Tras 12 años de ser intendente de José C. Paz, el senador bonaerense Mario Ishii, enfrenta un nuevo desafío en su carrera política y arriba a la Legislatura siendo el titular del bloque PJ-Néstor Kirchner. En una entrevista con Semanario Parlamentario expone su pensamiento y sostiene que “el heredero de CFK todavía no salió a la cancha”.

En el mes de marzo decidió ser parte del interbloque K “para garantizar el quórum”, pero manteniendo su independencia política que en ocasiones utiliza y suele sorprender con certeras críticas a la gestión del gobernador Daniel Scioli.

– ¿Se legisla para las futuras generaciones?

– Se debe legislar para el bienestar de los bonaerenses, porque ser diputado o senador es tener un importante cargo político, se hace mucha política en la Legislatura. Por ejemplo, el año pasado el Senado provincial no estuvo a la altura de las circunstancias. Sólo hubo ocho sesiones en todo 2013.

– ¿La Legislatura provincial conoce la realidad que viven los bonaerenses?

– Algunos legisladores deben conocer bien las problemáticas de sus distritos. Otros, cuando llegan a la Legislatura, les cambia la mentalidad y no los veo atendiendo las necesidades de la gente que representan. Llegan a un cargo en la Provincia y buscan llegar a más. Y no los veo volviendo a sus distritos e intendencias que son los lugares en donde se puede escuchar mejor al pueblo.

– ¿Qué hacen usted y su bloque para estar más cerca de sus representados?

– Estoy con ellos. Les pregunto. Dejo que me cuenten… En mi distrito camino y visito mucho. Sé cómo hacerlo, porque tengo mucho barro caminado desde chico. Y cuando estoy en mi despacho en La Plata atiendo gente desde las 7 de la mañana. También recorro otros distritos porque un senador debe conocer la Provincia como conoce su propio distrito.

– ¿Cuál es el objetivo y la visión que tiene el interbloque recientemente conformado?

– Simplemente es la de dar quórum para que la Legislatura funcione, para que el Senado funcione. Es para que no ocurra lo que pasó en el Congreso de la Nación, cuando ganó Francisco de Narváez y estuvieron dos años paralizados, sin herramientas legislativas para poder gobernar. Y pensar que ahora De Narváez está con el gobernador Daniel Scioli a través de los hombres que puso hace pocos meses. Igualmente le advertí a Scioli: “Te doy quórum para que puedas gobernar, pero no te voy a votar lo que está mal”.

– ¿Cuáles son las leyes que cree usted que la Provincia necesita y que el Senado aún no ha tratado y que debería tratar?

– En el tema de la inseguridad es en donde más leyes debemos trabajar. Por ejemplo, debemos impedir que a un delincuente liberado se le encuentre un arma y no pase nada. Un tipo que estuvo preso no puede volver a tener jamás un arma en su poder. Si se le encuentra una debe volver a la cárcel. Otras leyes tienen que apuntar a darle fortaleza a los ministerios. Hoy Desarrollo Social no cuenta con un presupuesto serio y realista y, encima, en los hechos está cerrado. Infraestructura se ha achicado en vez de agrandarse para generar, precisamente, la infraestructura que necesita la Provincia para funcionar como potencia económica del país.

– ¿En qué proyecto se está trabajando desde el bloque que preside?

– Estamos diseñando varios, pero hay uno que abarca todo esto que contiene su pregunta, porque apunta a saber cómo es la imputación presupuestaria; es decir, dónde va a parar el dinero de la Provincia, que es el dinero de los contribuyentes.

– ¿Cuáles son los proyectos cajoneados que le gustaría desempolvar?

– En 2013 sólo hubo ocho sesiones. No creo que se hayan tratado muchos proyectos, y los que se trataron eran de resolución. Hay mucho por trabajar.

– ¿Algo hay que cambiar en la Cámara alta entonces?

– Sí, la reglamentación del Senado. Todo es muy burocrático. Todo lleva tiempo. La realidad nos pasa por encima como una estampida. Por ejemplo, si ocurre un desastre en una escuela se realiza un pedido de informes urgente al Ejecutivo. Pero ese pedido debe pasar por comisiones que tardan entre 30 y 60 días en dictaminar y luego baja al recinto. Esto es absurdo. El pedido de informes urgente debe bajar de inmediato al recinto sin escalas previas. Esto mismo está pasando ahora con el pedido del gobernador para descentralizar las policías municipales. Con la crisis de inseguridad que vivimos y la ciudadanía reclamando soluciones inmediatas estos pedidos se deben tratar con celeridad.

– ¿Considera que el actual sistema judicial bonaerense está obsoleto o todavía sirve?

– La inseguridad es un problema que debe resolver la Legislatura, porque las herramientas que tienen los jueces para actuar y administrar justicia se las proporciona el Poder Legislativo. Los jueces actúan y aplican según la ley, y las leyes las hacen los legisladores. Por eso la Legislatura tiene hoy la responsabilidad de dotar a los jueces, y al Poder Judicial en pleno, de las herramientas que modernicen, aceleren los tiempos de la justicia -porque una justicia lenta no es justicia- y que sean realistas frente a la complejidad de los delitos que hoy padece la sociedad. Debemos trabajar en el Código Procesal Penal y legislar para que los procesos administrativos ingresen al Siglo XXI. Vivir con seguridad es también una política de derechos humanos.

– ¿Tiene el Senado la potestad de realizar los cambios necesarios para darle un marco político y legal que permita el nacimiento de una Justicia moderna, eficaz y rápida?

– Los hechos, la realidad y complejidad del tema nos obligan a ser eficientes y rápidos. El Poder Legislativo debe trabajar con el Poder Judicial. Debemos en la Legislatura crear un Foro de Jueces para que nos digan que es lo que les ata las manos para hacer justicia y que debemos legislar para hacer todo más efectivo. Estoy seguro que son las propias leyes vigentes las que los mantienen con las manos atadas. Hay mucho por cambiar.

– ¿No cree que también haya que legislar para combatir la raíz de tanta delincuencia?

– La raíz es la falta de contención social. La mayoría de los jóvenes que hoy delinquen son hijos de la crisis. Provienen de hogares en donde los padres se quedaron sin trabajo en los 90 con el cierre de fábricas. Hay que pensar lo que padecían estos chicos que hoy tienen entre 16 y 25 años cuando tenían 4, 5, 10 o 12 años. No hay duda que sintieron la desesperación de sus padres, pasaron hambre y no pudieron acceder a la educación. Estos pibes se pueden recuperar, pero para eso hace falta más contención y reformas profundas.

– ¿Considera que el actual sistema penal cumple lo dispuesto por el artículo 18 de la Constitución nacional, referido al estado de las cárceles?

– Para nada. Cuando un pibe de 18 años entra a la cárcel, una vez cumplida su condena sale en libertad siendo peor que cuando entró. Actualmente las cárceles son universidades del delito. La provincia de Buenos Aires tiene la obligación moral de tomar la iniciativa creativa para tener cárceles según la clasificación del delito. No se pueden mezclar presos por delitos menores con presos por delitos calificados y mucho menos hacer convivir a pibes con narcotraficantes y asesinos.

– ¿Hay muchas manzanas podridas en la Policía bonaerense y en el sistema penitenciario?

– La contaminación está en todas las áreas. Está en la Policía y en la política. Es responsabilidad del Gobierno el combatirla hasta su total neutralización. A la Provincia le falta decisión política para que eso se lleve adelante.

– ¿Cómo califica la acción de Scioli de decretar la emergencia en materia de seguridad pública?

– Se aplicó muy tarde. Cuando Scioli asumió, ya había inseguridad. Hoy creen que poniendo más móviles se soluciona el tema. Pero lo que faltan son más policías. Hay 48.000 efectivos pero el 37% está con carpeta médica. También hay que entrenarlos con excelencia y dotarlos con moderno equipamiento para enfrentar un delito cada vez más complejo.

– Usted habló de la inmigración como potenciador del delito y lo han tildado de xenófobo. ¿Quiere hacer su descargo?

– Nuestra Constitución nacional es reconocida en materia de inmigración como una de las más generosas y humanistas del mundo, y debemos potenciar ese espíritu con políticas migratorias que garanticen la seguridad para todos los hombres y mujeres de buena voluntad que quieran habitar el suelo argentino. Poner en igualdad de condiciones a inmigrantes de bien, con delincuentes internacionales es una cachetada a la confianza de quien migra a la Argentina. Es necesaria una política de inmigración que impida ingresar a los delincuentes y mafiosos, vengan de donde provengan, y detenerlos en las fronteras y en los aeropuertos. Si se hubiera hecho esto, las mafias internacionales no se hubieran asociado con delincuentes argentinos y posiblemente la Argentina no sería un refugio del narcotráfico.

– ¿La Provincia debería tener su propia dependencia de inteligencia contra el crimen?

– La Policía bonaerense tuvo su propio servicio de inteligencia. Hacía lo mismo que hizo “Fino” Palacios en Ciudad de Buenos Aires, por lo que ahora está procesado por escuchas. Esto ocurrió durante los primeros cuatro años del Gobierno de Scioli.

– ¿Los delitos de narcotráfico no deberían estar dentro de la jurisdicción de la Justicia penal provincial y no sólo de la Justicia federal?

– Debe descentralizarse. Las justicias provinciales deben poder investigar y juzgar esos delitos, porque la Justicia federal es superada por la cantidad y la cobertura geográfica del narcotráfico.

– ¿La Provincia está al orden del día en materia de prevención, o es una asignatura aún pendiente?

– Faltan políticas de contención que impidan que los chiquitos que sufren hoy se vuelvan delincuentes en su juventud. Hay que potenciar el trabajo social y, sobre todo, la educación en todos sus niveles y en todos sus aspectos. Pero pareciera que para este Gobierno provincial esto no es prioritario dado que tiene cerrado Desarrollo Humano y gasta casi un 50% más en Lotería que en Educación. El Gobierno nacional hizo mucho por la educación estos años. Se fundaron nuevas universidades a la que acceden chicos que provienen de hogares humildes. Pero la provincia tiene en este ítem una gestión más que deprimente. Infraestructura escolar no tiene fondos pero el juego cuenta con 17.000 millones de pesos de presupuesto.

– ¿Hubo una pérdida de la cultura del estudio y del trabajo que derivó en que aquellos casi niños de hace 6 u 8 años atrás hoy sean delincuentes juveniles?

– Esas culturas se perdieron cuando se cerraron las fábricas en la presidencia de Carlos Menem. También los planes sociales cuando se extienden en el tiempo son perjudiciales. Son una buena medida para las épocas de crisis pero no deben durar más de dos o tres años. Hay que retirarlos a medida en que se va creando trabajo. La Legislatura tiene una responsabilidad porque hay que legislar para recuperar esas culturas.

– ¿Qué opina del acercamiento de Cristobal López a Daniel Scioli en un contexto en donde CODERE prepara las valijas para retirarse?

– Es un empresario que avanzará sobre lo que le den. La culpa no es del chancho sino de quien le da de comer.

– ¿Cómo debería ser la política de juegos de la Provincia?

– El juego en la Provincia debe estatizarse porque es la segunda recaudación provincial. Pero mi opinión sobre el juego lo doy con hechos: en José C. Paz prohibí el juego cuando fui intendente. Es una aspiradora que arruina a la sociedad y en donde la guita se la llevan tres o cuatro vivos.

– ¿Califique de 1 a 10 la calidad de la salud pública para los bonaerenses?

– Cuatro, cuando supo ser de 10. Es la política bonaerense en Salud lo que la ha metido en una decadencia. Solo tiene asignados 12.000 millones de pesos mientras que el juego tiene asignado 17.000 millones de pesos. IOMA es otro problema. Tiene una pésima atención. Los afiliados deben pagar por prestaciones que deberían estar cubiertas. Además siempre tiene problemas de pago con los prestadores, lo que le crea problemas a los afiliados. Además es intolerable que las intendencias estén obligadas a mantener acuerdos con IOMA para darles cobertura a sus empleados. Las intendencias deberían tener la posibilidad de elegir qué obra social es mejor para su gente.

– ¿Qué se puede hacer desde el Senado para mejorar el tema de la salud?

– Revisar la partida presupuestaria.

– ¿Qué piensa usted impulsar en el Senado para revertir lo que a todas luces considera un mal presupuesto?

– Presentar un proyecto, no para aumentar partidas sino para revisar la imputación de las mismas. Hay que darle coherencia a la ley de leyes en momentos en que tenemos problemas en seguridad, salud y educación.

– ¿No ayudaría al presupuesto provincial a que el Fondo de Reparación Histórica del Conurbano se descongelara y se actualizara?

– Se tiene que actualizar, pero también se tiene que rendir cuenta de lo que se hizo con esos fondos que fueron enviados.

– ¿Desde la Legislatura no se debería trabajar para que de una buena vez se reforme la ley de Coparticipación Federal?

– Sí. Mi pensamiento es que se de en el marco de una discusión sencilla. Los porcentuales de Coparticipación deben darse según la densidad poblacional de cada provincia.

– ¿Por qué considera usted que el gobernador Scioli no enfrenta a la presidenta Cristina Fernández?

– No es por obediente, es por conveniencia. Pero quedarse callado todo el tiempo le juega en contra. El silencio se vuelve nocivo. Es porque los bonaerenses y el resto de los argentinos notan que el gobernador no sale a defender los intereses de su distrito.

– ¿Scioli puede ser presidente tras su experiencia como gobernador bonaerense?

– Si no puede con los más chicos, menos va a poder con los más grandes. Si no puede con la provincia de Buenos Aires, menos podrá con el país.

– ¿Cuáles son las virtudes y defectos de Scioli?

– Como candidato a presidente es un gran motonauta.

– ¿Cree que Massa y Scioli terminarán en un acuerdo político cuando los vientos favorezcan?

– No, porque van por lo mismo y ninguno llegará porque están haciendo las cosas apuradas. Falta mucho y es larga la carrera.

– ¿Cuál es el diagnóstico que tiene del PJ provincial?

– Es una caja vacía, llena de mentiras, con dirigentes puestos a dedo y sin el consentimiento de las bases. Tiene que haber elecciones porque está cerrado hace cuatro años. Y el PJ bonaerense es estratégico dado que es el órgano partidario que puede alinear a Scioli.

– ¿Lo ve a Mariotto como gobernador de la Provincia o tiene dudas?

– Puede llegar a la gobernación como el resto de los candidatos.

– ¿Quién cree usted que es el natural heredero de CFK?

– Todavía no salió a la cancha.

– Máximo Kirchner: ¿Un as en la manga o un cuatro de copas?

– Tuvo dos padres que fueron presidentes. Ese hecho representa una gran carga emocional. No hay que subestimarlo. Es muy capaz y aprende rápido.

– ¿La Cámpora sería lo que es hoy si Néstor viviera?

– No, porque Néstor les pidió que primero se prepararan y luego salieran a la cancha. Pero salieron muy pronto. Hoy están mejor que hace dos años. Van a tener un futuro importante a medida que vayan adquiriendo experiencia.