El fiscal de la causa Ciccone sostuvo que la televisación de la declaración de Amado Boudou dependerá del criterio del juez Lijo. Reconoció que “esto tiene una trascendencia política".
Luego de que el vicepresidente pidiera televisar en vivo su indagación declaratoria, el fiscal de la causa Ciccone, Jorge Di Lello, aseguró que “la regla general es que no sea pública y no se televise” y reconoció que “esto tiene una trascendencia política”.
“Debe, seguro que no. Puede, es una cuestión opinable. Algunos entienden que no porque el proceso es secreto excepto para las partes. Pero el
otro elemento que podría habilitarlo es que el artículo 295 (del Código Procesal Penal) prevé quiénes podrán estar y no pueden ser prohibidos de que estén. Si sólo garantizar quiénes deben estar, no establece una prohibición”, precisó el fiscal en diálogo con radio Nacional Rock.
De todas maneras, Di Lello afirmó que “la regla general es que (la declaración indagatoria) no sea pública y no se televise“, aunque señaló que “esto tiene una trascendencia política”.
Por consiguiente, sostuvo: “lo va a resolver el juez, no voy a opinar si conviene o no hacerla. Tiene que decidir el juez que tiene la máxima responsabilidad”.
Asimismo manifestó que “la indagatoria es un camino de ida y vuelta, es una declaración que tiene que prestar una persona que esta sospechada de haber cometido un hecho reprochable penalmente”. “Lo que no se puede es restringir el derecho de hacerlo como quiera”, agregó.
En tanto, señaló que “el juez (Lijo) tiene 10 días pero cuando hay varios imputados no va a ir procesando uno por uno en cada momentos sino que lo resolverá al final“. ”Los plazos los debe contar desde la última indagatoria, puede llamar a indagatoria varias veces a una persona y los imputados pueden pedir declarar de nuevo”, sostuvo y añadió que “no podría decir que es anormal que se llame a una indagatoria con 45 días de anticipación”.
Di Lello aseguró que “en Comodoro Py es relativamente frecuente que esas cosas sucedan“ y que “sería ideal que los efectos jurídicos no tuvieran traslación política”.
“La realidad viene fluida y el efecto es inevitable”, reflexionó y concluyó que “lo que podamos decir de una persona pública siempre tiene un efecto político”.
