La diputada por el bloque “Unidad Justicialista” Marcela Aeberhard presentó en la Legislatura provincial de Santa Fe un proyecto de ley por el cual se crea un Registro Provincial Único de Pacientes con Cardiopatías Congénitas, atendiendo a la importancia que demanda la detección temprana de estas patologías, ya que el 80% de los casos ocurren en embarazos sin factores de riesgo reconocidos hasta el momento.

También se solicitó la urgente reglamentación de la Ley 13.324 que incorpora con carácter obligatorio la realización de ecografías fetales con evaluacion cardiaca a todas las mujeres embarazadas entre la semana 18 y 22 de gestación, tengan o no factores de riesgo.

El Registro de Pacientes con Cardiopatías Congénitas consistirá en una base con datos personales del paciente con dichas afecciones, además de contar con: antecedentes familiares de cardiopatía congénitas, enfermedades durante el primer trimestre de embarazo, enfermedad de base del paciente, centro donde se ha sido atendido , procedimientos que se le practicaron, medicaciones que se le administran y otro dato de su historia clínica que se considere fundamental respecto a su enfermedad.

“Las cardiopatías congénitas son aquellas enfermedades del corazón que están presentes desde el nacimiento y corresponden a un trastorno del desarrollo de este órgano producido especialmente en los tres primeros meses del embarazo” explicó la legisladora.

Además, agregó que “la mayoría de las cardiopatías congénitas se presentan como un defecto aislado sin asociación con otras enfermedades. También pueden ser parte de diversos síndromes genéticos y cromosómicos (como el síndrome de Down). Si bien para la mayoría de los defectos congénitos no se puede identificar una causa conocida, se sabe que el consumo de alcohol y de ciertas sustancias químicas durante el embarazo, como así también ciertas infecciones como la rubéola, pueden contribuir a su desarrollo”.

Según estudios recientes: 7 de cada 1000 niños nacen con cardiopatía congénita. Si no se actúa médica o quirúrgicamente, la mortalidad en el primer año de vida llega a cerca del 80%, falleciendo un tercio en el primer mes de vida y la mitad de estos en la primera semana de vida.

“La enfermedad cardiovascular es la principal causa de mortalidad a nivel mundial. Es evitable y se comienza a prevenir desde la niñez”, manifestó con preocupación Aeberhard.

La realidad es que la gran mayoría de las cardiopatías congénitas tienen un tratamiento final quirúrgico, ya sea corrector o paliativo, que permite que se salven más del 85% de estos pacientes en el primer año de vida. Del total de recién nacidos con cardiopatías congénitas al menos dos tercios requerirán cirugía. El otro tercio está constituido por cardiopatías menores que en general no requieren tratamiento o que pueden ser corregidas con cateterismo intervencional.

La diputada recordó que se encuentra vigente a nivel nacional el Plan Nacer del Ministerio de Salud de la Nación. El mismo cuenta con un Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas siendo uno de sus objetivos la creación del Registro Nacional de Cardiopatías Congénitas.