Por cuarta vez, la falta de quórum impidió que la oposición tratara proyectos para aumentar el mínimo no imponible y prohibir suspensiones y despidos.
Al igual que la sesión pedida por el acuerdo con Irán, fracasó la reunión plenaria convocada por la oposición para tratar modificaciones al Impuesto a las Ganancias y prohibir despidos y suspensiones laborales por 180 días. Lejos de los 129 diputados que se necesitan para iniciar las deliberaciones, el arco opositor reunió 78 legisladores, esto es, cinco más que la sesión por el pacto con Irán.
Además, el número es inferior al que se logró en los intentos del 7 y 21 de mayo, cuando hubo 97 y 103 diputados, respectivamente. Durante el segundo intento, el 14 de mayo, los presentes fueron 76.
El temario incluía 41 proyectos de diferentes bloques. Algunos proponen aumentar el mínimo no imponible, otros eximir del gravamen a jubilaciones, pensiones, retiros o subsidios, y otros buscan establecer un procedimiento de actualización automática del impuesto.
Como respuesta a la coyuntura económica que atraviesa el país, la oposición también buscaba aprobar proyectos para declarar la emergencia laboral y ocupacional en todo el país y prohibir suspensiones laborales y despidos sin causa justificada, por el plazo de 180 días.
El reclamo del impuesto predominó en las manifestaciones en minoría realizadas luego de que se diera por fracasada la sesión. Así, por la inflación y la consiguiente pérdida de poder adquisitivo de los salarios afectado por este tributo (a partir de 15.000 pesos), opositores de distintos bloques reclamaron aumentar el mínimo no imponible y la actualización automática de las escalas.
Se trata de un “marco legal que está generando una gran inequidad”, aseguró en ese sentido el economista Federico Sturzenegger (Unión Pro).
El secretario parlamentario de la UCR, Ricardo Buryaile, insistió en que el verdadero problema es el proceso inflacionario, “una enfermedad que ataca a los argentinos” -sobre todo a los “trabajadores”- y que “el Gobierno no ataca”.
En la misma línea, la massista Mirta Tundis aseguró que el impuesto también afecta a los adultos mayores que no reciben jubilaciones de privilegio, principalmente a los que viven en el sur del país donde, afirmó, el costo de vida es mayor.
En tanto, los cordobeses Juan Schiaretti (que responde al gobernador De la Sota) y Graciela Villata (del riñón del senador Luis Juez) exigieron gravar la renta financiera.
El exministro de Economía Cristina Kirchner, Martín Lousteau, fue uno de los más duros con el oficialismo: “el Gobierno se enamoró de la inflación”, aseguró en alusión al “impuesto” al consumo que significaría la inflación, a través del IVA.
