El jefe de Gabinete Jorge Capitanich conoce a la perfección el recinto de la Cámara alta, donde ha dado batallas interesantes desde la presidencia de la Comisión de Presupuesto que supo ocupar. Esta vez como funcionario del Poder Ejecutivo dio un extenso informe de más de 12 horas, donde defendió a rajatabla la gestión de CFK y criticó a las “usinas encubiertas de los grupos económicos”. Obviamente protagonizó duros cruces verbales con senadores de la oposición. La devaluación y la inflación fueron los temas más cuestionados.

Con una dinámica diferente a la de sus antecesores, Capitanich se ubicó frente a un atril de cara al recinto y respondió una a una las casi mil preguntas de los legisladores, sin demasiada ayuda de sus asesores, aunque evitó temas incómodos para el Gobierno.

La situación económica en general, la devaluación en particular y el drama del narcotráfico fueron los tópicos más urticantes de la sesión, que arrancó con un clima distendido que se tensó tras algunos cruces con el bloque radical.

Capitanich destacó que este Gobierno “ha defendido a rajatabla los intereses de la patria”. “Aquí hay gobernabilidad y liderazgo político, le guste a quien le guste”, enfatizó, y agregó que “hay ejercicio de la autonomía en su forma más profunda”.

Además, el funcionario defendió la expropiación de YPF para el “autoabastecimiento energético”, evitó referirse a las contradicciones en el Gobierno por el tema del narcotráfico y señaló que la devaluación de enero permitió “generar las condiciones” para “estimular” las economías regionales.

Sobre el tema de la inseguridad, consideró que “el debate al respecto no debe ser solamente un debate de policías más o policías menos”, y negó que “la seguridad se resuelva sólo con la fuerzas de seguridad o la reforma del Código Penal”.

Al cierre de su exposición, apuntó que la oposición “todo el tiempo hace referencia a la inflación, la inseguridad y el narcotráfico”. “Nosotros creemos que siempre podemos resaltar los logros de la políticas públicas, pero también hay una agenda pendiente”, reconoció.

Por último, Capitanich se comprometió a regresar a la Cámara alta en el mes de mayo para “profundizar el debate sobre los temas que hacen a la agenda nacional”.

El único senador que habló por el oficialismo fue el jefe del bloque, Miguel Pichetto, quien llamó a la oposición “profetas del fracaso”, luego de un duro cruce entre el jefe de Gabinete y el titular de la bancada radical, Gerardo Morales, por el programa de viviendas “Sueños Compartidos”.

“Llevar 11 años en países como la Argentina implican una política que ha sido adecuada. El camino que se está tomando es positivo”, destacó el rionegrino. Agregó que “el debate por el dólar está terminado” y que “estamos entrando en un proceso de ordenamiento y estabilidad”.

Justicia y Defensa

Jorge Capitanich ratificó que el Poder Ejecutivo propiciará para este año la aprobación en el Congreso el primer Digesto Jurídico Argentino, que según dijo permitirá “unificar más de 30.000 normas dispersas”. En materia de Justicia, ratificó que se impulsarán las reformas de los códigos Civil y Comercial, Penal y Contencioso Administrativo, y que además se buscarán aprobar modificaciones a la ley orgánica del Sistema Penitenciario Federal.

En lo que hace al área de Defensa, aseguró que el país avanza en la radarización del país mediante un convenio con el INVAP.

Economía

Una vez luego, el jefe de Gabinete refutó una serie de afirmaciones negativas sobre la situación económica. En primer lugar, aseguró que hoy Argentina es el “quinto país del mundo que más incrementó sus exportaciones durante la última década”. “Hoy nuestras tarifas son las más competitivas de la región”, destacó por otra parte en relación a la cuestión energética.

Luego afirmó que la política cambiaria de los últimos meses “permitió propiciar la estabilidad del tipo de cambio y la estabilidad monetaria” y señaló que la devaluación de enero permitió “generar las condiciones” para “estimular” la “competitividad” de los productos argentinos.

Momentos calientes

Varios cruces verbales tuvo Jorge Capitanich a lo largo de su informe. El primero de ello se produjo con la senadora radical Laura Montero, quien le recriminó por “el ajuste” que hizo el Gobierno y acusarlo de “ortodoxo”. Rápido de reflejos el funcionario le enrostró a la legisladora su pasado y le respondió sin titubear: “Usted es la perfecta representante del neoliberalismo que destruyó la Argentina”, lo que generó un revuelo con fuertes acusaciones hacia el jefe de Gabinete por parte de la bancada radical. Tuvo que intervenir el presidente del Cuerpo Amado Boudou para calmar los ánimos.

Minutos después volvió a cruzarse con otro radical, el mendocino Ernesto Sanz, quien le pidió que reconociera que el Gobierno había devaluado por una cuestión política y no apremiado por factores externos, como sostuvo el oficialismo. “La devaluación fue una decisión política de este Gobierno, admítalo”, lo azuzó el senador. “Por qué tengo que responder” le contestó nervioso Capitanich. “¡Porque está aquí para responder! Pero está bien, su titubeo me dice que si, que devaluaron por una decisión política”, finalizó el tema Sanz. Luego el propio legislador lo puso ern apuros al cuestionar la estrategia de lucha contra el narcotráfico y le preguntó si tenía conocimiento de los vuelos irregulares. El locuaz jefe de Gabinete, realmente estuvo en apuros en varios pasajes de su informe. Tampoco respondió preguntas sobre el nivel de gasto y el criterio de reparto de la pauta oficial, el acuerdo con Repsol por YPF, entre otras cosas.