“Yo lo conozco mucho a Bergoglio, mucho más que todos, pero yo no voy a ir a Roma, hasta que no les de la eucaristía a todos”. ¿Quiénes son todos? “Los divorciados, todos, los que necesiten un medio de sanación”, expresó la diputada nacional Elisa Carrió al referirse este martes por la noche al papa Francisco.

Al ahondar su explicación sobre las razones por las que no va a Roma a saludar al papa, señaló que “él es mi pastor”, y aclaró que “yo hago política y creo en la diferencia entre el Estado y la Iglesia”.

Entrevistada en el programa Animales sueltos, de América TV, recordó que cuando Jorge Bergoglio fue elegido papa “era un velorio la Cámara de Diputados; ahora van todos a ver al papa… Es una hipocresía brutal, y me parece una exageración de Bergoglio también, me parece que no hay que dejarse usar”.

Indignada, contó que “hoy le querían poner de nombre a un edificio del Congreso ‘Papa Francisco’… Es un hombre vivo, es un hombre normal, común. Que tiene dos misiones: dar la eucaristía a todos y luchar contra la enorme corrupción que es Roma”. En esa ciudad, dijo, “hay una oscuridad terrible. ¿Por qué duerme en Santa Marta? Porque lo pueden matar adentro de Roma”, y apuntó a “la mafia siciliana y la mafia de la propia Iglesia”.

Recordó sus “larguísimas conversaciones” con Bergoglio, y tras pedir “no divinizar”, deslizó: “vamos a ver cómo termina su misión, porque no es cuestión de enamorarse de la gente rápido”.

Luego volvió a recordar el día de la designación del papa Francisco, contando que había vuelto a su casa a dormir la siesta, y al levantarse se encontró con la noticia. “Yo entré con una alegría al recinto… y era un velorio. Y el Frente para la Victoria se negaba a suspender la sesión para reconocer que había un papa argentino. Entonces yo me acerco al presidente de la Cámara, que no suspendía la sesión, y le digo: ‘Vos antes que peronista sos católico’. Entonces sacaron un breve documento… Cristina decía barbaridades, y ahora son todos papistas…”.

“La gente que se saca fotos con Bergoglio a mí me dan asco. Me dan asco por ellos, me da asco por mi fe y me da asco por Bergoglio… Y lo digo sinceramente, porque él dijo: ‘pecadores sí, corruptos no’. Y recibe a cada corrupto”, agregó la diputada Carrió.

De todos modos, aclaró que “lo quiero mucho”, pero insistió en que “no me gusta la demagogia, ni de los papas”.