El ex cegetista Héctor Recalde indicó que “no coincide con esa apuesta”. Más duro, Edgardo Depetri habló de una “una campaña de deslegitimación del Gobierno”.
Los diputados nacionales del Frente para la Victoria Héctor Recalde y Edgardo Depetri salieron a marcar sus diferencias con los cegetistas Hugo Moyano y Luis Barrionuevo tras la cumbre sindical que tuvo lugar este lunes en Mar del Plata.
Recalde, ex representante legal de la CGT, consideró que la convocatoria fue “un encuentro de dirigentes que tienen una clara posición política de oposición al Gobierno” y sentenció: “Yo soy oficialista y no coincido con esta apuesta”.
“A mi las voces alarmistas no me preocupan, como tampoco los posicionamientos ni los llantos, ni los gritos. Todos tienen derecho a expresarse pero eso tiene que ver con las expectativas también: si uno siembra pálidas cosecha pálidas”, advirtió en diálogo con la agencia Télam.
Recalde insistió en que la cumbre “es una demostración de la plena libertad de expresión que existe en nuestro país” y agregó que “todo el mundo tiene derecho de posicionarse”.
Consideró que, en cambio, “la apuesta es ir por soluciones” y “defender el trabajo” aunque destacó que “lo importante es que se hayan podido expresar y los resultados dependen de cómo responderán a los reclamos para mejorar el empleo y la calidad de vida de los trabajadores”.
En tono más duro, Depetri sostuvo que tanto Moyano como Barrionuevo “no tienen otro objetivo que el de sumarse a una campaña de deslegitimación del Gobierno y a un escenario de confrontación”.
En declaraciones a CN23, el hombre de la CTA vinculó a ambos sindicalistas con “quienes son los verdaderos personajes que manejan la agenda política: (Héctor) Magnetto del Grupo Clarín, y la UIA, que de la mano de (Roberto) Lavagna están planteando la devaluación de la moneda nacional”.
Para Depetri, “Moyano pasó de proponer un candidato obrero a un acuerdo con (Francisco) De Narváez que apenas sacó un par de diputados perdiendo el voto con (Néstor) Pitrola”.
“Ahora propone un sector conducido por Barrionuevo –prosiguió-, el dirigente sindical símbolo del menemismo y de los cambios más alevosos y contundentes que sufrió la clase trabajadora pagando con desocupación, pobreza y miseria”.
Por otra parte, Depetri consideró que “la unidad del movimiento obrero tiene tantos intereses diferentes como disputas económicas hay al interior de la Argentina y como posicionamiento de candidatos en la interna del Partido Justicialista”.
“No se discute una unidad en función de la clase trabajadora sino que en todo caso lo que quieren construir es un punto de unidad entre dos dirigentes opositores del movimiento sindical”, concluyó.
