Con el apoyo del kirchnerismo, el Pro logró aprobar una iniciativa del jefe de Gobierno, Mauricio Macri, que permite rezonificar un predio ubicado en la zona sur de la Ciudad para que pueda ser habilitado para la construcción y funcionamiento de estaciones de transporte interjurisdiccional en la Ciudad de Buenos Aires.

El Frente para la Victoria respaldó la iniciativa del Pro y votó en favor pero UNEN ayudó debido a que decidió abstenerse y de esa manera el expediente se sancionó de manera definitivo con 37 votos positivos. Hubo 6 rechazos por parte de Confianza Pública, el FIT, el MST y Verde Alameda.

En concreto, con esa variación de la zonificación, en el marco de una modificación del Código de Planeamiento Urbano de la Ciudad, será posible la instalación de una terminal de ómnibus de larga distancia en el sur.

Spalla afirmó el año pasado que con esta propuesta se “permitirá el emplazamiento de una nueva terminal de ómnibus de larga distancia en el sur de la Ciudad beneficiando el desarrollo de la zona, se desconcentrará Retiro en un 40 por ciento y se evitará que los usuarios se trasladen por toda la Ciudad con su equipaje en mano”.

Según se explicó desde el Ministerio de Desarrollo Económico el año pasado, la Terminal de Ómnibus Dellepiane estará emplazada en un predio de cuatro hectáreas delimitado por las autopistas Dellepiane, Perito Moreno, 25 de Mayo y la calle Lacarra, dentro del barrio de Villa Soldati.

Entre los objetivos del proyecto, además de desconcentrar el tránsito de ómnibus de pasajeros de la ciudad (se espera que reciba 820 ómnibus, del total de 1800 que hoy tiene Retiro), están el generar un nuevo polo comercial en la comuna 8 (integrada por los barrios de Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano), mejorar la red vial de la zona, revalorizar las propiedades vecinas y crear más de 1200 puestos de trabajo, operativos y comerciales, cuando la terminal esté en pleno funcionamiento.

Desde el Gobierno de la Ciudad prometen que la Terminal de Ómnibus Dellepiane funcionará las 24 horas, los 365 días del año, incluirá 48 dársenas de ascenso y descenso de pasajeros, una dársena para taxis, otra para líneas de colectivos (con cinco paradas y refugios peatonales para que lleguen las 15 líneas de transporte urbano que circulan por el barrio) y playas de estacionamiento con capacidad para más de 440 vehículos: 400 particulares, 10 remises, 10 combis o minibuses, y 22 transportes de carga y descarga de encomiendas y mercaderías.

Se prevé también la instalación de una red de Wi-Fi abierta, una confitería, bares, un restaurante, quioscos y librerías. Habrá una farmacia y una sala de primeros auxilios. Y, para garantizar la seguridad, un local de policía con vista al hall central de la estación y capacidad para seis oficiales por turno.

Esta iniciativa ya levantó polémica producto de un informe que publicó el ex legislador de Proyecto Sur Rafael Gentili en el que denuncia que la “propuesta del proyecto nace por parte de TEBA S.A, la empresa que concesiona la Terminal de Retiro y que preside Néstor Otereo, acusado de pagar el alquiler de un departamento donde vivía el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, quien debía, en su momento, fiscalizar el cumplimiento del contrato de la terminal y renegociar la concesión”.

Una de las pocas voces que se escuchó en el recinto para hablar de este tema fue la jefa de bloque de Confianza Pública, Graciela Ocaña, quien adelantó su voto negativo y sostuvo que el proyecto es “nulo por sus aspectos técnicos y éticos”.

Además, la ex ministra de Salud hizo alusión a que el proceso de construcción de una nueva terminal en Soldati será un “negocio” para Néstor Otero.

“Coincidimos en la necesidad de llevar adelante un proceso de descentralización de la terminal de Retiro, vemos con mucha satisfacción esto pero este proceso tuvo nombre y apellido que es el de Otero, tristemente célebre asociado a Ricardo Jaime en varias causas por dádivas y enriquecimiento ilícito donde Otero cumple papel preponderante”, cuestionó.