El vicepresidente prestó declaración indagatoria ante el juez federal Ariel Lijo en los Tribunales de Comodoro Py por el caso Ciccone, y publicó en su Facebook la versión taquigráfica. Ante el juez, pidió investigar la ruta del dinero en la compra de Ciccone. Al retirarse, lamentó que el proceso no haya podido ser televisado.
En el marco de la causa que lo investiga por el levantamiento de la quiebra de la exCiccone Calcográfica, el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, prestó declaración indagatoria este martes ante el juez federal Ariel Lijo a lo largo de casi siete horas.
“Todo lo que sucedió hoy tiene que ver con el análisis técnico jurídico de la causa. Las cuestiones políticas las guardé para otra instancia”, indicó Boudou al retirarse de los Tribunales de Comodoro Py, tras anunciar que publicaría en su cuenta de Facebook la versión taquigráfica de la declaración indagatoria, cosa que hizo poco antes de las 23.
Así, el vicepresidente anticipó que volverá a presentarse ante el juez: “Hoy concluí mi declaración jurídica y dejé constancia al juez de que voy a volver a declarar”, adelantó. Asimismo, comentó que respondió todas las preguntas formuladas por Lijo y lamentó “que no hayan podido transmitir la declaración” por televisión.
El titular del Senado ingresó al despacho de Lijo cerca de las 13 en medio del tumulto generado por la prensa y militantes kirchneristas que se movilizaron en apoyo al funcionario. Pasadas las 17, cuando habían transcurrido cuatro horas de la indagatoria, el juez dictó un breve cuarto intermedio, tras el cual Boudou retomó su declaración.
En el tercer piso de los Tribunales también se hicieron presentes el fiscal de la causa, Jorge Di Lello, una secretaria de la fiscalía y los dos abogados del vicepresidente, Diego Pirota y Eduardo Durañona.
Previo a comenzar la audiencia, el juez notificó a los abogados de la negativa a poder filmar la declaración y los abogados plantearon un “recurso de reposición” para que revea el planteo, pero también fue rechazado.
El vicepresidente pretendía que la declaración fuera televisada en vivo, pero a pesar de la determinación de Lijo, Boudou llevó taquígrafos del Senado.
Según pudo saberse, ante el juez Lijo el vicepresidente pidió medidas de prueba para determinar la ruta del dinero en la adquisición de Ciccone. Según sostuvo, de esa manera podrá quedar desligado de la operación.
Amado Boudou volvió a negar conocer a Alejandro Vandenbroele, titular de The Old Fund, y su defensa pidió varias medias de prueba, entre ellas una pericia contable sobre los bienes de los Ciccone. Asimismo, que examinen algunos documentos firmados por ellos en el marco de la venta de la firma.
El titular del Senado es investigado por supuesto tráfico de influencias en el salvataje de la imprenta Ciccone Calcográfica, cuando era ministro de Economía, con la presunta intención de quedarse con el negocio de impresión de billetes en contratos con el Estado.
“Estoy muy tranquilo. Tengo confianza en todo lo que he hecho y en todo lo que voy a seguir haciendo para el conjunto de los argentinos”, había dicho Boudou a la prensa cuando salía de su departamento en Puerto Madero.
El vicepresidente abogó por que se pueda “empezar a saberse toda la verdad” en el caso Ciccone, al tiempo que sostuvo: “No tengo ninguna estrategia. Yo podría no haber ido, no presentarme, haber contestado por escrito”.
El encuentro se concretó luego de una serie de idas y vueltas entre el juez y el exministro de Economía durante la última semana. El miércoles pasado los abogados de Boudou pidieron la nulidad del llamado a indagatoria; el pedido fue rechazado por el magistrado, que en principio lo había convocado para el 15 de julio, y ante el requerimiento del imputado adelantó el llamado.
Como no podía ser de otra manera, el acto judicial tuvo un alto contenido político: en efecto, es la primera vez en la historia argentina que un vicepresidente en ejercicio es indagado por hechos de corrupción.
En tanto, Lijo también adelantó para esta semana las indagatorias al empresario José María Nuñez Carmona; el abogado y titular de The Old Fund, Alejandro Vandenbroele; Nicolás Ciccone, el antiguo dueño de la empresa; y el yerno de éste, Guillermo Reinwick.
