En lo que representa su penúltimo discurso para inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner comenzó su discurso a las 12.18. Con un vestido de encaje blanco, ya sin el luto estricto que lució desde la muerte de su esposo en 2010 y que exhibió en las tres asambleas legislativas que siguieron, la mandataria comenzó señalando que el suyo era el décimoprimer mensaje que estaba pronunciando la gestión kirchnerista y aludió entonces por primera vez a su esposo fallecido.

Flanqueada por el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, y el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, la presidenta dio un discurso de 2 horas 47 minutos, en el que anunció que “la economía volvió a crecer y estamos en el proceso más virtuoso de los últimos 200 años”. En ese sentido leyó a continuación un informe del Banco Mundial elogioso con respecto a nuestro país, destacando que según ese organismo “Argentina el país que mayor cantidad de recursos asigna a la protección social”, y resaltó luego un trabajo laudatorio para con el programa Precios Cuidados.

Cristina destacó esos “reconocimientos” de organismos internacionales y se refirió entonces al tema agropecuario, asegurando que se habían destinado más de 54 mil millones de dólares al sector agrícola ganadero. “Hoy la Argentina está produciendo alimentos para 400 millones de personas”, aseguró.

“El mayor elemento para reducir la pobreza en la Argentina no han sido las transferencias desde el sector público, sino el surgimiento del trabajo en la Argentina; el trabajo legal y registrado”, sostuvo, resaltando la creación de más de 6 millones de puestos de trabajo y se refirió entonces al valor de las paritarias.

La mandataria resaltó el papel de los sindicatos y destacó el crecimiento en la cantidad de afiliados que registraron los gremios, resaltando por ejemplo el de los trabajadores de la construcción, que atribuyó a la inversión pública y privada, resaltando de paso el plan Procrear.

Aludió también el crecimiento de afiliados de CTERA, que atribuyó a la existencia de más escuelas, producto a su vez de la Asignación Universal por Hijo, tras lo cual resaltó los datos de la desocupación.

Habló luego de “un crecimiento del turismo inédito en la Argentina” y valoró el papel de Aerolíneas Argentinas, destacando la mejora de esa compañía. “Hemos demostrado que el Estado es más eficiente o tanto como los privados a la hora de la gestión”, señaló. Dijo luego que “ha vuelto a crecer el turismo receptivo”, como así también el número de argentinos que decidieron vacacionar en el exterior.

La presidenta dijo que “el factor fundamental se debe a la generación de trabajo”, valorizando “el proceso de reindustrialización del país”, que enmarcó en la apertura de más de 170 parques industriales y miles de fábricas, “que han generado valor agregado y que también nos generan cuellos de botella por las importaciones que tenemos que hacer de aquellos productos que no hacemos”.

Lo atribuyó al modelo mundial, y dijo que es necesario que “los argentinos dejemos de analizar a la Argentina como un país de fronteras para adentro”. Señaló que en 2003 “éramos los que nos habíamos caído del mundo y éramos casi unos parias, y en el año 2008 aparece la verdadera cara de la crisis y tenemos (en crisis) a numerosos países del mundo”. Dijo que el nuestro “es el país del mundo que más se ha desendeudado” y señaló que la deuda es de un 10% del PBI. Atribuyó ese dato a la devaluación, aunque no la mencionó con esa palabra, sino que habló de una “variación”.

Se quejó a continuación de las “más de 8 corridas bancarias”, que “comenzaron conmigo”. Cristina señaló que “medidos en términos de deudas externas y las corridas bancarias, en materia de deuda pública per cápita, en el año 99 cada argentino debía 10,6 salarios mínimos vitales y móviles de deuda externa; en el año 2003, eso había llegado a 25. A junio de 2013 estábamos a 1,9 salarios mínimos vitales y móviles”. Lo atribuyó a “la más exitosa renegociación de la deuda alcanzada, por al que muchos aún no nos perdonan”.

Valoró a continuación la reforma del Banco Central, y más tarde aseguró que está en marcha la reconstrucción de la industria. Volvió luego a las importaciones y rechazó las acusaciones de proteccionismo del Gobierno, aclarando que países como Brasil y Estados Unidos están por arriba de la Argentina en esa materia. “Estamos pidiendo como correlato a nuestros empresarios el enorme esfuerzo que se ha hecho estos años”, sostuvo, advirtiendo que “no hay ningún justificativo para aumentos de precios que no se condicen con la realidad y saquean a los argentinos”.

Anticipó luego que el Congreso deberá aprobar este año leyes que sancionen a sectores concentrados y oligopólicos, para proteger a usuarios y consumidores. “Si alguien que vende alimentos o bebidas, que en 2003 vendía, o exportaba muy poco, ¿por qué no ponerle el hombro al país para continuar con este modelo de crecimiento? Sobre todo porque tenemos un sector externo donde han caído las exportaciones”, dijo.

Citó entonces las informaciones que atribuyen la caída de venta de autos por el impuesto interno aprobado por el Congreso a fines del año pasado. Anticipó entonces que invitarán a los empresarios del sector y a los legisladores para analizar la situación, “porque los números que tenemos no son esos”.

Destacó que el impuesto alcanzó apenas al 4,1%, y aclaró que el problema que afecta al sector es “la caída de las exportaciones, sobre todo a Brasil”.

“Si tenemos que corregir algo, lo vamos a corregir, pero basta de titulares que dicen que por la ley de impuestos internos se cayó la venta de autos; se cayó porque se cayó el mundo”, señaló.

Advirtió luego Cristina que las automotrices, en lugar de absorber la caída de exportaciones, aumentaron los precios a nivel local. “En este contexto, los precios de loso autos no gravados por los impuestos subieron, algunos, en un promedio del 45%, por arriba de la devaluación”, aseguró.

“Con papelitos, cuentitas y numeritos en la mano, y con la presencia de los legisladores”, pidió controlar esa situación.

Aseguró que Argentina “es el único país que no ha reprimarizado sus exportaciones”, según datos de la CEPAL. “Nosotros hemos aumentado la participación de manufactura industrial en la participación de la torta de exportaciones”, señaló a continuación.

Tras una serie de datos virtuosos, habló de “un grave problema” que es “cómo el mundo reparte el trabajo”, de ahí que destacó el papel de la regionalización. “Tenemos que hacer una alianza estratégica con Brasil para lograr contratos a largo plazo con las empresas autopartistas”, dijo.

En materia de infraestructura, dijo que “todo este desarrollo hubiera sido imposible sin la inversión que hemos hecho”. Al respecto, destacó la recuperación de YPF y el incremento de su producción, revirtiendo una situación que venía desde el año 2004 en materia de gas y petróleo. Exhibió datos elaborados en los Estados Unidos que hablan de las grandes posibilidades argentinas en materia petrolera.

A continuación habló del crecimiento de las redes eléctricas y de gas. En esa materia, habló de 2.100.000 nuevos hogares con gas natural. A su vez, dijo que hay 3.700.000 nuevos hogares que tienen electricidad.

Habló entonces de los picos de demanda de energía y se refirió “a una gran falacia”, en referencia al “autoabastecimiento energético que tenía Argentina en 2003”, que ella negó. Dijo que entonces había tanta desocupación, una industria quebrada y fábricas cerradas, que sobraba la energía. “Antes la gente no tenía nada para enchufar”, aseguró, calificando como “gran falacia el mito del autoabastecimiento”.

Señaló que sólo se está importando el 9,4% de energía y prometió que con la recuperación de YPF “vamos hacia el autoabastecimento”.

Tras ello dijo sentir “un gran orgullo en materia de ciencia y tecnología”, refiriéndose luego a la inversión sanitaria, que permitió una baja de más del 5 por mil de la mortalidad infantil. Dijo que también se redujo la mortalidad materna, crecieron los trasplantes de órganos y sobre todo “la cantidad de hospitales que hacen trasplantes de órganos en la República Argentina”.

Destacó el crecimiento de la cobertura de salud y en ese sentido reconoció el papel de las obras sociales, y valoró luego las leyes aprobadas en el Congreso para atender determinados problemas de salud, “aunque a algunas prepagas no les guste”.

Dijo que hay una gran cantidad de médicos “y el problema es la distribución” de los mismos, por lo que dijo que habrá que discutir el tema para ver de qué manera mejorar la utilización de esos recursos humanos. Agregó que “tenemos también la mayor cantidad de camas (para pacientes) de la región”, y que “el gasto público en materia de salud ha crecido exponencialmente desde 2003, llevándolo hasta 20 mil millones. Somos el Estado de la región que más gasta en la República Argentina”.

A continuación se refirió al tema educativo y aseguró que “nunca en la historia argentina se ha invertido lo que se ha invertido en este período en materia educativa. Siempre se dijo que el problema que teníamos era una mala calidad de educación porque no le destinábamos los recursos necesarios”. Para eso, dijo, se aprobó una Ley de Financiamiento Educativo “y hemos superado con creces la inversión”, destacando también que se le ha sumado al tema el plan Progresar.

“Se ha invertido en la década 166.000 millones, además de la inversión que hace cada provincia”, puntualizó.

Habló luego del tema del “presentismo”, algo que reconoció que produce “urticaria”. Dijo que “si hemos cumplido con nuestra misión que era la de destinar más cantidad de recursos”, y enumeró una serie de logros de su gestión, preguntándose entonces “si es tan ilógico que estemos discutiendo el rubro presentismo”. Habló de la incidencia de ese factor en la cuestión de la calidad educativa y pidió mirarlo también desde el lado del docente, preguntándose si el que va todos los días “cobre lo mismo que el que va cada muerte de obispo. Yo creo que no, por eso con mucho respeto y cariño, porque no se puede generalizar, tenemos que sentarnos en serio” a debatir el tema. Dijo que “no puede ser que cada año sea un parto el inicio de clases por la discusión salarial; estamos dispuestos a discutir si es necesario extender una mejor propuesta y llevarla a junio”.

“Uno muchas veces tiene la sensación de sentirse rehén” por las amenazas de no inicio de clases, aunque agradeció la actitud del sector mayoritario de los docentes de levantar el paro que habían previsto en el marco de las negociaciones paritarias. Empero, dio por descontada “que la racionalidad va a llegar a buen puerto”.

Luego citó otra corrida bancaria y se definió como “la abuela de las corridas”, por la recuperación de las AFJP. Dijo que de tres millones de jubilados se pasó a casi seis millones; el 46% fue por las moratorias. Citó también el aumento de las pensiones contributivas y reiteró que “somos el país de mayor cobertura previsional”.

Consideró que “es mentira que el 80% de los jubilados cobren la mínima; solamente el 22,7% de los hogares reciben una mínima; en el 77,7% de los hogares reciben más de una mínima”. Agregó que la jubilación mínima pasó de 690 pesos cuando se aprobó la ley de movilidad jubilatoria, a 2.757 pesos.

Cristina Fernández de Kirchner aseguró a continuación que el 50% de los hogares que perciben una AUH tienen un solo hijo, rechazando así que esa asignación promueva que la proliferación de hijos.

Trascartón volvió a citar el plan Procrear y consideró “maravilloso” ver el crecimiento del mismo, citando cifras de su expansión. “Desde su inicio generó el 29% de todos los permisos de obra registrados en los municipios del país”, afirmó la mandataria. Y desde agosto de 2012 hasta diciembre de 2013 se otorgaron permisos de obra por un total de 14,47 millones de metros cuadrados, de los cuales más de 4 millones corresponden a Procrear.

Tras referirse al plan Conectar, dijo que todo eso pudo hacerse porque se recuperaron las AFJP, ante lo cual se refirió al Fondo de Sustentabilidad, que cuenta con un 262% más de cuando estaban en manos de las AFJP.

Tras ello señaló que “estamos haciendo la inversión en materia ferroviaria más importante de los últimos 50 años”, por un total de 1.212 millones, comprando mil coches 0Km que reemplazarán a los actuales. Anunció también la electrificación del Ferrocarril Roca, para lo cual se ha conseguido un préstamo del BID de 500 millones de dólares, como así también la extensión del Transporte Belgrano Carga para todo el NEA y NOA. En una suerte de elogio a la gestión de Florencio Randazzo, resaltó el otorgamiento de DNI y pasaportes.

La presidenta se refirió luego a la renovación de los códigos Civil y Comercial y el Penal, cuyo anteproyecto será remitido a la brevedad al Parlamento. Destacó también que se está elaborando un proyecto de nuevo Código de Procedimiento Penal, y Contencioso Administrativo. “No se puede seguir manteniendo las relaciones comerciales y civiles, que son típicas de las relaciones entre privados, en el Estado, que debe tener una normativa específica, porque el rol del Estado en la sociedad contemporánea no tiene absolutamente nada que ver con el rol que cumplía cuando Vélez Sarsfield creó el Código Civil, allá por el siglo XIX”, dijo.

Se refirió a continuación al freno que le impuso la Justicia a la reforma del Consejo de la Magistratura, que consideró era “un excelente proyecto”, aunque se mostró contemplativa y dijo que le gustaron las declaraciones del nuevo presidente del Consejo de la Magistratura en el sentido de que no era opositor, pero estimó que “un poquito de control popular no le viene mal a nadie”.

Pidió a todos los miembros del Consejo de la Magistratura que pongan lo mejor de sí para que los jueces que no funcionan bien y mantienen causas eternamente. Les pidió “poner un poco más de onda para que anden las cosas mejor; porque tienen un gran presupuesto, porque siguen sin pagar ganancias, y porque necesitamos una mejor justicia”.

En su crítica a la Justicia, se refirió a la actuación del fiscal que no actuó cuando la ocupación de Villa Lugano. Contó que había hablado el día anterior con Mauricio Macri y convinieron en que si el fiscal hubiese estado en el momento indicado, como dijo Sergio Berni, el desalojo hubiese sido muy sencillo. “Por eso necesitamos una justicia ágil, que cuando la llamen de donde sea actúe”, señaló. Agregó que “vamos a tener que sacar alguna normativa de respeto a la convivencia ciudadana, porque no puede ser que 10 personas te corten una calle, por más razones que tengan”, y recordó que el secretario de Seguridad está procesado por el desalojo de una ocupación en la ruta Panamericana.

Citó la protesta de la izquierda de esta semana por el crimen del policía Sayago, en Santa Cruz, que causó trastornos durante esta semana, y detalló el caso que dijo conocer muy bien. Señaló en ese sentido que deberá “legislar una norma sobre las protestas urbanas”.

“Vamos a tener nosotros que legislar y la Justicia actuar, porque no podemos nosotros solos. Porque, ¿qué pasa? Que después se produce un disparo, hay un muerto y después tenemos a miles de personas protestando”, señaló. Pidió “ponernos de acuerdo en el respeto a los demás ciudadanos, no les pido otra cosa”.

En materia de defensa, felicitó el rol desempeñado por las Fuerzas Armadas en oportunidad de las inundaciones del año pasado. Destacó también las inversiones en la industria naval, por ejemplo, y valoró el ingreso de mujeres a las fuerzas. “Vamos por más también allí”, dijo.

En materia de relaciones internacionales, Cristina consideró “incansable” la labor de la Cancillería, pero citó puntualmente el acuerdo con Irán. Recordó que el mismo fue pensado para destrabar la investigación del atentado a la AMIA, y dijo que está pendiente la orden del fiscal para indagar a los sospechosos. “Sin declaración indagatoria no hay posibilidad de que se avance un milímetro en el proceso”, aclaró, y reclamó también que avance la causa que investiga “el encubrimiento” a nivel local.

Señaló que el acuerdo está siendo demorado por Irán, por lo que “tan malo no debe ser”, dijo. Pero contó entonces que le propuso a la comisión directiva de la AMIA que junten a sus mejores abogados y propongan un instrumento por el cual ella pueda lograr el objetivo de que el fiscal les tome declaración a los imputados que viven en Irán, y ella se comprometería a denunciar el acuerdo y a llevar adelante esa propuesta.

Sin embargo, contó que pasó el tiempo y todavía “no le encontraron la vuelta”. Entonces extendió su propuesta a los legisladores: “Elaboren un proyecto viable, lógico, jurídico, atado a las normas de derecho internacional y estamos dispuestos” a llevarlo adelante.

Luego se refirió a lo que definió como “el intento de golpe suave que se quiere dar contra la República Bolivariana de Venezuela”. Aclaró que no venía a defender al presidente Nicolás Maduro, ni a Venezuela, sino al sistema, porque “la democracia no es ni de derecha ni de izquierda, la democracia es respetar la voluntad del pueblo”.

“Jamás se me ocurriría no defender al presidente Santos, aunque estemos en las antípodas del pensamiento, la voluntad es respetar la voluntad del pueblo, porque además está directamente vinculada a la paz y a la vida”, sostuvo, rescatando tras ello “una tradición de la Unión Cívica Radical”. Reconoció que “nosotros los peronistas no le dábamos tanto valor a la democracia, hablábamos de democracia burguesa, pero la verdad que recuerdo siendo estudiante, habiendo elecciones en el centro de estudiantes de La Plata, con Raúl Alconada Sempé como candidato, no se participó, porque la democracia era una cosa despreciable… Aprendimos, con letra y con sangre, que la democracia es una cuestión de vida. Y esa es una tradición que debemos reconocerle a la UCR”.

Por eso, pidió a la oposición que espere, y recordó que en Venezuela en 2016 hay posibilidad de una revocatoria. “Sería fatal que vientos ajenos derrumben un país hermano -dijo-, por eso independientemente de las ideas hay que defender la democracia”.

A continuación, la presidenta de la Nación se refirió a la Ley de Medios, destacando su constitucionalidad y detalló la cantidad de licencias que se han entregado ya. “Tardaron 4 años, pero no estuvimos cruzados de brazos ese tiempo”, dijo.

Valoró también a la Televisión Pública, resaltando sobre todo al Canal Encuentro, cuya calidad dijo que no tiene nada para envidiarle a nadie.

Volvió sobre YPF, recordando la “recuperación” de la administración de esa petrolera. Recordó lo que fue la privatización de la empresa y el papel que le correspondió a Santa Cruz, provincia gobernada entonces por su esposo, y los fondos a los que accedió a través de las regalías y las acciones obtenidas. “A partir de la privatización, empezaron a liquidarnos regalías, pero además, como teníamos participación en el capital accionario, nos distribuían ganancias porque éramos dueños”, señaló la presidenta para aclarar que “no fue un mal negocio” para las provincias petroleras.

Detalló las obras que se hicieron con ese dinero, como los aeropuertos de El Calafate y Caleta Olivia, y señaló que por eso cuando Axel Kicillof y Carlos Zannini lograron un acuerdo con los españoles por 5.000 millones de dólares, ese representa “un fin de ciclo en el cual nos quieren convencer que el Estado es un mal administrador”.

“Lo más importante no es que hemos vuelto a nacionalizar, sino que hemos vuelto a renacionalizar los recursos” petroleros, dijo.

Resaltó el papel del ministro de Economía y rechazó que él hubiera dicho alguna vez que no íbamos a pagar nada. “La realidad es que hemos cerrado un acuerdo con bonos, por cinco mil millones de dólares, con un plazo muy prolongado”, destacó.

Cristina Fernández dijo que “estamos cerrando un ciclo histórico” y se refirió a los empresarios de todo tipo, pero “fundamentalmente a aquellos que han intentado estos años torcer el rumbo. Es inexplicable que quieran matar la gallina de los huevos de oro. Hoy estamos ante una oportunidad única”, y valoró la herencia que dejará su gestión.

Para concluir, la presidenta leyó palabras de Néstor Kirchner al asumir en ese mismo ámbito, en los que valoraba el ejercicio de la política “por sobre los poderes económicos”. En esas palabras señalaba que no podía esperarse que las cosas cambiaran de un día a otro y que el proyecto ubicaba en un lugar central la construcción de un capitalismo nacional, como así también la movilidad social ascendente.

“Es el Estado el que debe actuar como gran reparador de las desigualdades sociales”, señalaba Kirchner entonces.

“Esto no es un relato, es la verdad y la realidad que vivimos y construimos en estos diez años, y que yo les pido que sigamos poniendo esfuerzo y compromiso adelante”, concluyó la mandataria, aclarando que “no es cuestión de un solo partido político” y convocó “a todos los partidos políticos a esta tarea”. Por eso también saludó la designación de Gerardo Zamora como presidente provisional del Senado, y rescató “la idea de la concertación, la idea que él tuvo de que los partidos populares, democráticos, y nacionales pudieran unirse en las grandes empresas, porque una defección debe ser la excepción y no la regla”.

“Al contrario, debemos estar más unidos que nunca los argentinos para poder seguir adelante”, finalizó.