Luego de la conmoción política y diplomática que generó la declaración del Itzhak Aviran, quien fuera embajador del Estado de Israel en la República Argentina entre los años 1993 y 2000, en relación a los presuntos asesinatos de quienes provocaron el ataque terrorista a la sede de la AMIA en julio de 1994, el diputado nacional Guillermo Carmona, presentó un proyecto de resolución sobre el tema.

En su iniciativa, el diputado kirchnerista solicita al Poder Ejecutivo Nacional que “agote todas las instancias políticas, diplomáticas y judiciales para que el Estado de Israel y el exembajador Itzhak Aviran informen a la justicia argentina la identidad, lugar, nacionalidad y demás circunstancias en las que habrían sido identificados y asesinados los supuestos responsables del atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA)”.

Luego de repudiar las declaraciones del ex diplomático, quien reveló a la Agencia Judía de Noticias que la “gran mayoría de los culpables no está en este mundo, y lo hicimos nosotros”, en relación al destino que habrían sufrido los supuestos responsables de la voladura de la mutual israelita. Carmona también pide al Gobierno nacional que se extremen las medidas tendientes a verificar si los hechos revelados por el exembajador de Israel fueron ejecutados en nuestro territorio, violando la soberanía de nuestro país y, en este supuesto, solicita se realicen las reclamaciones y denuncias que pudieren corresponder conforme a lo establecido por el derecho internacional.

El diputado por Mendoza, quien preside la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara baja, considera fundamental que el Congreso de la Nación se pronuncie en relación a estas revelaciones vertidas por ex funcionario israelí, así como ya lo han hecho el Poder Ejecutivo Nacional, a través del canciller Héctor Timerman, y el Poder Judicial, por medio del fiscal especial del caso AMIA, doctor Alberto Nisman.

A juicio del legislador, “resulta fundamental, dada la gravedad de la información recientemente conocida, que se constate el grado de veracidad contenido en las declaraciones vertidas por el ex embajador, ya que su desatención solo acarrearía más incertidumbre, confusión e indignación a quienes después de veinte años, siguen buscando verdad y justicia para las víctimas y damnificados de una tragedia que enlutó a la República Argentina y al mundo entero”.