Por Gonzalo Palese

Inició y profundizó su recorrido político durante los años noventa luchando contra el menemismo y en un ámbito de ebullición social en el que se encontró con Martín Sabbatella. Años después ingresó a la política partidaria y dio sus primeros pasos de gestión en el partido de Morón cuando el actual titular de la Autoridad Federal de Comunicación Audiovisual se coronaba como intendente. Casi 20 años después, las idas y vueltas de la política, lo motivó a presentarse como candidato a legislador porteño por Nuevo Encuentro integrando la lista del Frente para la Victoria. Afirma que el Gobierno nacional le “devolvió la dignidad” al país y recuperó la “autoestima” logrando poner “la utopía en el futuro”. Por otro lado, sostiene que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene “una mirada puesta en los sectores que no requieren del Estado” y “que desatiende a los sectores que sí requieren de él”. Desde su banca promete trabajar en cuestiones relativas a la falta de atención a servicios que debe otorgar el Estado como el transporte, la educación y la salud pública. Además, argumenta que es “preocupante” la situación de la vivienda en Buenos Aires.

– ¿Cuáles fueron sus primeras apariciones en política?

– En los ochenta en los hombros de mi viejo circulando por locales partidarios y personalmente a principios de los noventa a los quince años empecé a participar contra las marchas de la Ley Federal de Educación, que entre otras cosas intentaba cerrar divisiones, ahí comenzó mi participación más activa. Al poco tiempo conozco a Martín Sabbatella y hace más de veinte años comenzamos a militar juntos. Luego tuve responsabilidades en el Gobierno del partido de Morón, fui Director de la Oficina Anticorrupción, presidente del Concejo Deliberante, además de tareas partidarias. Y en el 2004 lanzamos la construcción de una fuerza política que hoy es Nuevo Encuentro y en ese contexto a mí me tocó venir a colaborar con Nuevo Encuentro en la Ciudad de Buenos Aires.

– Tengo entendido que le preocupa la situación del transporte en la Ciudad y especialmente en lo concerniente al subterráneo ¿Cómo calificaría la gestión del macrismo en torno a ese medio de transporte?

– El Gobierno nacional tuvo desde el 2003 la administración del subte y en 10 años llevó la tarifa de 0,70 centavos a 1,10 pesos con un aumento de sólo 40 centavos. Y eso se da porque hay una mirada que el transporte público tiene que tener un cierto nivel de subsidio para abaratar las tarifas y, además, porque eso significa un ancla inflacionaria, porque si uno tiene subsidiada las tarifas es un ancla para que no se disparen los precios. El Gobierno de la Ciudad tiene otra mirada, ya que hay un enfoque donde las tarifas públicas tienen que ser costosa, aunque ese costo implique que un sector no pueda acceder al transporte. Hay una mirada puesta en la rentabilidad y no la prestación de un servicio público, por tanto ahí se explica el porqué de un aumento en dos años de 309 por ciento en la tarifa de 1,10 pesos a 4,50 ahora.

– Algunos legisladores de la oposición sostienen que hay un desfasaje entre la tarifa técnica que propone el Gobierno porteño y la que brinda la Auditoría de la Ciudad.

– Creo que lo se intenta hacer es construir un cuadro tarifario donde termine la tarifa en 7,50 pesos con un doble objetivo que son, por un lado, eliminar cualquier tipo de subsidio y, por otro, empezar a tener rentabilidad porque hay un tema estructural que tiene que ver con cuáles son los fundamentos ideológicos de este Gobierno, porque cuando uno rasca se da cuenta que hay un patrón común en muchas acciones. Hay un plan sistemático para quitarle recursos a lo público, en vez de inyectar dinero ahí para que se desarrollen políticas y servicios destinados a una parte de la sociedad que si no fuera por el Estado no podrían acceder a esos derechos y me parece que hay que entender esa diferencia entre un informe y otro. Creo que están preparando el terreno para un aumento brutal y que el subte termine costando siete pesos.

– Ya que nombró al Gobierno nacional y forma parte de un interbloque que representa al kirchnerismo a nivel Ciudad, ¿Qué le destacaría?

– Me parece que el Gobierno nacional en estos años ha recuperado el Estado en su capacidad operativa, ha generado cinco millones de puestos de trabajo, tres millones de jubilados, millones que se han incorporado vía la AUH a la posibilidad de obtener un ingreso y cierta perspectiva de futuro y cierta base de alimentación, se ha destinado el seis por ciento del PBI a la educación, se han subsidiado las tarifas del transporte público, de luz y de gas, se ha recuperado la dignidad de ser argentino. La Argentina recuperó la autoestima porque hace años pensábamos que todo tiempo pasado fue mejor, en el sentido que mis padres vivieron mejor que yo y mis abuelos mejor que ellos todavía y, por entonces, teníamos puesto la utopía en el pasado. Este Gobierno lo que hizo es poner la utopía en el lugar que tiene que tener que es en el futuro. Hoy sabe que los hijos o los nietos van a vivir mejor que uno.

– ¿Y al Gobierno porteño?

– Tiene un enfoque ideológico que tiene que ver con los paradigmas que están fracasando hoy en Europa, como el ajuste o los sistemas liberales y que fracasó en América Latina dejando un tendal de desocupados, hambruna e indigencia. Hay una mirada puesta en los sectores que no requieren del Estado y como su base social no requiere del Estado, el Gobierno de la Ciudad desatiende a los sectores que sí requieren de él y poniendo recursos en monstruosas obras públicas que muchas veces los concesionarios son socios del jefe de Gobierno.

– ¿Pero no le reconoce algo positivo en algún aspecto de gestión?

– Tengo una diferencia conceptual e ideológica con el Gobierno porteña pero, por ejemplo, me parece que la bicisenda es un buen estímulo para desincentivar el uso de los autos en una Ciudad híper congestionada, me parece que es una buena medida pero después uno ve que eso choca con la falta de inversión en el subte. El metrobus en la Avenida 9 de Julio facilitó en algún punto el tiempo de traslado y se lo reconozco, pero después me pregunto si no convendría haber ampliado la línea C del subterráneo que, obviamente, es más caro y lleva más tiempo pero hubiera descomprimido la cantidad de autos en tierra. Yo no tengo una mirada de que todo lo que se hace está mal, porque creo que hay cosas que no están bien ni articuladas con otras políticas.

– Antes de las elecciones usted manifestó que UNEN era una “derecha maquillada”. ¿A qué se refería concretamente?

– Si se escucha opinar a los integrantes de UNEN en la Ciudad se da cuenta que están a favor de bajar las retenciones, están de acuerdo con mantener los privilegios de los grandes grupos agricultores, son los que se oponen a la integración regional y ven mal a Evo Morales, a Rafael Correa y se oponen a los procesos populares donde los sectores que menos tienen empiezan a tener gobiernos que se parecen a la búsqueda de esos pueblos. Entonces, me parece que UNEN le disputa al Pro parte de su base electoral y por eso el desafío del conjunto del kirchnerismo es debatir esa base electoral que votó a UNEN acerca de que no expresan una versión mejorada de ideas progresistas sino que expresan una versión maquillada de la derecha. No sólo está a la derecha del kirchnerismo sino que le disputa la base electoral al macrismo en la Ciudad de Buenos Aires.

– ¿Cree que el kirchnerismo porteño encontrará un candidato para ganar la Ciudad en 2015 y captar los votos que se estaría llevando UNEN?

– Creo que el kirchnerismo tiene que darse un profundo debate en la Ciudad de Buenos Aires y ser una fuerza política con vocación de poder y de mayoría y tenemos que poder expresar eso en todas nuestras acciones en la Legislatura, en cada barrio y en las comunas. Tenemos como desafío poner a la Legislatura y lo que pasa acá adentro en diálogo con los vecinos de la Ciudad, porque muchas veces lo que pasa acá dentro no se conoce y eso es un gran problema. El kirchnerismo tiene que reconciliarse con la sociedad, hay que dar un profundo debate pare reconciliarse con la sociedad para estar a la ofensiva en el debate político en la Ciudad para empezar a pensarse como una oposición con vocación de Gobierno.

– ¿En qué temas piensa trabajar durante el año desde su banca?

– Me preocupa todo el tema de empresas y fábricas recuperadas en la Ciudad, creo que hay experiencias importantísimas como la de la Cooperativa Alé – Alé. Toda tendencia a que los trabajadores se hagan cargo de las empresas y las autogestiones la quiero trabajar personal y fuertemente. Otro tema es el transporte, porque creo que en la Ciudad no funciona como debería funcionar ya que no está interconectado, creo que lo que se hace con el subte es gravísimo, creo que la Ciudad debe descongestionar su superficie. La argentina produce cientos de miles de autos por año que se vuelcan a las calles y me parece que hay que desalentar el uso de autos por lo menos para todos los días y en la cotidianidad se resuelve teniendo una política intensiva de transporte público. La importancia que tiene el sistema educativo en el presupuesto porteño ha ido disminuyendo un punto por año desde hace cinco años y ahora vemos con total crudeza lo que la inscripción online desnudó que es la falta de vacantes. El colegio tiene que ser universal, gratuito y de calidad para todo el que quiera acceder porque sino lo que hacemos es mandar oleadas de pibes a la escuela privada que es lo que quiere el macrismo. El tema de la vivienda hay que atenderlo ya que en la Ciudad hay cerca 200 mil personas que están viviendo en villas de emergencia en muchos casos sin agua potable ni luz y eso hay que resolverlo porque es un tema urgente. Según especialistas, hay cerca de 500 mil que no pueden acceder a la vivienda propia o a alquilar porque los precios de los alquileres son gigantescos y la vivienda propia es carísima y me parece que en estos temas junto con políticas nacionales y con el plan Procrear hay que pensar juntos cómo resolver esto de manera estructural porque sabemos que el Pro no va a colaborar con esto porque no está dentro de sus prioridades políticas.

– Usted nombró que trabajó en la Oficina Anticorrupción del partido de Morón. La legisladora de la Coalición Cívica Paula Oliveto expresó que trabajará para crear esa misma oficina en la Ciudad ¿Apoyaría esa iniciativa?

– Sí. Me parece que en la Ciudad no lo hay porque no hay voluntad del Gobierno porteño de hacerlo, yo creo que tienen la mayoría en el Parlamento para poder hacerlo pero no lo hicieron. Hay un tema de doble estándar de plantear acusaciones sobre ciertas lógicas y el Gobierno de la Ciudad no tiene una oficina que pueda auditar su gestión. Me parece que es una buena medida, que hay que hacerlo y que hay que ponerlo en discusión porque las prácticas políticas del Gobierno de Mauricio Macri en muchos casos uno ve precios superlativos y desmedidos en la obra pública, los costos del metrobus, creo que hay tener una mirada muy intensa sobre ese aspecto de la política de Mauricio Macri.