En uno de sus múltiples discursos de los últimos días, la presidenta de la Nación le dedicó un párrafo a recordar su época de legisladora, cosa bastante habitual en ella. Sobre el final de su discurso en el acto de firma de convenios con distintas cadenas de valor, en tono descontracturado dijo que cuando está sentada habla más, “me parece que es porque no me canso, y entonces, con mi vieja técnica legislativa…”. Ahí se dirigió al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y resaltó que “este hombre era capaz de hablar cuatro horas” en el Congreso. Tras ello, evocó que “una vez habló…claro, teníamos que hacer tiempo porque estábamos en una votación importante y nos faltaba quórum, no sé, habían desaparecido dos o tres legisladores; uno iba al dentista, otro no sé qué había pasado, y bueno, y no podíamos perder el quórum, no podíamos levantarnos porque era una ley muy importante para el gobierno, yo era senadora, y Coki era el presidente de la Comisión de Presupuesto. Creo que lo tuvimos hablando cuatro horas y media sin parar; por supuesto la oposición sabía lo que estaba pasando, todos sabíamos lo que estaba pasando, pero realmente habló… Hay que hablar durante cuatro horas y media, eh, hay que hablar durante cuatro horas y media…”.

En efecto, el actual jefe de Gabinete hablaba mucho en el recinto, y así quedó reflejado en la primera oportunidad en que Semanario Parlamentario midió para su Indice de Calidad Legislativa la cantidad de palabras expresadas por los legisladores en el recinto. Si bien la presidenta no aclaró cuando fue esa sesión récord para Capitanich, el chaqueño fue el senador que más habló en 2006, cuando en sus largas exposiciones incluso llegó a detallar el proyecto de Presupuesto con ayuda de un power point. Ese año pronunció 98.702 palabras. Y en esa oportunidad, Parlamentario hizo una comparación para traducir ese tiempo en minutos, recordando que el presidente Néstor Kirchner había dado ese año un largo discurso de la apertura de ordinarias de dos horas y 16 minutos, el equivalente a 20.279 palabras. Siguiendo esa particular unidad de medición que podría dar el discurso presidencial, concluir que Capitanich habló en el recinto alrededor de 671 minutos. O sea, poco más de once horas.