En uno de los pasajes más duros de su informe inicial ante el Senado, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, exigió a las “usinas opositoras” que abandonen el rol de “agentes encubiertos” de los grupos económicos.

“Opinen ustedes, ustedes son la voz del pueblo, no aquellas usinas encubiertas”, disparó el funcionario, quien sostuvo que las corporaciones buscan “destruir la credibilidad y la confianza de las instituciones políticas”.

Destacó que este gobierno “ha defendido a rajatabla los intereses de la patria” y pidió que el Parlamento sea “la expresión de la política genuina, de los intereses del pueblo”.

“Aquí gobierna la política, le guste a quien le guste”, enfatizó luego, y agregó que “hay ejercicio de la autonomía en su forma mas profunda”.