Antes de responder las preguntas de los diputados, Jorge Capitanich enunció los desafíos del Gobierno y marcó el rumbo de la gestión en distintas áreas.
Política económica
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich reiteró que la policía económica de la Casa Rosada apunta a dinamizar el mercado interno a través del consumo y la inversión pública, de cara a lograr una “distribución más equitativa del ingreso”.
En este escenario destacó que “en los últimos diez años tuvimos incrementos en sembrado, en el arrendamiento de tierras y en toda la cadena productiva agropecuaria”. Remarcó, en otro orden, la “optimización en los mecanismos” de fiscalización y recaudación de impuestos que, indicó, luego se vuelcan en educación y salud.
Así las cosas, el funcionario denunció que en los últimos meses la Casa Rosada sufrió un “proceso de desestabilización” por parte de “grupos opositores”, entre los cuales mencionó las rebeliones policiales.
Desafíos del país
En línea con su diagnostico económico, Capitanich planteó una serie de desafíos que aseguró tiene la economía argentina. El primero de ellos, mencionó, es el “autoabastecimiento energético” de la mano de YPF para sustituir las importaciones de energía -que hoy reducen el superávit comercial-.
Como segundo “desafío”, el ministro señaló la “industrialización acelerada para sustituir importaciones”. Al respecto sostuvo que en junio el Gobierno llegaría a un acuerdo con Brasil en lo que hace a la industria automotriz para “fortalecer la cadena de valor con el desarrollo de la industria de autopartes, que permita expandir el volumen de creación de empleo y sustituir importaciones”.
En tercer lugar, Capitanich dicho que el país también tiene como desafío “generar condiciones para la expansión del volumen de exportaciones”.
Deuda pública externa
El jefe de coordinador de ministros destacó en otro orden la “reducción abrupta de la deuda externa” desde la reestructuración de la misma en 2005. En tal sentido, destacó que el país está “regularizando” la deuda que tomaron otros gobiernos con el Club de París.
En este marco, planteó que el objetivo de la Casa Rosada es “no hacer caer el costo de la deuda pública sobre el pueblo argentino”.
Educación, salud y ciencia
Tal como lo había hecho en el Senado, Capitanich inició su informe destacando que el Gobierno nacional planteó para este año “204 objetivos y 274 metas”, sobre la base de una “agenda de carácter comunicacional a través de los medios de comunicación”, una “agenda federal” de trabajo con las provincias y una “agenda de debate político” a través “de los representantes del pueblo”.
A continuación repasó los logros en materia de salud, educación, ciencia y tecnología. Mencionó en primer lugar la “reducción” de la mortalidad infantil y de los casos de hepatitis y tos convulsa y destacó que existen aproximadamente 160 mil médicos en todo el país sobre la base de un programa de “inclusión” que contempla la “capacitación” del personal de enfermería.
Acto seguido, resaltó que hoy la Asignación Universal por Hijo representa el 1,2 por ciento del PBI mientras que el plan Progresar representa aproximadamente el 0,5 por ciento del Producto Bruto. “La distribución de notebooks permite garantizar la asignación equivalente a casi 0,9 puntos del PBI”, agregó. Y subrayó luego el incremento del presupuesto destinado al área de ciencia y tecnología así como los más de mil científicos “repatriados”.
Infraestructura
Capitanich hizo hincapié en las “inversiones significativas” de la Casa Rosada para “mejorar” el sistema público de transporte y el sistema de transporte de cargas, en donde aseguró hay “demandas insatisfechas” que el Gobierno apunta a resolver.
Remarcó en tal sentido que la Televisión Abierta Digital (TDA), el sistema de comunicación por fibra óptica, rutas e hidrobias, entre otras obras implementadas por el Poder Ejecutivo, constituyen los “desafíos presentes y futuros” del país ya que, indicó, no basta con la inversión energética.
