En estos días han asumido en varios órganos legislativos de distintos puntos de la provincia (tal como ya había ocurrido también en estos meses en distintos puntos del país) entre otros, algunos legisladores y concejales de la izquierda, que fueron elegidos en los últimos comicios.

Y recién asumiditos, como un primer acto de gobierno, las muchachas y los muchachos del FIT, con sus mejores caras de enojados, pidieron la palabra y declararon que ellos se abstenían de votar y de aceptar presidencias de comisiones y de los cuerpos legislativos en los que estaban asumiendo porque esas eran, palabras más palabras menos, “autoridades de esta democracia burgués y capitalista”, algo que al parecer un buen miembro de la izquierda no acepta y repudia.

Pues bien, ya va siendo hora de que alguien les avise que, al aceptar ser legisladores y concejales, ya ellos son autoridades de esta democracia burgués y capitalista.

Y el que no me crea, y si es que la Internacional Socialista les permite utilizar internet capitalista o leer libros impresos por el Estado burgués, que busque la Constitución Nacional, en donde podrá observar, en la Segunda parte de la misma denominada “Autoridades de la Nación”, que los legisladores nacionales, ya por ser legisladores, son autoridades.

En la provincia de Mendoza, les recomiendo el capítulo 20 del Código Electoral provincial en donde habla también de la “elección de autoridades” cuando se refiere a los diputados, senadores y concejales de la provincia.

Resumiendo, que ya cuando recibieron los billetes del Estado para hacer sus campañas en las primarias abiertas, y luego volvieron a recibir más dinero para las elecciones generales, pues bien, estaban siendo parte de la burguesía capitalista esa contra la que tanto despotrican de la boca para afuera, o mejor dicho, del bolsillo para afuera.

Deberían saber que, quejándose en soledad, no van a ayudar a los trabajadores a tener mejores vidas. Podrían intentar, creo yo, buscando consensos con el resto de los legisladores (que aunque a ellos no les guste también representan en muchos casos a trabajadores y proletarios) que se aprueben leyes que sirvan para que el Pueblo viva mejor, tal como supuestamente ellos pretenden hacer.

Y para eso, una buena estrategia es, casualmente, ser presidente de comisión, o ser autoridad de la cámara porque, aunque no lo crean, las autoridades de los cuerpos legislativos tienen más posibilidades de lograr consensos que lleven a la aprobación de leyes.

En definitiva, que al no aceptar ser ellos autoridades del cuerpo al cual pertenecen, están afectando doblemente a los trabajadores: por un lado los privan de tener a un referente brillante y claramente comprometido que los defienda, y por otro lado permiten que ese lugar esté, en palabras de ellos, en manos de representantes de los patrones.

Digo, ya que aceptaron al asumir sus bancas ser autoridades de esta democracia burgués-capitalista, para compensar, podrían probar con defender en los hechos al Pueblo que los votó. Es una idea, bah.