El 09/05 se cumplieron dos años de la sanción de la Ley de Identidad de Género, una conquista de las diversas organizaciones que lucharon por la inclusión de derechos, si bien muchas personas lograron ser identificadas tal como se auto percibían, aún quedan deudas pendientes y sobre todo falta voluntad política.

El acceso gratuito a la salud continúa siendo una falencia, tanto para que se realice tratamientos hormonales o cirugías que les permitan construir su identidad.

Hace un año solicitamos un pedido de informe para conocer si efectivamente se estaba cumpliendo el

Artículo 11 de la normativa, del que no tuvimos respuesta alguna. Mientras tanto la implementación de esa ley continúa durmiendo en un cajón, negando un derecho primario a miles de personas en todo el país.

Esta ley habla de las garantías de acceso a intervenciones quirúrgicas totales y parciales, y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar el cuerpo, incluida la genitalidad, a la identidad de género auto percibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa.

Pese a la vigencia de la ley, al no haber sido este aspecto reglamentado por el Ministerio de Salud de la Nación, ese vacío legal es usado por obras sociales o empresas de medicina prepaga para negarles la asistencia a los usuarios, que deben reclamar por la vía judicial.

Un gobierno que en forma oportunista levantó las banderas de la lucha por los derechos de identidad, demuestra con el transcurso del tiempo que su interés solo tuvo fines electorales. Que poco le importan los derechos de las personas, que todo lo calcula y lo mide de acuerdo a conveniencias coyunturales.

Por el contrario, desde el Partido Socialista seguimos sosteniendo que es necesario seguir acompañando para que estos derechos se cumplan tal cual lo establece la ley, de esta manera vamos a conseguir la verdadera igualdad por la que estamos peleando.