Con los tapones de punta salió la Juventud Radical en vísperas del 24 de marzo, al impulsar a través de las redes una campaña de afiches en la que muestra una imagen de la presidenta y pregunta “¿Qué hiciste por los Derechos Humanos ultimamente?”. La respuesta se lee más abajo: “51 muertos en Once. Persecución a los Qom. Apoyo a la represión venezolana. Milani”.

Paralelamente aparecen afiches donde muestran al extinto líder radical Raúl Alfonsín junto al entonces obispo Jorge Bergoglio, con la leyenda: “No hacía falta que sea Papa para sacarnos una foto con él”.

Es ahí donde terció el diputado Ricardo Alfonsín, quien al referirse al contenido del afiche sobre Cristina dijo que “cuando hablamos de la dictadura y de la violación de los derechos humanos, hablamos de asesinatos, torturas, secuestros, sustracción y desaparición de personas”.

“En este sentido, si la intención del afiche fuera transmitir alguna continuidad entre la dictadura y la actual gestión en materia de derechos humanos, estaría estableciendo equivalencias improcedentes”, dijo en una entrevista radial. “El slogan final y la referencia a la marcha del 24 de marzo puede causar esa impresión, pero estoy seguro de que no fue esa la intención”, sostuvo.

“Sin embargo, y sin el ánimo de hacer comparaciones, no podemos dejar de señalar que la actitud del gobierno con relación al caso Milani representa una preocupante incongruencia, difícil de conciliar con un auténtico compromiso con los derechos humanos. Algo parecido podemos decir respecto de la pasividad del gobierno nacional, ante la discriminación y persecución que sufren en las provincias los miembros de los pueblos originarios”, agregó.