Unen, Pro y FpV se reunieron en un almuerzo de camaradería para pensar agenda futura ¿Cree que es un buen gesto para el año que se viene? ¿Cómo cree que será el diálogo y el trabajo en conjunto con los bloques opositores?
– El conjunto de las instituciones del Gobierno toman decisiones y ejecutan acciones, atendiendo, idealmente, a las necesidades generales de la sociedad. Sin embargo, la sociedad no participa en la toma de decisiones de estas instituciones, influyendo en ellas sólo a través de la elección de uno u otro proyecto político cada determinado tiempo. Como consecuencia de esta elección legislativa de 2013, hoy somos la primera minoría y no tenemos quórum propio. Todos los proyectos tienen que salir con consensos de los todos bloques políticos. La falta de consenso sobre fines y medios produce conflictos políticos. La falta de consenso sobre las reglas del juego produce crisis en el régimen político. El consenso significa un vínculo de solidaridad social, una reducción de la necesidad de recurrir a la violencia para resolver conflictos y crear orden y, sobre todo, un incremento de la eficiencia global del trabajo legislativo. Nosotros siempre pregonamos el consenso. Para nosotros es positivo intentar generar una agenda futura. Si a la Ciudad le va bien, al vecino le va mejor.
– Quedan pocos días para que finalice el año, pero también para que cierre el año legislativo y el macrismo tiene una batería de leyes en carpeta que busca aprobar. ¿Confía en qué podrán aprobar esa serie de proyectos?
– Vamos a generar los consensos para intentar de aprobar todos los proyectos que tenemos en carpeta. Pero vamos a centrar nuestra atención en aprobar el Presupuesto General de Gastos y Recursos para el 2014. El Presupuesto de la Ciudad refleja la sensibilidad de Mauricio Macri por la inclusión y la justicia Social. Este Presupuesto 2014, refleja una concepción política e institucional que privilegia la equidad, la inversión pública y la transparencia en la gestión de los recursos. Lejos estamos de un cálculo estimativo de gastos cuyo eje sea la negación de la realidad. Por el contrario, cada peso destinado a cada una de las áreas de gobierno implica la asignación progresiva del dinero de los contribuyentes apuesta a mejorar la calidad de vida de la Ciudad. Para nosotros, el Presupuesto no es un cúmulo ascendente de gastos, sino un conjunto de herramientas diseñadas en un marco de realizaciones concretas donde la ética de la solidaridad limita cualquier escala negativa del Estado ausente y posibilita que nos hagamos cargo de aquellas responsabilidades que escapan a la esfera individual. Después veremos los consensos alcanzados para aprobar el resto de las leyes.
– ¿Qué opinión le merece la Convocatoria al diálogo del Gobierno nacional al jefe de Gobierno, Mauricio Macri?
– Si podemos revertir seis años de falta de cooperación de la Nación a la Ciudad, la convocatoria del Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, me parece oportuna. Siempre la Ciudad reclamó diálogo. Mauricio Macri no es enemigo del Kirchnerismo: El Pro siempre propuso una agenda para los porteños. Desde marzo de 2008, a raíz de un frustrado acuerdo de seguridad, cuando esa silla la ocupaba Alberto Fernández, Macri no era invitado a la Jefatura de Gabinete. La verdad es que hay muchos temas interjurisdiccionales, lo cual sería muy bueno lograr coordinarlos mejor, empezando por el transporte, la educación pública, la seguridad, como también la restitución de aportes económicos por parte de la Casa Rosada. Hace años que venimos reclamando lo que nos corresponde por Constitución de la Nación Argentina para avanzar en una autonomía plena de la Ciudad. Ojala que las declaraciones de Capitanich sean algo más de nueces que de ruidos.
Política
– ¿Cuál es su balance político de 2013?
– Para nuestro espacio político ha sido altamente positivo. Desde lo institucional, la Legislatura porteña ha trabajado en sintonía con la agenda ciudadana y hemos logrado construir consensos con todos los sectores. No hubo sobresaltos ni obstrucciones. Hubo oposición y oficialismo en un marco de diálogo y respeto. Como demanda un sistema democrático maduro. Creo se impusieron la racionalidad y la responsabilidad por encima de las lógicas diferencias que tenemos con las demás fuerzas con representación legislativa. Y desde lo estrictamente político-electoral, el 27 de octubre los porteños ratificaron el liderazgo de Mauricio Macri con un triunfo en las tres categorías de cargos que se elegían. Fue una elección que sin dudas abre perspectivas futuras auspiciosas para un proyecto nacional que en las urnas ha sido vigorizado y que significa un explícito reconocimiento a una gestión exitosa.
– ¿Está de acuerdo con las elecciones primarias? Sirven para que…
– El proceso de elecciones primarias sirve para conocer mejor los posibles candidatos, pero también sus ideas, promueve debates públicos entre ellos y con los ciudadanos. El Pro tiene una excelente oportunidad para ampliar su caudal electoral más allá de la estricta militancia política partidaria, y que participen todos los que comparten nuestras ideas y que fueron vitales para el respaldo electoral en las últimas elecciones. Esto producirá un impulso de renovación del contrato político que tenemos con nuestros electores.
En la Ciudad el Pro ha sido la fuerza política que más ayudó al progreso de la gente. El Pro demostró que podemos sin populismo hacer justicia social. Desde el retorno de la democracia en el 83, Mauricio Macri fue el jefe de Gobierno con más y mejor gestión en materia de avances sociales.
Somos republicanos, somos el futuro y el progreso, defendemos la libertad y la justicia social.
– Para usted, entonces, el triunfo de octubre le abre las puertas a Macri a la carrera presidencial…
– En realidad Mauricio (Macri) viene trabajando desde hace mucho tiempo en un proyecto nacional que expresa una alternativa real de cambio. Pero las urnas potenciaron el proyecto, lo vigorizaron, le dieron un realce fundamental para avanzar en la construcción federal. Quienes tenían dudas, ahora ya no las pueden tener, porque Mauricio fue claro y contundente: la misma noche del 27 de octubre, en medio de los festejos, reafirmó su vocación presidencialista. Y nosotros, lo acompañamos como siempre lo hemos hecho: con lealtad y trabajo.
– Pero ese proyecto todavía tiene asignaturas pendientes, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires.
– Nadie puede desconocer el peso propio de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, los resultados de octubre han relativizado la vigencia de un esquema de poder concentrado. Sergio Massa, con solo 20 intendentes, enfrentó y le ganó a los gobiernos nacional y provincial y a 70 jefes comunales que manejaron una fenomenal maquinaria clientelista y propagandística. El Pro bonaerense aportó su cuota en el triunfo de Massa. Por tanto, no vamos a hacer del aparato de la Provincia un mito imbatible. No lo es, ni tampoco lo será en 2015. Nosotros respondemos a las nuevas demandas de la sociedad y la agenda ciudadana es la que se impone en las urnas, no los aparatos políticos. Además Mauricio apoyó candidatos que hicieron excelentes elecciones: Miguel Del Sel en Santa Fe; Héctor Baldassi en Córdoba; Carlos Mac Allister en La Pampa; Alfredo De Angeli en Entre Ríos; Durán Cornejo en Salta, y muchos otros candidatos a legisladores provinciales y concejales a lo largo y ancho del país. El Pro se consolidó en todo el país y la figura de Mauricio recibió un fortísimo envión en ese sentido. Ya nadie nos puede considerar un partido municipal como despectivamente nos tildan desde la derecha y desde la izquierda. Somos una alternativa real de cambio decididamente federal. Con presencia, proyecto y un liderazgo republicano ganador.
– ¿El modelo macrista es el Gobierno de la Ciudad?
– Prefiero hablar de proyecto y no de modelo. El proyecto es lo que va para adelante, es el futuro. Nuestra gestión en la Ciudad es transformadora por excelencia. Transforma el presente y garantiza el futuro. Mauricio en estos seis años superó la lógica perversa de cierta progresía que hablaba del Sur todo el tiempo y que jamás hizo nada por el Sur. El Pro, ajeno a cuestiones ideológicas apolilladas y mentirosas, pateó el tablero. Y a pesar de la campaña difamatoria que nos hicieron (y nos hacen) ninguna política pública ejecutada se identifica con esquemas excluyentes. Por el contrario. Hemos incluido al Sur y a los demás sectores de la Ciudad en el progreso y en el mejoramiento de la calidad de vida. Las escuelas se caían a pedazos, como los hospitales. Los baches dejaban la impresión de una Ciudad bombardeada. El espacio público era tierra de nadie. Con gestión ese panorama se modificó, se transformó, se superó. Hoy la Ciudad recobró su belleza y seguirá avanzando en obras, porque Mauricio sabe gestionar, sabe lo que quiere y sabe cómo hacerlo: trabaja en equipo.
– ¿Usted va a ser candidato a jefe de Gobierno en 2015?
– Yo formo parte de un equipo y trabajamos en conjunto. Donde me toque estar, estaré. Soy un dirigente consustanciado con la gestión de Mauricio Macri. Conozco la Ciudad palmo a palmo y me debo a ella y a su gente. Pero mi ambición queda supeditada al proyecto nacional que lidera Mauricio. Que no quede ninguna duda. Tengo tres motivos para presentarme: 1) La Ciudad y sus vecinos; 2) La política y el Pro y 3) Mauricio Macri presidente en el 2015. Quiero una Ciudad donde todos podamos tener un proyecto de futuro, donde los ciudadanos vuelvan a confiar en la política con un Pro fortalecido, autocrítico y competitivo nacionalmente.
– ¿Cuáles son los principales problemas que a su juicio presenta el país?
– Inflación, inseguridad, narcotráfico, cepo cambiario, corrupción, crisis energética, transporte público, Ley de Medios, negación de la realidad, etcétera, son partes de un cuadro complejo que nos desafía y nos obliga a pensar en grande. Porque en 2015 la presidenta Cristina Kirchner termina su mandato y debemos construir una salida esperanzadora. Nosotros ofrecemos un liderazgo republicano alternativo con Mauricio Macri. Y en ese sentido asumimos con responsabilidad las demandas ciudadanas. La Argentina merece un gobierno distinto, respetuoso de las leyes y de la Constitución, moderno, acorde a la época, que sepa comprender cómo se maneja el mundo, que sea capaz de convocar a los mejores, aunque sean militantes de otros partidos políticos. Es decir, que tenemos que dar vuelta la página de la mentada “década ganada” que ha sido una década desperdiciada, ya que se desaprovechó el viento de cola internacional y se apostó a la improvisación, a métodos populistas arcaicos y autoritarios. El kirchnerismo cumplió su ciclo y vienen tiempos novedosos en los cuales triunfará la innovación, la creatividad y la inteligencia. Ya lo sentenció don Arturo Jauretche: “se triunfa con lo nuevo y no con lo viejo”. Mauricio es lo nuevo.